El documento discute cómo la fe puede madurar en un mundo secularizado a través de adoptar las actitudes de Jesús de amor al prójimo, justicia y paz. También explora cómo Dios parece haberse apartado del mundo y de los sentimientos humanos, y cómo Dios sigue muriendo en los millones de personas que sufren necesidad cada día. Finalmente, sugiere que a veces los hombres se han apartado de Dios y usan la fe de los intelectuales para justificar su inacción, en lugar de practicar el amor.