Auditorias Puntos Importantes SQF en industria de alimentos
Obesidad. Tratamientos nutricionales, quirúrgicos y farmacológicos
1. OBESIDAD. TRATAMIENTO NUTRICIONAL,
QUIRÚRGICO Y FARMACOLÓGICO
AYLINE ALARCON
CHRISTIAN ESPIN
MILENKY GANCHOZO
ALEXANDRA MORA
SCARLET PACHECHO
KATHERINE VILLEGAS
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
DIETÉTICA Y NUTRICIÓN
2. OMS, la obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede ser perjudicial para la salud.
La mejora del estilo de vida se ha considerado una estrategia clave para reducir la
tendencia a la obesidad.
Se sugiere una asociación entre los diferentes componentes de la dieta, incluyendo
energía, grupos de alimentos y nutrientes con obesidad.
La relación entre la calidad de la dieta y la incidencia de sobrepeso u obesidad es
importante para informar estrategias y prevenir el aumento de peso, así como para
mejorar la salud de la población.
3. la Ob es una enfermedad
compleja, en la que intervienen
múltiples factores, donde la
información genética de cada
individuo tiene un papel
determinante en su génesis.
Sin embargo, hoy día se
reconoce que dicha
información suele verse
influenciada por factores
ambientales que detonan o
regulan su expresión. El tipo más
frecuente de esta enfermedad
es la Ob exógena.
4. Para evaluar esta situación podemos
utilizar varias medidas
antropométricas. El perímetro
abdominal o circunferencia de la
cintura. Esta se relaciona
directamente con el riesgo de
presentar complicaciones
cardiovasculares y metabólicas.
Igualmente, útiles son la
determinación del índice cintura/talla,
el índice de conicida y el índice
cintura /cadera.
5. La existencia de diferentes aspectos que interactúan entre sí, y que son capaces de facilitar el
desarrollo de la Ob, pueden constituir una diana para su tratamiento. Entre ellos se destacan:
Los hábitos alimentarios, basadas en un exceso calórico.
Los hábitos propios del estilo de vida sedentario, relacionados con la poca actividad
física y el sueño.
Los hábitos psicológicos, como es el caso de los aspectos cognitivos (pensamientos,
creencias, esquemas), afectivos (motivaciones), fisiológicos y experiencias, entre otros.
La base genética del individuo.
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6. La dietoterapia del
paciente obeso. Dietas
saludables, equilibradas y
con un contenido
energético individualizado,
fraccionándolas.
Control de la ingesta
energética total, en relación
con las necesidades del
paciente.
Preferir el uso de ácidos
grasos monoinsaturados y
poliinsaturados en la
alimentación del obeso.
La dieta debe contener una
cantidad importante de
cereales integrales.
La ingesta de dietas con
elevado contenido de
hidratos de carbono
complejos (≥ 50 % del
aporte energético total).
Disminuir al máximo la
ingesta de los ácidos grasos
trans y grasas saturadas.
Las evidencias referidas al
consumo de proteína total y
su efecto en la variación de
peso.
Aumentar el consumo de
fibra a partir de alimentos
de origen vegetal.
Se debe limitar el consumo
habitual de comida rápida
(chatarra).
7. Limitar el elevado consumo
de bebidas alcohólicas.
Recomendar una mayor
adherencia a la dieta
mediterránea podría
prevenir el aumento del
perímetro abdominal.
El consumo de dietas
vegetarianas podría
conducir a una menor
ganancia de peso en
adultos sanos.
Ajustan según el peso
corporal del individuo y los
niveles de actividad física.
Se sugiere ingestas de 1 200
a 1 500 kilocalorías
(kcal)/día para las mujeres y
de 1 500 a 1 800 kcal/día
para los hombres.
Se deben establecer
estrategias comunitarias.
Si existe sobrepeso u
obesidad en personas con
actividad física sedentaria:
20 Kcal/Kg de peso
deseable.
Si presenta Sp u Ob con
actividad física moderada:
25 Kcal/Kg de peso
deseable.
Si muestra Sp u Ob y
actividad física intensa: 30
Kcal/Kg de peso deseable.
8. El cumplimiento y
seguimiento evolutivo de
la dieta indicada debe
ser monitorizado por el
facultativo y de acuerdo
con la evolución, realizar
ajustes si es necesario.
Una dieta muy restrictiva
a veces es
contraproducente pues
el paciente no la
mantiene a largo plazo.
Además, si está en la
tercera edad, se debe
ser cuidadoso con la
restricción
calórica/proteica.
Si el tratamiento de la
Ob se realiza sólo con
dieta, se producirá una
pérdida tanto de masa
grasa como de masa
muscular.
9. La Af es considerada como cualquier movimiento
corporal producido por los músculos que da como
resultado el gasto de energía,
mientras que el Ef se define como la actividad
física planeada, estructurada y repetitiva, que se
realiza para mejorar o conservar una buena forma
física y por lo tanto nuestra salud.
Los beneficios de la Af se observan en ambos
sexos y es mayor en la medida que el volumen y su
intensidad se incrementan,
por lo que es recomendable realizar ejercicio
aeróbico de intensidad moderada durante un
mínimo de 30 minutos, al menos 5 días por
semana, o ejercicio intenso durante un mínimo de
20 minutos, 3 días por semana.
Se recomienda, además, añadir un mínimo de 2 o
3 días no consecutivos cada semana para
practicar 8-10 ejercicios que desarrollen la fuerza
de la mayor parte de grupos musculares,
con 10-15 repeticiones de cada ejercicio y es
recomendable dedicar 2 sesiones de 10 minutos a
la semana para realizar 8-10 ejercicios que
mantengan la flexibilidad de la mayor parte de
grupos de músculos y tendones.
La prescripción de Ef es útil para reducir la morbilidad global (cardiopatía
isquémica, enfermedad cerebrovascular, hipertensión arterial) y prevenir la
mortalidad prematura de cualquier causa, con aumento de la esperanza
de vida.
10. Los pacientes
obesos para
lograr la pérdida
de peso deben:
Realizar Ef de
tipo aeróbico.
No es preciso
realizar una
única sesión por
día, sino que
puede
fragmentarse a
lo largo del día.
Períodos largos
de práctica de
Ef, de alrededor
de 1 h al día en
una única sesión
o en períodos de
un mínimo de 10
minutos de
duración.
Se debe
prescribir Ef,
como mínimo 5
días a la
semana y de
forma ideal,
cada día.
Inicialmente, la
intensidad del
ejercicio debe
ser baja y
acorde al nivel
de forma física
del paciente.
11. El tratamiento farmacológico
de la Ob persigue como
objetivo lograr la deseada
pérdida de peso, mejorar la
calidad de vida del paciente
y prevenir o contribuir al
adecuado tratamiento de sus
posibles complicaciones.
En general, los fármacos
tienen dos enfoques
principales: modificar el
metabolismo de los
macronutrientes y actuar a
nivel del sistema nervioso
central (SNC).
Puede considerarse en
pacientes con IMC ≥ 30
kg/m2 o ≥ 27 kg/m2 cuando
coexisten comorbilidades
asociadas con el Sp.
El criterio de respuesta está en
relación con la pérdida de
peso; al menos, 2 kg en las
primeras cuatro semanas de
tratamiento; si no se alcanza
esta meta se considerará "no
respondedor" y deberá
suspenderse.
Las metas de pérdida de
peso deben estar entre 2 a 4
kg por mes; lo que se traduce
en disminución de 1 a 4 cm
de diámetro de la cintura al
mes.
12. En la actualidad existen 3 fármacos aprobados para el
tratamiento de la obesidad por la Agencia Europea del
Medicamento (EMA):
Orlistat: Alteraciones
gastrointestinales, más
frecuentemente reportadas:
flatulencias con descarga
(40.1%), manchado de grasa
(32.7%), urgencia fecal (29.7%),
heces aceitosas (19.8%),
incontinencia fecal (11.8%) e
hiperdefecación (11.1%).
Fentermina: Los principales
efectos adversos reportados
fueron parestesias (21%), boca
seca (21%), constipación (17%),
disgeusia (10%), insomnio (10%) y
mareo (10%).
Naltrexona/bupropión: Son
comunes las interacciones
medicamentosas, por ejemplo:
ritonavir, rifampicina,
carbamacepina, fenitoína y
fenobarbital; este a su vez,
aumenta el efecto de fármacos
como los inhibidores selectivos
de la recaptura de serotonina,
antipsicóticos, metoprolol,
propafenona y flecainida.
Orlistat.
Fentermina.
Naltrexona/bupropión.
13. La cirugía bariátrica es por definición compleja, de
alto riesgo y no urgente. Requiere una
planificación adecuada por los recursos que
precisa, incluida la preparación preoperatoria.
El paciente candidato a cirugía bariátrica debe
ser derivado para su valoración desde la consulta
de endocrinología.
Es necesario un abordaje multidisciplinario en el
que intervienen el endocrinólogo, el psiquiatra y el
equipo quirúrgico.
Candidato a tratamiento quirúrgico IMC >40
kg/m2 o >35 kg/m2 si existen además
comorbilidades asociadas, si tras el seguimiento
de los métodos anteriores no se ha obtenido una
reducción de peso significante.
Técnicas restrictivas: Se basan en la reducción del
volumen gástrico, limitando la ingesta y
obteniendo una rápida sensación de saciedad.
Técnicas malabsortivas: Se basan en la
eliminación de parte del intestino delgado,
limitando la digestión y absorción de nutrientes.
IMC ≥45 kg/m2.
14. BYPASS GÁSTRICO EN Y DE ROUX (BPG)
Procedimiento más comúnmente realizado debido a su efectividad y seguridad en el
control de la obesidad y en el de la mayoría de sus trastornos metabólicos asociados.
Este procedimiento consiste en la creación de una bolsa gástrica con un volumen de
15 a 20 ml lo que genera un efecto restrictivo.
Posteriormente el yeyuno es dividido a una distancia variable del ligamento de Treitz
que comúnmente se realiza a 50 cm.
El extremo distal se asciende para ser anastomosado a la bolsa gástrica y restablecer de
esta forma la continuidad del tránsito de nutrientes.
El extremo proximal del yeyuno que contiene las secreciones biliopancreáticas se anastomosa
a unos 150 cm de la unión gastroyeyunal, distal a esta unión comienza el asa común.
15. GASTRECTOMÍA EN MANGA (GM)
Realizado originalmente como un procedimiento previo al definitivo en pacientes súper
obesos o con alto riesgo quirúrgico, actualmente se realiza como tratamiento primario de
la obesidad.
Este procedimiento consiste en la movilización de la curvatura mayor del estómago y la
división de los vasos gástricos cortos.
Usando una corchetera lineal y una sonda orogástrica de tamaño variable según la
preferencia del cirujano que sirva como guía.
Se procede a la sección del estómago comenzando a 6 cm del píloro en dirección cefálica y
paralelo a la curvatura menor del estómago de modo tal de poder confeccionar una manga
gástrica.
16. BANDA GÁSTRICA AJUSTABLE LAPAROSCÓPICA (BGAL)
Consiste en la instalación de una banda de silicona inmediatamente
inferior a la unión gastroesofágica.
La banda está conectada a un puerto subcutáneo a través del cual se
puede ajustar el grado presión y restricción que la banda el estómago.
Una vez instalada la banda, esta se asegura uniendo sus extremos para prevenir
su deslizamiento o herniación gástrica
17. El objetivo alimentario
se centra en prevenir
las complicaciones,
garantizar una
adecuada tolerancia
a la dieta y evitar las
deficiencias
nutricionales.
En los primeros meses
de la cirugía, se debe
ir progresando la
consistencia de la
dieta, desde una
líquida, tras la
intervención, hasta
una con alimentos
sólidos en la que se
vayan incorporando
todos los grupos de
alimentos.
El volumen de
comida en cada
toma, e incluso el tipo
de alimentos mejor
tolerados, también
dependerá del grado
de restricción gástrica
o de malabsorción
inducido por la
cirugía.
La reintroducción de
alimentos tras la
cirugía, deberá
realizarse siempre de
forma progresiva,
estableciéndose tres
fases diferenciables
en volumen, textura y
composición: dieta
líquida, dieta “puré” y
dieta sólida.
18. En los primeros 1-2 días tras
cirugía, la dieta está constituida
únicamente por alimentos
líquidos, como agua, infusiones,
zumos diluidos o caldos claros,
que se consumirán a pequeños
sorbos y distribuidos en varias
tomas a lo largo del día (50 ml
por toma).
La dieta líquida completa tiene
una duración aproximada de
entre 1-2 semanas y, en ella,
pueden incluirse alimentos
como: leche, yogures líquidos
desnatados, bebida de soja,
sopas caldosas, zumos de
verduras y de frutas.
19. Está formada por alimentos de
consistencia tipo puré que
serán más o menos espesos,
según la tolerancia del
paciente. Esta fase tiene una
duración variable, según la
tolerancia del paciente (que
puede ir de 2 a 4 semanas o
más, según los casos) y el tipo
de intervención.
El tamaño de la porción
alimentaria deberá ser
pequeña por los cambios
anatómicos sufridos tras la
cirugía, que limitan el volumen
de la ingesta y la absorción
de alimentos tolerados por
toma, siendo recomendable
realizar, al menos, 6 tomas
diarias.
El objetivo son 60-70 g de
alimento proteico por toma. El
paciente debe masticar muy
bien los alimentos,
consumiendo 2 cucharadas
de alimento en 3-4 minutos.
Potenciar la ingesta hídrica,
debiendo alcanzarse al
menos 1,5 litros de agua al día
u otros líquidos acalóricos, sin
gas, entre comidas.
20. alimentos sólidos, ya
sin triturar. La dieta
deberá ser equilibrada,
saludable y variada,
controlada en calorías,
de pequeño volumen
(máximo 200 ml por
toma), fraccionada en
5-6 comidas al día, rica
en proteínas (más de
60 g/día en BG y de
90g/día en DBP) y baja
en grasas (BG).
Es aconsejable que
continúe consumiendo
alimentos con textura
puré, mientras añade
un nuevo alimento
sólido.
Una vez se han
superado estas fases,
el objetivo de la dieta
para el resto de la vida
será realizar una
alimentación
saludable, variada y
equilibrada, baja en
calorías y grasas, pero
que aporte todos los
nutrientes, sobre todo
proteínas, raciones
fraccionadas a lo largo
del día.
Además de controlar
la ingesta, el paciente
deberá adquirir y
mantener hábitos y
estilos de vida
saludables para toda
la vida, con el objetivo
de mantener la
reducción ponderal.