Existe una importante vinculación entre la EPOC y la alimentación, ya que esta última influye
en el mantenimiento de una buena calidad de vida para el enfermo. Diferentes estudios han
demostrado que el estado nutricional del enfermo incide sobre la evolución y el pronóstico de
la enfermedad. Una alimentación poco adecuada, tanto si se asocia a un cuadro de sobrepeso,
o bien a un cuadro de desnutrición, influye notablemente en la evolución de esta patología.
1. ALIMENTACIÓN Y EPOC
1. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ALIMENTACIÓN EN LA EPOC?
Existe una importante vinculación entre la EPOC y la alimentación, ya que esta última influye
en el mantenimiento de una buena calidad de vida para el enfermo. Diferentes estudios han
demostrado que el estado nutricional del enfermo incide sobre la evolución y el pronóstico de
la enfermedad. Una alimentación poco adecuada, tanto si se asocia a un cuadro de sobrepeso,
o bien a un cuadro de desnutrición, influye notablemente en la evolución de esta patología.
La desnutrición es el trastorno más frecuente, sobre todo en pacientes graves, puede afectar al
60% de los pacientes hospitalizados y oscilar entre el 25 y el 65% de los pacientes
ambulatorios. Esta suele ser una desnutrición calórico-proteica con una pérdida progresiva de
peso debido al hipercatabolismo al que se encuentran sometidos, que empeora la función
pulmonar, la fuerza muscular, y a su vez aumenta las probabilidades de padecer una
agudización de la enfermedad por alteración de la respuesta inmunológica, lo que disminuye
notablemente la calidad de vida de las personas que padecen EPOC. La malnutrición produce
una situación de riesgo y tiene efectos negativos en la evolución de la enfermedad,
acompañándose de mayor morbimortalidad.
El mantenimiento de un estado nutricional óptimo en los pacientes con EPOC es crucial. Por
todo ello, es indispensable brindarles una adecuada nutrición que les permita mejorar
funcionalmente, logrando una mejor calidad de vida.
2. MECANISMOS QUE LLEVAN A LA DESNUTRICION
En los individuos con EPOC existe un incremento en las necesidades energéticas por un gasto
energético basal aumentado, que se estima que es del 15-20% mayor del esperado.
A esto se suma una disminución de la ingesta de nutrientes (por la disnea, la fatiga, la
distensión abdominal y la anorexia) y un desequilibrio entre la síntesis y la degradación
proteica.
Si no se equilibran los aportes y gastos, existe riesgo de desnutrición.
2. 3. CONSECUENCIAS DE LA DESNUTRICIÓN EN LA FUNCION RESPIRATORIA
La desnutrición genera diversos cambios que afectan a la respiración como:
Alteraciones en la musculatura respiratoria, concretamente en el músculo respiratorio,
que se traducen en una menor contractilidad, fuerza y resistencia, con incremento de
la fatigabilidad.
Alteraciones bioquímicas, con afectación del surfactante alveolar, que conlleva
incremento de la tensión superficial y disminución de la eficacia protectora del
surfactante.
Afortunadamente buena parte de estos cambios revierten a su estadío inicial cuando se
establece un soporte nutricional adecuado para el enfermo.
4. VALORACIÓN DE LA NUTRICION EN EL PACIENTE EPOC
De lo expuesto hasta aquí, se deduce claramente la importancia que tiene una valoración del
estado nutricional del paciente con EPOC. Es obligado realizar siempre un cribado nutricional
sistemático para detectar y prevenir la desnutrición y corregir las alteraciones nutricionales
mediante un soporte nutricional adecuado.
Dicha valoración incluye medidas antropométricas y medidas bioquímicas.
Medidas antropométricas
Peso corporal y talla
Peso corporal ideal
Índice de Masa Corporal (IMC)
Estimación de masa grasa
Estimación de masa magra
3. • Medidas bioquímicas
Albúmina
Prealbúmina
Transferrina
5. OBJETIVOS NUTRICIONALES
Los objetivos fundamentales del tratamiento médico nutricional son prevenir y tratar la
desnutrición o la obesidad y el sobrepeso, cada vez más frecuente en la EPOC que puede
limitar la capacidad de ejercicio, producir restricción respiratoria y agravar la disnea. En ambos
casos es esencial el consejo dietético y se debe adaptar al momento evolutivo de la
enfermedad y a las características clínicas, personales y sociales del paciente.
Debe también tenerse en cuenta la coexistencia de otras patologías como la diabetes, la
insuficiencia renal o la insuficiencia cardiaca, que pueden condicionar un mayor riesgo
nutricional, así como las características del tratamiento.
Así pues, es necesario establecer unas metas para la asistencia nutricional de un enfermo con
EPOC. Dichas metas se indican a continuación:
Mantener el peso corporal adecuado (IMC, cercano a 23 kg/m2)
Realizar un aporte de energía y proteínas personalizado.
Mantener una buena hidratación preferiblemente a base de agua de baja
mineralización.
Incluir un aporte diario de ácidos grasos omega-3 y alimentos con alto potencial
antioxidante
Vigilar los aportes suficientes de minerales y vitaminas
Seguir el tratamiento médico pautado y controlar las interacciones alimento-
medicamento.
Pautar de manera individualizada actividad física y fisioterapia respiratoria de
frecuencia diaria, junto con las recomendaciones dietéticas.
En los pacientes con EPOC que están desnutridos, un tratamiento nutricional bien diseñado
puede revertir la desnutrición y mejorar la evolución y el pronóstico de la enfermedad.
En este contexto, se deberían establecer recomendaciones dietéticas, destinadas a
incrementar la ingesta calórica y prevenir la pérdida de peso, antes de tener que recurrir al
empleo de los suplementos orales.
6. ALIMENTACIÓN SEGÚN FENOTIPOS
Es común que los pacientes con EPOC tengan alterado su peso, por exceso o por defecto. No
hay que olvidar que la EPOC puede manifestarse en forma de enfisema (pacientes delgados y
en general de edad avanzada) o en forma de bronquitis (pacientes con peso normal o incluso,
sobrepeso). En cualquier caso, desde la perspectiva nutricional, conseguir que el paciente
tenga un peso adecuado tiene una importancia capital de cara al pronóstico de la enfermedad.
4. Si tiene sobrepeso (bronquíticos crónicos)
Algunas personas con EPOC tienen dificultad para bajar de peso. Un exceso de peso corporal,
especialmente alrededor del abdomen, puede aumentar la sensación de falta de aire. El
sobrepeso también aumenta el riesgo de padecer como ya sabemos otras enfermedades
cardiovasculares, la diabetes y la hipertensión arterial.
En presencia de sobrepeso u obesidad se debería inducir una pérdida leve de peso, aunque
mantenida en el tiempo, a expensas de una reducción calórica no superior a 500 kcal con
respecto a la ingesta habitual o previa. Para bajar de peso de forma segura y saludable, es
recomendable que adopte un plan que incluya alimentos variados e intente bajar
gradualmente un promedio de 1/2 kilo semanal. Una disminución rápida en el peso es el
resultado de una reducción de músculo o líquido corporal, en vez de grasa.
Llevar un registro de los alimentos que ingiere diariamente puede ayudarle a mejorar la
calidad de los alimentos que consume, además de ajustar su cantidad. Es importante respetar
un patrón de reparto equilibrado de macronutrientes y garantizar un suficiente aporte
proteico, pero relativamente elevado, para evitar la aparición de sarcopenia, junto con un
programa adaptado de la actividad física, especialmente en presencia de obesidad mórbida.
Una disminución saludable de peso ayuda a disminuir el ahogo (disnea) y el riesgo de reflujo y
mejora el estado general de salud y el nivel de energía.
Si tiene bajo peso (personas con enfisema)
Están personas como hemos dicho, se encuentran en una situación de “hipermetabolismo”, es
decir, que su gasto energético diario está aumentado (hasta 10 veces superior) probablemente
por el aumento del trabajo respiratorio.
La desnutrición empeora la función pulmonar, la calidad de vida de la persona y aumenta las
probabilidades de desarrollar más problemas de salud e incluso de morir. A medida que
disminuye la función pulmonar, se deteriora el estado nutricional de la persona y, a su vez,
aumentan las necesidades de energía empeorando la función pulmonar. Es decir, se genera un
círculo vicioso.
En estos casos, es importantísimo corregir los déficits nutricionales y la desnutrición. Hay que
realizar una dieta rica en proteínas (hiperproteica) y tomar alimentos muy nutritivos y
calóricos.
Algunos consejos que podemos dar a nuestros pacientes:
Las comidas no pueden improvisarse, deben planificarse y elegir opciones de alta
densidad energética. (Es importante añadir a la dieta grasas y aceites no saturados
(aceite de oliva, mantequilla), porque eso permite consumir más calorías sin tener que
ingerir mayor cantidad de alimentos. Puede tomar bebidas altas en calorías, sin cafeína
ni alcohol, como zumos de frutas, leche, leche de soja… Las nueces, las avellanas y los
frutos secos en general son una excelente fuente de proteínas y grasas concentradas)
Elegir alimentos fáciles de preparar y que sean ricos de sabor para combatir la falta de
apetito.
Hacer las comidas atractivas (jugar con los colores, las texturas…)
Comer en una atmósfera de tranquilidad, lo que no supone comer solo; es aconsejable
comer con amigos y familiares.
5. Intentar incluir un alimento favorito en cada comida
7. RECOMENDACIONES GENERALES
El apoyo nutricional debe iniciarse tan pronto como se confirme el diagnóstico de EPOC, sin
esperar a que el paciente presente datos de depleción proteico-calórica.
Repartir la comida en 5-6 tomas en lugar de hacer solo 3 tomas. De este modo, se
ingiere la misma cantidad de alimento, pero al ser comidas más ligeras, se evita el
cansancio y no aparece sensación de fatiga después de comer.
Es fundamental comer despacio, masticando bien la comida.
Es aconsejable elegir alimentos de consistencia blanda, fácil de masticar y de textura
suave.
Los alimentos muy calientes o fríos pueden producir tos, por lo que dichos alimentos
deben estar a una temperatura intermedia.
Tomar líquidos en abundancia para mantener las vías respiratorias limpias o con moco
menos espeso. Lo ideal es tomar entre 1,5-2 litros de agua al día debe tomar
abundante líquido, pero separado de las comidas o al finalizar éstas. Su consumo
durante las comidas produce sensación de hinchazón, lo que hace que coma menos.
Si además de los problemas respiratorios, el paciente padece de insuficiencia cardíaca,
con pies hinchados y retención de líquidos debe disminuirse el consumo de sal y de
líquidos. En casos extremos, puede ser necesario no tomar nada de sal, lo que conlleva
no sazonar alimentos, no usar cubitos de caldo, evitar precocinados, así como
conservas y salazones.
Conviene limitar el consumo de bebidas con cafeína, puesto que ésta puede interferir
con algún medicamento de los que esté tomando el enfermo, y provocar más
nerviosismo.
8. MEDIDAS PARA EVITAR LA FALTA DE AIRE EN LAS COMIDAS
Utilizar medicamentos que faciliten la respiración aproximadamente una hora antes de
comer.
Descansar antes de comer, si el hecho de comer provoca falta de aire o cansancio.
Comer sentado, pues esta posición ayuda a eliminar presión de los pulmones.
Evitar alimentos que produzcan gases o los que producen reflujo, como las coles de
Bruselas, bebidas gaseosas, chocolate…
En caso de que utilice oxígeno, éste debe emplearse antes, durante y después de la
comida, ya que esta y la digestión gastan energía, lo que hace que su cuerpo necesite
más oxígeno.
9. COMO DEBE SER LA DIETA EN LA EPOC
Una de las cosas que debemos tener en cuenta, es que hay que ingerir la cantidad de calorías
que el cuerpo necesita para evitar la obesidad como el bajo peso.
La proporción apropiada de los tres tipos de nutrientes dependerá del estado clínico y de los
objetivos.
6. Se aconseja que el aporte proteico sea del 20%, fundamentalmente a partir de
alimentos de alto valor biológico (alimentos que contienen todos los aminoácidos
esenciales y nitrógeno en cantidad suficiente para poder producir los aminoácidos no
esenciales). Estas son muy importantes, ya que su aumento en la dieta permite
satisfacer las necesidades energéticas de los pacientes, favorecer el aumento en la
masa muscular previamente afectada por el catabolismo de estos pacientes, y mejorar
el sistema inmunológico.
El aporte de hidratos de carbono debe suponer entre el 40-55%. Ya que el
metabolismo de los hidratos de carbono produce dióxido de carbono y en la EPOC,
especialmente en la bronquitis crónica, este gas se incrementa anormalmente y
aumenta la hipercapnia determinada por gasometría arterial, es recomendable
disminuir los carbohidratos en la dieta.
Por otro lado, se recomienda reducir los aportes de hidratos de carbono de absorción
rápida, evitando superar el 30% del aporte calórico. La reducción debe ser a expensas
de hidratos de carbono de alto índice glucémico, manteniendo una ingesta adecuada
de frutas y verduras (bajo índice glucémico).
El aporte hipercalórico habitualmente se consigue aumentando la ingesta de grasas,
pudiendo alcanzar el 40% de los aportes (preferentemente ácidos grasos
poliinsaturados omega-3, modulan la producción de mediadores inflamatorios y el
mecanismo de broncoconstricción).
Al incrementar la ingesta de los lípidos se logra abastecer de ácidos grasos esenciales,
satisfacer las necesidades de energía y limitar el volumen de alimentos ingeridos;
incluso podría favorecerse la mejor ingesta de los alimentos gracias al sabor que los
lípidos aportan a la dieta.
10. ALIMENTOS PARA INCLUIR
Por tanto, los alimentos que debemos incluir en la dieta de los pacientes con EPOC son:
Proteínas buena calidad en todas las comidas para mantener la musculatura
respiratoria:
Huevos
Pescado blanco (merluza, gallo, pescadilla, dorada) o azul (trucha, atún,
salmón, bacalao, sardinas, bonito)
Carne blanca (conejo, pollo, pavo)
Lácteos (leche, yogur, queso)
Legumbres (lentejas, garbanzos, soja, judías...)
Frutos secos (almendras, pistachos, cacahuetes, anacardos)
1,5 g/kg:
Peso 50 kg……Debe consumir 75 g proteína al día
Peso es de 60 kg……Debe consumir 90 g proteína al día
Peso es de 70 kg……Debe consumir 105 g proteína al día
Peso es de 80 kg……Debe consumir 120 g proteína al día
7. 7 gramos de proteína son:
1 huevo mediano
2 claras de huevo (unos 60 g)
30 g de carne o pescado
30 g de lentejas, soja u otras legumbres
25 g de queso emmental o similar
1 vaso de leche o 2 yogures
Unos 50 g de nueces u otros frutos secos
Ingesta moderada de HC, preferiblemente no refinados, de grano entero, que tienen
una absorción más lenta.
Patata
Pasta
Arroz
Legumbre
Avena
Importante los alimentos ricos en fibra: productos integrales, frutas, verduras y
hortalizas ya que disminuyen la inflamación y reducen la pérdida de capacidad
pulmonar.
Ácidos grasos mono y poliinsaturados, que tienen efecto antioxidante y mejora el
cociente respiratorio:
Aceite de oliva, para aumenta el valor enérgetico.
Pescado azul, omega 3, propiedades antinflamatorias.
Frutos secos
El mantenimiento de unos niveles adecuados de vitamina A (retinol), C (ácido
ascórbico) y E (α-tocoferol), y los betacarotenos son un factor protector frente a la
enfermedad ya que reducen el estrés oxidativo (efectos antioxidantes). Estas vitaminas
están en altas cantidades en los alimentos, de modo que una dieta variada debe ser
suficiente para mantener unos niveles adecuados. Por otro lado, algunos minerales
como el selenio tienen efecto antioxidante y el magnesio tiene efecto broncodilatador,
por lo que benefician a estos pacientes. Las frutas y verduras son una rica fuente de
estos minerales y vitaminas.
8. Existen hierbas y especias aromática con las que podemos acompañar los platos y que
tienen un gran poder antiinflamatorio: romero, orégano, tomillo, albahaca, comino,
apio… Por otro lado, existen 2 especias que han de ser mencionadas también por su
efecto antinflamatorio y propiedades anti bronquiales: la cúrcuma y el jengibre.
Por otro parte, se recomienda aumentar la ingesta de vitamina D y calcio en los
pacientes que utilizan corticosteroides orales de manera habitual, como numerosos
enfermos de EPOC, con la finalidad de retardar el desarrollo de osteoporosis.
Lácteos (leche, yogur, queso fresco) 2/3 raciones diarias.
Pescado azul
Yema de huevo
9. 11. ALIMENTOS PARA EXCLUIR
Reducir el aporte de sodio: Es recomendable que estos enfermos lleven una dieta
hiposódica moderada que contenga de (506 a 820 mg de sodio al día, lo que se
puede lograr evitando agregar sal al preparar los alimentos, embutidos,
salchichonería y alimentos enlatados que contengan conservadores ricos en sodio.
Podemos utilizar especias o hierbas).
Evitar alimentos y embutidos curados, como el salchichón o el chorizo ya que
produce inflamación en los tejidos y empeora el trabajo pulmonar.
Evitar frituras y grasas saturadas, sobre todo si el paciente presenta obesidad o
sobrepeso, ya que supone un mayor riesgo cardiovascular.
Evitar exceso de azúcares añadidos (dulces, bollería, refrescos, miel, gominolas...)
No utilizar especias picantes que producen tos, cuidado con el exceso de jengibre.
Evitar alimentos que producen mucho gas (bebidas gaseosas, coles de Bruselas,
legumbres, cebolla, melón…)
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas y con cafeína: los pacientes con EPOC
deben evitar o limitar su consumo de bebidas alcohólicas y bebidas con cafeína
como el té, el café, los refrescos y las bebidas energéticas, ya que pueden interferir
con sus medicamentos para la EPOC. La cafeína también puede aumentar la
inquietud, el nerviosismo y la ansiedad, e incluso empeorar los síntomas de la
EPOC. El chocolate también contiene cafeína y, por lo tanto, debe consumirse con
prudencia. El alcohol también puede reducir la frecuencia respiratoria en los
pacientes con EPOC y puede dificultarles la expulsión del moco.