Problemáticas en Bogotá

1. TRABAJO COLABORATIVO: ANÁLISIS CRÍTICO SOBRE PROBLEMAS
DEL DESARROLLO Y EL CONTEXTO LATINOAMERICANO
MERLY GUZMAN GUTIERREZ
LUIS CARLOS SALAZAR ESTEVEZ
LUIS FERNANDO GARCIA MONTOYA
UNIVERSIDAD DE MANIZALES
FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES, ECONOMICAS Y
ADMINISTRATIVAS
MAESTRÍA EN DESARROLLO SOSTENIBLE Y MEDIO AMBIENTE
CONTEXTO SOCIOECONÓMICO Y POLÍTICO
SEMESTRE II
BOGOTÁ
2017

2. PROBLEMAS DEL TERRITORIO: URBANIZACIÓN EN LA SABANA DE
BOGOTA
La actualidad en el mundo, se ha visto marcada por la revolución y liderazgo
de la sociedad en cuanto a economía, política, ambiente y cultura; la
urbanización y el crecimiento demográfico es cada vez más evidente y
necesario. El crecimiento económico de estas ciudades se está viendo
influenciadas por la globalización y la mundialización.
La capital colombiana, conocida como Bogotá, desde sus inicios determinó
territorio poco suficiente para la expansión a futuro dentro de la posibilidad de
una restructuración territorial por aumento poblacional. A partir de esto, son
muchos los problemas desde el punto de vista ambiental y que vinculan otros
aspectos como el socio/político y económico; que han venido generando a
Bogotá un malestar de crecimiento y desarrollo regional. Es clave interpretar
la necesidad de desarrollo propiamente geoeconómico, sin embargo, en pleno
siglo XXI no se puede olvidar la esencia de la sostenibilidad dentro del mismo.
Según la CEPAL (2002) La globalización se viene entendiendo como “la
creciente gravitación de los procesos financieros, económicos, ambientales,
políticos, sociales y culturales de alcance mundial en los de carácter local,
regional y nacional”; es decir, el crecimiento desde el ámbito ambiental
también se condiciona a tener relevancia, siendo así una clave de
sostenibilidad y sustentabilidad para alcanzar la óptima calidad de vida en la
sociedad. La afectación ambiental en un territorio tras la intensión de
globalizar, no solo afecta las formas de vida involucradas, sino que denigra la
vida económica, impacta los sectores culturales, sociales, tecnológicos y
demás; puesto que todo mantiene una relación de coexistencia.

3. Bogotá, aunque ha venido intentando vivir a la vanguardia, aun no tiene claro
el modelo de ciudad en el que se pretende establecer, dejando a la deriva de
la ignorancia y la corrupción la solvencia de grandes propuestas y decisiones.
La expansión de la ciudad, la conurbación de los municipios vecinos es uno
de los más grandes problemas hasta hoy presente; este proceso que se
apropió desde 1954 con la creación del Distrito Especial por parte de estado,
en el cual se vinculaba como parte de la capital a los municipios de Engativá,
Usme, Bosa, Suba, Usaquén y Fontibón, algo muy similar a lo que hoy se
intenta con Soacha y Chía como proyecto tras estar demasiado cerca de la
capital. Las cabezas gobernantes aún piensan en acrecentar más la ciudad,
sin embargo este tipo de crecimiento no solo se centra en vincular nuevos
municipios, sino también urbanizar zonas de reserva natural anexas a la
misma.
La globalización puede significar el paso a la creación de la estructura de un
óptimo desarrollo de Bogotá, pero todo se enmarca en diferentes aspectos
socio/políticos. La intensión de los diferentes entes gubernamentales y las
grandes empresas, está enfocada simplemente en obtener ganancias tras la
explotación de los recursos, es decir, basados en sistemas productivos
locales, bajos en innovación y sostenibilidad. Es así, como Bogotá le adiciona
un problema más dentro del marco de relación; se han venido destruyendo los
boques e invadiendo los cerros presentes en el territorio, ya que no se obligan
a tomar decisiones que fortalezcan y conserven la naturaleza en la ciudad.
De esta forma, planear una ciudad compacta debe significar, no solo abarcar
nuevo territorio para construcción, sino, una renovación y restructuración de
gran parte de la ciudad ya existente; de tal forma que se pueda asegurar la
participación de los habitantes, el cuidado del ambiente y la renovación de la
calidad de vida.

4. Según la Secretaria Distrital de Planeación (2014) Las proyecciones para el
aumento de la población en las diferentes localidades entre 2016 – 2020,
estima un crecimiento urbanístico del 1,93% con relación al actual; estos
resultados se dieron bajo supervisión y censos hechos por el DANE en el
mismo año. Tras esta situación, los entes gubernamentales encabezados por
el actual Alcalde Enrique Peñalosa, sugirieron la urbanización de la Reserva
Productora Tomas Van Der Hammen. Pero, ¿Cómo las políticas locales o
regionales pueden impactar a la propia ciudad? La sabana de Bogotá ya es
considerada parte de la misma capital, sin embargo Bogotá no puede seguir
creciendo sin control; es necesario establecer un planteamiento, discusión o
medidas democráticas que estén solventadas sobre principios de
sostenibilidad y no sobre bases de corrupción y enriquecimiento de
monopolios.
Antes que llegar al nivel de urbanización en la ciudad, es necesario restructurar
el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), con el cual se promueva una ciudad
sin pobreza o por lo menos con mayor igualdad socio/económica. Adicional es
importante poner en marcha políticas para impedir la conurbación y establecer
una renovación sobre lo ya existente como se menciona anteriormente. Por
otro lado, Bogotá aqueja más problemáticas que influyen en su óptimo
desarrollo; el agotamiento y contaminación de las aguas superficiales han
venido afectando e involucrando a toda la población presente; partiendo de
esto, se muestra para Bogotá la necesidad de conservar los humedales, ríos,
cerros y reservas para lograr establecer yacimientos puros de estas fuentes
hídricas.
El desarrollo de la ciudad entonces, debe basarse sobre el límite de
crecimiento, teniendo en presente el problema ambiental más evidente para el
planeta, como lo es el calentamiento global. Los límites de crecimiento de

5. Bogotá y de cualquier otra ciudad deben estar dados sobre la disponibilidad
hídrica, puesto que como lo es bien sabido, sin este recurso la vida no es
posible.
Entonces, el reto de las propuestas y proyectos para la gestión urbana, debe
estar centrado en lograr el tan anhelado equilibrio entre todos los procesos de
crecimiento y urbanización, además del bienestar de los ecosistemas que
permiten la vida en las mismas ciudades; este criterio se representa en la
intención de conservación de los ecosistemas claves para lograr la
sustentabilidad de Bogotá. Pero, si todo esto es conocido, ¿Por qué urbanizar
una reserva? Según la Alcaldía Distrital de Bogotá, la intensión de urbanizar
la reserva se remonta en el déficit de vivienda que se debe solucionar y que
aporta al desarrollo social y económico de la región. Sin embargo, cómo es
posible lograr un desarrollo con destrucción ambiental. Sería una excelente
estrategia la idea de establecer un monumento patrimonial como destino final
más deseable para la reserva y restructurar la ciudad sobre lo ya cimentado.
La corporación autónoma regional CAR (2016) expresó su negativa y
prohibición para la urbanización de la reserva aunque la alcaldía ya se
adelantara con la aprobación del proyecto; según la entidad, ellos son los que
toman la última decisión. Por otro lado, el Ministerio de Vivienda encabezado
por Elsa Noguera, ratificó: “Estamos hablando de tierras que realmente tengan
las condiciones y acceso a los servicios públicos, que no atenten contra el
medioambiente, sino todo lo contrario” con el fin de unirse a la negativa de la
urbanización de la Van Der Hammen.
Son muchas las partes a favor y en contra que sin embargo buscan lograr
solucionar este problema de crecimiento poblacional y desarrollo regional; el
concejal de Bogotá, Manuel Sarmiento, representante a la negativa de

6. construcción, tras una entrevista al diario El Espectador (2016) expuso: “es
necesario buscar otras estrategias para hacer parte de la globalización, puesto
que este proceso en la reserva estaría en contra de la constitución debido a
que violaría el principio de la progresividad en materia ambiental.
La mayor problemática está expuesta, es tiempo entonces de reaccionar y
fortalecer la educación ambiental en toda la ciudad y en especial a los
gobernantes quienes son los que tienen en las manos el cambio de la ciudad
y del planeta. Si la reserva se urbaniza, se perdería para siempre la
conectividad entre los principales ecosistema de la sabana de Bogotá; además
del desequilibrio entre los componentes ambientales que sostienen a la
misma. Es preciso encaminarse en la globalización y desarrollo teniendo como
base la sostenibilidad ambiental, de esta forma la calidad de vida podría ser la
buscada para la equidad social.
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