El documento describe las habilidades clave del siglo XXI que las personas necesitan desarrollar, incluidas la creatividad, la construcción de conocimiento, la comunicación, la colaboración y valores como la solidaridad, la inclusión, la participación, la equidad y la comunidad. También argumenta que los métodos de enseñanza deben centrarse más en estimular el pensamiento crítico y la resolución de problemas mediante el ensayo y error, en lugar de la mera memorización de información.