1 Corintios 15.- 3 Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras… Aquí vamos a confirmar que para compartir el evangelio es necesario conocer las escrituras en donde se profetizó el sacrificio de Jesucristo, con lo cual, quedará perfectamente claro que es imposible compartir el verdadero evangelio sin conocer el antiguo testamento. Si Pablo se refirió a las escrituras en el contexto del contenido del evangelio que es lo que debemos predicar y enseñar, por supuesto que debemos conocer qué parte de las escrituras profetizaron que Yeshúa moriría por nuestros pecados. En este sentido, la escritura que confirma que Cristo tenía que morir por nuestros pecados es el acontecimiento de Génesis capítulo 22 que relata el sacrificio de Isaac, el evento fue el anuncio profético del sacrificio del Hijo de Dios; • Génesis 22.- 1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré… Recordemos que Abraham y Sara habían esperado a un hijo que Dios les concedió ya en la vejez de ambos de forma sobrenatural cuando ya el vigor de ambos había cesado en sus vidas, así es que cuando Abraham recibe este mandamiento de Dios implicó entregar en sacrificio a su unigénito hijo, de la misma manera en que Dios entregaría en holocausto a su Unigénito Hijo, a Yeshúa en holocausto para perdón de los pecados del mundo. En dicho capítulo vemos varios aspectos que nos indican perfectamente que el sacrificio de Yeshúa fue profetizado desde entonces y esto es lo que podemos confirmar y compartir con otros al tener la convicción de que conforme a las escrituras Cristo murió por nuestros pecados. Así mismo podemos confirmar la muerte de Yeshúa a través de otros pasajes en las escrituras como el capítulo 53 de la profecía de Isaías por ejemplo, que también es una referencia al sacrificio de Yeshúa como lo es también el salmo 22; también el acontecimiento en el desierto por el que Dios le da el mandamiento a Moisés para construir la serpiente de bronce sobre un asta (Números 21) que es una figura profética mediante la cual se representó la profecía de que el pueblo sería salvo de la muerte por mirar a aquel sobre quien fueron depositados los pecados del mundo, evento en el que la serpiente de bronce en el asta representó a Yeshúa en la cruz y el pueblo de Israel que fue salvo de la muerte por el veneno de las serpientes que los estaban matando (pecado), representó la salvación del mundo...

1. Estudiantes de la Biblia
1ª. Corintios
Verso x Verso. Capítulo 15 (1ª. Parte)
Por: Humberto Rendón Rojas
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Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Rojas
Revisión: Esli Fabiola Reséndiz Domínguez
Capítulo 15 (1ª. Parte) La resurrección de los muertos
En este capítulo abordaremos el tema que constituye el pilar más importante
de nuestra fe y esperanza, la resurrección de Yeshúa, un aspecto clave en
todo creyente y en el que se basa toda nuestra esperanza de la vida eterna.
La resurrección de Yeshúa es el elemento fundamental y culminante del
evangelio, el mensaje de las buenas noticias.
Normalmente se ha considerado por parte de la iglesia cristiana que el
evangelio como tal surgió a partir de la venida de Nuestro Señor Yeshúa, sin
embargo, vamos a analizar este aspecto para confirmar una vez más que lo
que vino a hacer Yeshúa fue cumplir toda la profecía, es decir, Yeshúa vino a
cumplir el mensaje de Dios enviado a su pueblo desde tiempos antiguos.
Hablar de la resurrección de Yeshúa como parte fundamental del evangelio,
es justo lo que nos coloca en la hipótesis que Pablo va a exponer en este
capítulo al afirmar que la resurrección de Yeshúa fue conforme a las
escrituras, obvio Pablo estaba hablando de las escrituras del antiguo
testamento, por ello es inexacto afirmar que el evangelio nace a partir de la
venida de Yeshúa, porque su resurrección como parte fundamental del
evangelio fue prevista desde el antiguo testamento.
En estas circunstancias, la proclamación del evangelio debe ser la
proclamación de toda la palabra de Dios, que en contexto es el
establecimiento del pacto entre Dios y su pueblo, un pacto que es renovado
justo por la resurrección de Yeshúa y en cuya renovación son confirmadas las
buenas nuevas de salvación para todo aquel que cree en el Hijo de Dios.

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Así es que después de haber hablado de los dones espirituales, Pablo perfila
la conclusión de esta primera carta a los corintios con la cereza del pastel, la
resurrección de Nuestro Señor Yeshúa, el elemento que como creyentes nos
permite tener vidas de paz a pesar de las condiciones cada vez más terribles
que se viven en este mundo y, aun así, la paz de saber que al término de
nuestras vidas en este mundo estaremos en un mejor lugar al lado de
Nuestro Señor.
Es por ello que la muerte tiene un sentido muy distinto para quienes viven
una fe verdadera, a diferencia de quienes viven vidas sin conocer el
propósito mismo de sus vidas, la muerte tiene un sentido muy distinto para
quienes han decidido tener vidas separadas de Dios y entregadas al
materialismo del mundo con todas sus implicaciones inherentes al
humanismo y que en consecuencia, la perspectiva de dichas personas solo se
ha enfocado al breve momento de la vida en este mundo, lo cual, es apenas
un suspiro al lado de la eternidad.
Debido a esas diferencias de perspectiva, es que las personas toman el
evento de la muerte que es inevitable, como una experiencia que en algunos
casos las personas no reciben con madurez y en el más triste de los casos no
logran superar, porque ellos han tenido vidas totalmente enfocadas solo en
este mundo y ello les ha limitado o impedido para creer en la vida eterna.
Esa es la razón por la que Pablo comienza a hablar de todas las cosas que
como creyentes nos dan la certeza de recibir la vida eterna, si es que
perseveramos en todo lo que implica haber recibido y vivido el evangelio;
1 Corintios 15.- 1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he
predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis…
Efectivamente, como lo confirmamos a lo largo del estudio y análisis de cada
capítulo de esta carta, el apóstol Pablo en todo momento basó su
predicación y enseñanza en la Torah, en los mandamientos dados a Moisés,
los mismos mandamientos que vino a confirmar Yeshúa en cada una de sus
enseñanzas; por ello resulta muy interesante observar que Pablo se refiere al
evangelio que ha predicado, dando a entender que hay otro u otros
evangelios (mensajes) que desde entonces se han predicado.

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En consecuencia, al dar por hecho que el evangelio que predicó Pablo es el
mensaje en el cual perseveramos, por ello nos habla de la seguridad de la
salvación, justo por esa perseverancia en dicho mensaje;
1 Corintios 15.- 2 por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he
predicado, sois salvos, si no creísteis en vano…
La palabra >retener< en el griego es la palabra >κατέχω katéjo< que significa
>sostener, sujetar, mantener firme<; el apóstol Pablo habló de mantener
firmemente en nuestras vidas la Palabra que predicó y la palabra que predicó
es el evangelio, las buenas nuevas de salvación con motivo de la resurrección
de Yeshúa como aspecto central de dicho mensaje. Por ello asegura Pablo
que retener este mensaje que, predicado, no en nuestra mente de forma
subjetiva, sino en nuestras propias vidas, nos dará la salvación que tanto
anhelamos preservar para vida eterna.
De manera que, aunque hayamos recibido la predicación del evangelio, si no
perseveramos en el evangelio ni retenemos la Palabra de Dios teniendo vidas
coherentes con lo que predicamos o con lo que decimos creer, entonces
aunque hayamos creído subjetivamente ese mensaje, por causa de no vivir el
evangelio, habremos creído en vano;
1 Corintios 15.- 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras…
Un principio elemental para poder compartir el evangelio es que
primeramente hayamos recibido con convicción propia el propósito del
evangelio, ya que haberlo recibido en el contexto de la exposición de Pablo
implica los conceptos anteriores hablando de perseverar y retener la Palabra
de Dios contenida en ese mensaje, en el evangelio. De manera que cuando
Pablo habla de haber recibido, primeramente, implicó que Pablo antes de
haber enseñado y predicado el evangelio, tuvo que haber perseverado y
retenido ese mensaje, lo que se tradujo en la transformación de su propia
vida, pues es claro que su vida comenzó a ser coherente con lo que ya había
recibido cuando fue llamado por Yeshúa.
Así es que Pablo nos proporciona un principio elemental para la labor de
predicar el evangelio, conocer el evangelio, algo que implica conocer las

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escrituras, La Torah, los profetas y el nuevo testamento para poder
transmitir correctamente ese evangelio;
¿Qué es lo que ya debiste haber recibido como lo recibió Pablo?
1 Corintios 15.- 3 Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras…
Aquí vamos a confirmar que para compartir el evangelio es necesario
conocer las escrituras en donde se profetizó el sacrificio de Jesucristo, con lo
cual, quedará perfectamente claro que es imposible compartir el verdadero
evangelio sin conocer el antiguo testamento.
Si Pablo se refirió a las escrituras en el contexto del contenido del evangelio
que es lo que debemos predicar y enseñar, por supuesto que debemos
conocer qué parte de las escrituras profetizaron que Yeshúa moriría por
nuestros pecados.
En este sentido, la escritura que confirma que Cristo tenía que morir por
nuestros pecados es el acontecimiento de Génesis capítulo 22 que relata el
sacrificio de Isaac, el evento fue el anuncio profético del sacrificio del Hijo de
Dios;
• Génesis 22.- 1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a
Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2 Y dijo:
Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de
Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te
diré…
Recordemos que Abraham y Sara habían esperado a un hijo que Dios les
concedió ya en la vejez de ambos de forma sobrenatural cuando ya el vigor
de ambos había cesado en sus vidas, así es que cuando Abraham recibe este
mandamiento de Dios implicó entregar en sacrificio a su unigénito hijo, de la
misma manera en que Dios entregaría en holocausto a su Unigénito Hijo, a
Yeshúa en holocausto para perdón de los pecados del mundo. En dicho
capítulo vemos varios aspectos que nos indican perfectamente que el
sacrificio de Yeshúa fue profetizado desde entonces y esto es lo que

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podemos confirmar y compartir con otros al tener la convicción de que
conforme a las escrituras Cristo murió por nuestros pecados.
Así mismo podemos confirmar la muerte de Yeshúa a través de otros pasajes
en las escrituras como el capítulo 53 de la profecía de Isaías por ejemplo, que
también es una referencia al sacrificio de Yeshúa como lo es también el
salmo 22; también el acontecimiento en el desierto por el que Dios le da el
mandamiento a Moisés para construir la serpiente de bronce sobre un asta
(Números 21) que es una figura profética mediante la cual se representó la
profecía de que el pueblo sería salvo de la muerte por mirar a aquel sobre
quien fueron depositados los pecados del mundo, evento en el que la
serpiente de bronce en el asta representó a Yeshúa en la cruz y el pueblo de
Israel que fue salvo de la muerte por el veneno de las serpientes que los
estaban matando (pecado), representó la salvación del mundo;
1 Corintios 15.- 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme
a las Escrituras…
Yeshúa habló de que Él sería sepultado para después resucitar y lo anunció
en diversas ocasiones precisamente frente a los incrédulos;
• Mateo 12.- 38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de los
fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39 El respondió y
les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no
le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40 Porque como estuvo
Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el
Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y
la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás,
y he aquí más que Jonás en este lugar. 42 La reina del Sur se levantará
en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los
fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que
Salomón en este lugar…
Yeshúa citó las escrituras, el antiguo testamento para hablar de su sepultura
y que como en el caso de Jonás, estaría bajo tierra tres días y tres noches.

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En otro pasaje, Yeshúa mismo hablando de ser El Pastor de Israel prometido
en la profecía del capítulo 34 de Ezequiel, habló de poner su vida por las
ovejas, como una referencia al pueblo judío que creyó y que fueron millares
y que aún después de poner su vida en sacrificio en la cruz, Él tenía el poder
para volver a tomar su vida, hablando de su resurrección para ir por el otro
rebaño, hablando de la dispersión de Israel que creerían como lo somos tú y
yo;
• Juan 10.- 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las
ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son
propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo
arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye,
porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen
pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el
Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las
ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un
pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para
volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la
pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a
tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre…
En otra ocasión Yeshúa se refirió a las escrituras del antiguo testamento para
hablar de la resurrección frente a aquellos saduceos que no creían en la
resurrección y por ello les dijo que ignoraban las escrituras;
• Mateo 22.- 23 Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no
hay resurrección, y le preguntaron, 24 diciendo: Maestro, Moisés dijo:
Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y
levantará descendencia a su hermano. 25 Hubo, pues, entre nosotros
siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo
descendencia, dejó su mujer a su hermano. 26 De la misma manera
también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. 27 Y después de
todos murió también la mujer. 28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de
los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? 29 Entonces
respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder
de Dios. 30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en

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casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. 31 Pero
respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os
fue dicho por Dios, cuando dijo: 32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios
de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
33 Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina…
Entonces confirmamos que no es lo mismo conocer de forma simple y sin
revelación las escrituras, que conocerlas conforme al Espíritu de Dios, pues
es obvio que estos fariseos conocían las escrituras, pero no con el
discernimiento que revela el aspecto espiritual de las escrituras, ellos no
podían ver la resurrección conforme lo estaba expresando Yeshúa y
precisamente Yeshúa citó un pasaje en el que podemos confirmar que Dios
mismo es quien declara el tema de la resurrección;
• Éxodo 3.- 6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de
Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo
miedo de mirar a Dios…
La expresión YO SOY es la expresión hebrea ‫ֶה‬‫י‬ ְ
‫ה‬ ֶ‫א‬
‫ר‬ ֶ
‫ֲש‬‫א‬
‫ֶה‬‫י‬ ְ
‫ה‬ ֶ‫א‬ que significa:
ehyeh asher ehyeh y traducido al español según las reglas de la gramática
hebrea es: “yo soy aquel que FUÉ, que ÉS y que SERÁ”, es decir “yo soy aquel
que está siempre presente… EL ETERNO” = “YO SOY”. Lo anterior significa
que la resurrección está ligada con la eternidad de Dios respecto a los que
están para resucitar y aunque Abraham, Isaac y Jacob no viven, ellos están
para resucitar como tú y como yo; en este sentido, la respuesta que Yeshúa
le dio a los saduceos implicó un plano en la eternidad y no solo en la
actualidad. Por esa razón Yeshúa les dijo que no conocían las escrituras y que
lo que conocían lo conocían sin discernimiento conforme al Espíritu de Dios;
1 Corintios 15.- 5 y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después
apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos
viven aún, y otros ya duermen…
Pablo dejó este testimonio de que la resurrección de Yeshúa fue presenciada
por muchos que incluso aún se encontraban entre ellos vivos y otros ya
dormían, con lo cual se confirma que a pesar de la señal que sería
contradicha, millares de personas estarían confirmando tanto por el
testimonio vívido de los apóstoles como de aquellos más de quinientos

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hermanos a los que se les apareció el Señor que Él resucitó porque había
vuelto a tomar su vida;
• Lucas 2.- 33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se
decía de él. 34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí,
éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel,
y para señal que será contradicha 35 (y una espada traspasará tu
misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos
corazones…
De manera que, aunque la señal que sería contradicha, que es la señal de
Jonás, efectivamente fue contradicha por quienes divulgaron la mentira para
negar la resurrección de Yeshúa, a pesar de eso, hubo muchos testigos que
confesaron que Yeshúa había resucitado y somos muchos más lo que
podemos testificar, que aquella tumba, está vacía desde aquel entonces…
1 Corintios 15.- 7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. 9 Porque yo
soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado
apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios…
La palabra >abortivo< que utiliza Pablo para referirse a sí mismo en el griego
es la palabra > ἔκτρωμα éktroma< que significa >un nacimiento abortivo<. Si
ponemos atención a la expresión de Pablo, resulta interesante darnos cuenta
que en realidad hablar de un aborto, es hablar de la muerte de un feto, pero
cuando Pablo utiliza esta analogía, lo hace a propósito para dar a entender
que en realidad Pablo estaba como muerto antes de nacer, así es que al decir
que como un abortivo le apareció a él, nos está diciendo que justo el que se
le haya aparecido aunque sea al final de todos los apóstoles, el Señor le dio
vida, Pablo fue el producto de un nacimiento abortivo, algo por supuesto
sobrenatural.
Así es que no es por accidente ni solo por humildad que Pablo refiere que
Yeshúa se le apareció como a un abortivo, pues Pablo está hablando de la
vida que Yeshúa le dio después de estar vivo, pero sin vida.
Y dice que él fue el más pequeño de los apóstoles y la razón tiene que ver
con lo que los apóstoles vivieron con Yeshúa durante todo su ministerio, algo

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que no vivió Pablo y más aún, porque en el tiempo en que los apóstoles
proclamaban el evangelio, Pablo los persiguió junto a todos los creyentes
hasta dispersarlos por todo Israel y hasta el extranjero.
La forma en que Pablo se expresa de sí mismo nos muestra una vez más la
humildad con que Pablo desempeñó su ministerio, por la restauración que
Yeshúa hizo de su vida, que siendo como abortivo, tuvo la gran dicha de
nacer de nuevo nada más y nada menos para cumplir el llamado para ser el
apóstol que llevaría su Nombre en presencia de gentiles y reyes, ambos de
los hijos de Israel…