Los países se empobrecen cuando ni el Estado ni los privados hacen inversiones, por tanto, se deriva el empobrecimiento. Y la pobreza genera miseria, hambre y especialmente la desnutrición de la sociedad.
1. Desnutrición y hambre
Juan Manuel Arias Castro
La crisis humanitaria de Venezuela nos hace pensar y recordar lo que el economista
Gunnnard Mirdal nos indicaba que los países sonpobres porque son víctimas del “circulo
defectuoso” de la inversión. El decía que los países se empobrecen cuando ni el Estado
ni los privados hacen inversiones, por tanto, se deriva el empobrecimiento. Y la pobreza
genera miseria, hambre y especialmente la desnutrición de la sociedad.
Y hablamos de una desnutrición no solo proteínica sino también en lo mental. Las
sociedades pobres, si no hacen esfuerzos para salir del hambre y de la miseria, se
degeneran, se enferman y colapsan. Y lógicamente, ese esfuerzo se hace cuando los
políticos y gobernantes consideran que la pobreza, el hambre y la miseria son los
principales enemigos de la sociedad. No como está sucediendo ahora. El gobierno y la
oposición no se dan cuenta que el problema no es la política.
Lasituación desde 2009 no ha cambiado mucho. Una ONG llamada “Hambre en Bolivia”,
realizó una encuesta que indicaba que cerca del 20% de los niños en Bolivia hasta los 9
años no consumen productos cárnicos y 21% entre 4 y 8 años, no consumen lácteos; es
más, elestudio asegurabaque lamitad de esemismo grupo poblacional ni siquiera tenía
acceso a una proteína tan básica como es el huevo. Esto sin detenerse en otros aspectos
de la encuesta donde se habla de la baja ingesta de frutas y verduras. Aterrador este
panorama, y lo paradójico es que buena parte de estos niños viven en las áreas rurales
donde se produce la comida que consumimos todos los bolivianos. La proteína de la
carne y la leche son esenciales en el desarrollo físico y mental en las primeras etapas de
la vida. El país está levantando niños mal nutridos sin ninguna expectativa de vida,
muchos de los cuales hoy refuerzan las filas de gente que vive en las calles ante la
imposibilidad de tener acceso a una buena educación y a un futuro laboral que les
permita llevar una vida más digna. Son pequeños que no han tenido infancia, son niños
tristes que se convierten en adultos antes de los 14 años. Nuestra niñez enfrenta un
futuro incierto cuando se mezclan el hambre y el analfabetismo.
Aunque tenemos claro que estaproblemática y su solución es responsabilidad -en buena
parte- de las entidades del Estado, los líderes y quienes conocemos muy bien al sector
agropecuario no podemos permitir que estas cifras continúen creciendo. Promovamos
la creación de escuelas en las veredas o cerca de nuestras empresas ganaderas y
emprendamos programas orientados a contribuir con la nutrición de nuestra población
infantil y a generar políticas de orden social que involucren a la familia campesina.
Esta invitación es a todos los que trabajan en el campo, a los ganaderos, forestales,
agricultores, mineros y otros que se encuentran en las aéreas rurales a no perder la
sensibilidad social, pues no debemos olvidar que especialmente los cruceños
producimos dos de los productos básicos más importantes de la canasta familiar
esenciales para el desarrollo físico y mental de nuestros niños y de todos los bolivianos:
la carne y la leche.
Escrito el 11 de marzo de 2019