CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruña
Escrito el milagro de la encarnacion2
1. EL MILAGRO DE LA ENCARNACIÓN
Publicado el diciembre 24,
2019 por
unidoscontralaapostasia
El Milagro Más Singular
Por Dr. David R. Reagan
Recientemente estaba pensando en los
milagros de Dios, y decidí hacer una lista
de lo que consideré los milagros más
grandes de la historia. A continuación se
muestra la lista que compilé:
La Creación de la Tierra
El Diluvio de Noé
La Encarnación de Jesús
La Resurrección de Jesús
La Reunión del Pueblo Judío
Mientras meditaba en esta lista, algo en lo
que nunca antes había pensado me llamó la
atención. En términos de la profecía bíblica,
sólo hay un milagro en la lista que único.
(“La Natividad”, por Lenain. Las pinturas
simplemente firmadas, “Lenain”, fueron
un esfuerzo de colaboración producido por
tres hermanos, que eran pintores en la
Francia del siglo XVII Antoine Le Nain
(c.1600-1648), Louis Le Nain (c.1603-
1648), y Mathieu Le Nain (1607–1677).)
La Resurrección
Y no es el que la mayoría de la gente
identificaría —a saber, la Resurrección de
Jesús. Muchos no lo consideran único,
porque hay ejemplos esparcidos tanto en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento de
personas que fueron resucitadas de entre los
muertos.
Pero éstas no fueron verdaderas
resurrecciones. En cambio, fueron
resucitaciones, porque cada una de estas
personas murió de nuevo. Una verdadera
resurrección es cuando una persona
regresa de entre los muertos para vivir
para siempre.
Por lo tanto, la resurrección de Jesús es única
por el momento. Pero la profecía bíblica dice
que no seguirá siendo única, porque llegará un
momento cuando otras resurrecciones
ocurrirán. En el Rapto de la Iglesia, todos
aquellos que hayan aceptado a Jesús como
Señor y Salvador durante la Era de la Iglesia,
y que hayan muerto, serán resucitados a la
vida eterna. Además, en la Segunda Venida
de Jesús, al final de la Tribulación, todos los
santos del Antiguo Testamento y los mártires
de la Tribulación serán resucitados.
La Creación
Entonces, ¿qué acerca del primer elemento de
la lista? Seguramente la creación de la tierra es
un milagro único. Bueno, no según la profecía
bíblica. Después del reino milenial de Jesús,
Dios va a envolver esta tierra en fuego, para
quemar la contaminación de la última rebelión
de Satanás (2 Pedro 3:12). Y se nos dice que
de ese infierno ardiente saldrá una tierra nueva
y perfecta, que servirá como el hogar eterno de
los redimidos. En otras palabras, Dios va a
realizar una recreación milagrosa de esta tierra
(Ap. 21:1).
El Diluvio de Noé
El siguiente elemento de la lista, el Diluvio de
Noé, ciertamente parece único,
particularmente cuando considera el hecho de
que Dios ha prometido que nunca más
destruirá la tierra con agua.
Pero, ¿de qué se trataba el diluvio? Fue una
manifestación de la ira de Dios en respuesta al
abrumador pecado de la humanidad.
Y la profecía bíblica dice que Dios va a desatar
Su ira una vez más en el futuro, cuando el
mundo se vuelva tan violento e inmoral como
lo era en los días de Noé (Mateo 24:3).
La Reunión de los Judíos
Entonces, ¿qué pasa con la reunión del pueblo
judío desde los cuatro ángulos del mundo? éste
es un milagro que comenzó en la década de
1890 y continúa hasta nuestros días.
Es cierto que hubo una reunión de los judíos
del cautiverio babilónico, que comenzó en el
año 538 a.C., pero eso fue sólo un puñado, es
decir, de las tribus de Benjamín y Judá. No se
puede comparar con la reunión que estamos
presenciando hoy, ya que Dios está trayendo a
la tierra de Israel literalmente a millones de
judíos de todas las tribus y de todas las
naciones del mundo.
Dos veces, Jeremías profetizó que, cuando la
historia haya terminado, el pueblo judío mirará
hacia atrás y ya no jurará por el Dios que los
liberó del cautiverio egipcio; pero jurarán, en
cambio, por el Dios que los reunió de todo el
mundo (Jeremías 16:14-15; 23:7-8). El mismo
Dios hizo ambas cosas. El punto que Jeremías
está haciendo es que el pueblo judío
considerará que su reunión en los tiempos del
fin es un milagro mayor que su liberación del
cautiverio egipcio.
Pero la reunión del pueblo judío que estamos
presenciando hoy no será un milagro único
según la profecía bíblica. Eso es porque la Biblia
dice que, en la Segunda Venida de Jesús, llevará
a cabo otra reunión, en la que llamará a todos los
judíos creyentes que queden vivos en la tierra a
regresar a Israel, para entrar al Milenio en sus
cuerpos mortales, y para convertirse en la nación
principal en la tierra, a través de quienes fluirán
todas las bendiciones de Dios (Deut. 30:1-9)
La milagrosa reunión que está ocurriendo ahora
es una reunión en incredulidad. La que ocurrirá
cuando Jesús regrese a esta tierra será una
reunión en fe.
La Encarnación
Bueno, como pueden ver, esto deja sólo un
milagro en mi lista — la Encarnación, ese
increíble momento cuando Dios se hizo hombre.
Éste es el único milagro singular en la lista.
Nunca se repetirá.
¡Y qué milagro fue! La Palabra se hizo carne y
moró entre nosotros (Juan 1:14). Jesús era
Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”
(Isaías 7:14; Mateo 1:22-23).
Cuando se hizo carne, experimentó la
humanidad, con todas sus pruebas, tentaciones y
decepciones. Sufrió dolor físico y emocional. La
única cosa que nunca experimentó fue el dolor
por el pecado — hasta que, por supuesto, fue
clavado en la cruz y colocaron todos los
pecados de la humanidad sobre Él, momento en
el cual experimentó una ruptura momentánea con
Dios el Padre, lo que lo motivó a exclamar desde
lo más profundo de Su alma: “Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado”
(Mateo 27:46).
Todo esto está más allá de nuestra
comprensión. Después de todo, si pudiéramos
entender completamente la Trinidad y la
Encarnación, entonces Dios no sería Dios. Su
naturaleza infinita y eterna como un Dios en
tres personas está más allá de nuestras mentes
finitas.
La Encarnación emerge, por lo tanto, como el
milagro más singular de la historia. Nunca
volverá a ocurrir. Jesús todavía está en Su
cuerpo resucitado y glorificado, y siempre lo
estará. Las heridas en Sus manos y costado eran
visibles para Sus discípulos después de Su
resurrección, cuando estaba en Su cuerpo
glorificado (Lucas 24:39; Juan 20:24-28).
Creo que esas heridas siempre estarán allí como
un recordatorio para los redimidos del precio
que se tuvo que pagar por nuestros pecados,
para permitirnos ser reconciliados con Dios el
Padre.
Esta Navidad, en medio de todo el alboroto en
el que se ha convertido la celebración,
recordemos de qué se trata la Navidad: Dios
convirtiéndose en hombre en un humilde
establo en la pequeña aldea de Belén, hace dos
mil años. Alabemos a Dios por ese evento
increíble y sagrado, y gritemos: “¡Maranatha!
¡Ven pronto, Señor Jesús!”.
Traducido por Donald Dolmus. En Defensa de
la Fe (endefensadelafe.org)