El capítulo habla sobre establecer prioridades y la importancia de poner a las personas antes que las cosas. Explica que existen prioridades modificables según las circunstancias, ya sea para lograr efectividad al tratarse de personas o eficiencia al tratarse de objetos. Además, discute la delegación como una forma de aumentar la productividad y completar tareas a través de otros, ya sea delegando por tiempo o centrándose en los resultados más que en los métodos específicos.