2. Símbolo del bautismo. 1ª de Corintios 10:1-4.
Símbolo de la redención. Juan 1:36.
Símbolo del descanso:
Entrar en el reposo. Hebreos 3:7-4:3a.
No entrar en el reposo. Hebreos 4:3b-7.
El reposo futuro. Hebreos 4:8-11.
Los autores del Nuevo Testamento presentan las historias registradas
en el Antiguo Testamento como símbolos de las realidades espirituales.
Así, Pablo presenta el cruce del Mar Rojo como símbolo del bautismo
del creyente; Juan el Bautista presenta los sacrificios de animales
realizados en el Templo como símbolo de la redención efectuada por
Jesús; y en el libro de Hebreos podemos ver el sábado de la Creación y
la conquista de Canaán como símbolos del descanso que Dios otorga a
su pueblo.
3. “y todos en Moisés fueron bautizados en la
nube y en el mar” (1ª de Corintios 10:2)
Un símbolo es un ejemplo que nos ayuda
a comprender otra cosa. El relato del
éxodo de Israel está repleto de símbolos
que nos ayudan a comprender las
realidades espirituales.
Del Santuario, por ejemplo, Pablo dice
concretamente que era “símbolo para el
tiempo presente” (Hebreos 9:9).
SÍMBOLO
Al cruzar el Mar
Rojo, Israel dejaba
la esclavitud de
Egipto y entraban,
bajo la nube, en
una nueva vida de
libertad
Dios les proveyó
de maná para
alimentarse
Bebieron agua
salida de la roca
REALIDAD
En el bautismo,
dejamos la vida
de esclavitud bajo
el pecado y
entramos en una
nueva vida en
Cristo (Ro. 6:4, 11)
Jesús es el “pan de
vida” (Jn. 6:48)
Jesús es el “agua
viva” (Jn. 4:10)
4. “Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios” (Juan 1:36)
Teniendo en cuenta que la
sangre es símbolo de la
vida (Lv. 17:11), ¿qué
lecciones se desprenden
del de los sacrificios
mostrados en Levítico
4:32-35, y que Juan dice
que son símbolo de Jesús?
SÍMBOLO
El oferente coloca sus manos
sobre el cordero
Degüella al animal
El sacerdote pone sangre
sobre los cuernos del altar y
derrama el resto
Se quema la grosura sobre el
altar
El sacerdote hace expiación
por el pecado
REALIDAD
Confesamos nuestros pecados
a Jesús
Reconocemos que Jesús murió
por nuestros pecados
La sangre que Jesús derramó
en la cruz tiene poder para
redimirnos
Rendimos nuestra vida a Jesús
Jesús expía el pecado
5. ENTRAR EN EL REPOSO
En Hebreos 3 y 4, Pablo entra de lleno en el
tema del descanso, usando símbolos
tomados del Antiguo Testamento.
Dios prometió un descanso para Israel
cuando poseyeran la tierra de Canaán. Sin
embargo, solo pudieron entrar en ese
reposo los que creyeron y perseveraron
(Heb. 4:2).
Para descansar en Cristo, debemos confiar plenamente
en sus promesas, creerlas completamente, y perseverar
cada día en nuestra comunión con Él.
¿Dónde se encuentran estas promesas? ¿Cómo creer en
ellas? ¿De qué manera debo perseverar? Leyendo la
Palabra con fe (Heb. 4:2, 12).
6. “Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo” (Salmo 95:11)
El pensamiento de Pablo en Heb. 4:3b-7 puede parecer confuso.
¿Qué tiene que ver el juramento de Dios con el sábado y la Creación?
Recordemos que hablamos de símbolos. Pablo usa la desobediencia
del pueblo, por la cual no entraron en Canaán, como símbolo del
rechazo de Jesús de Israel como nación. Aunque Dios había
determinado desde el principio de la Creación que sus hijos tendrían
reposo, no todos lo alcanzan.
El descanso prometido es el “reposo” del alma
que se produce con la entrega plena a Cristo y con
la integración de la vida al propósito eterno de
Dios (Is. 30:15; Jer. 6:16; Mt. 11:29).
Todavía estamos a tiempo de entrar en este
reposo. Pero es urgente que tomemos ya la
decisión. Hay un plazo para entrar: HOY (v. 6-7).
7. Lee Hebreos 4:8. ¿No fue Josué el que introduzco al pueblo
de Israel en el reposo al entrar en Canaán? ¿No era éste el
reposo del cual hablaba el Salmo 95 que Pablo usa aquí?
¿De qué está hablando Pablo?
Volvemos a los símbolos. Hay un reposo futuro, vinculado
a la Canaán Celestial y al sábado (v. 10-11).
Este reposo refleja el descanso de Dios en el primer sábado de
la historia. Significa que podemos cesar de nuestras obras y
confiar en Su salvación.
“La mejor preparación que podéis tener para la segunda venida
de Cristo [y, por tanto, para la entrada en la Canaán Celestial]
es descansar con fe firme en la gran salvación que nos trajo en
su primera venida. Debéis creer en Cristo como en un Salvador
personal” (EGW, “Nuestra elevada vocación”, 28 de diciembre).
8. “Seremos salvados eternamente cuando entremos por las
puertas de la ciudad. Entonces podremos regocijarnos de
que somos salvados, eternamente salvados. Pero hasta
entonces necesitamos prestar oídos a la admonición del
apóstol [se cita Hebreos 4:1]. Tener un conocimiento de
Canaán, cantar los himnos de Canaán, regocijarse en la
perspectiva de entrar en Canaán, no llevó a los hijos de
Israel hasta las viñas y olivares de la tierra prometida.
Tan solo podían hacerla suya en verdad ocupándola,
cumpliendo con las condiciones, ejerciendo fe viviente
en Dios, aferrándose de sus promesas”
E. G. W. (A fin de conocerle, 5 de junio)