1. El Sueño
TODOS TENEMOS LA EXPERIENCIA DE SOÑAR Y POR ELLO SABEMOS LO QUE ES UN SUEÑO Y
TENEMOS LA EXPERIENCIA DE QUE ES ALGO MÁS DE LO QUE CONTAMOS, QUE NUESTROS RELATOS
NO LOS RECOGEN DE UNA FORMA EXACTA, SIN EMBARGO EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO DE LOS
SUEÑOS TIENE QUE BASARSE EN LAS NARRACIONES QUE SE HACEN DE ELLOS, PORQUE NO VALE
ANALIZAR EXCLUSIVAMENTE NUESTROS PROPIOS SUEÑOS PARA HACER UNA TEORÍA SOBRE ELLOS.
2. Sueño
Es un estado fisiológico de autorregulación y reposo uniforme de un organismo.
En contraposición con el estado de vigilia, cuando el ser está despierto, el sueño
se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea,
respiración) y por una respuesta menor ante estímulos externos.
“La actividad mental que ocurre en el sueño se caracteriza por una imaginación
sensomotora vivida que se experimenta como si fuera la realidad despierta, a
pesar de características cognitivas como la imposibilidad del tiempo, del lugar, de
las personas y de las acciones; emociones, especialmente el miedo, el regocijo, y la
ira, predominan sobre la tristeza, la vergüenza y la culpabilidad y a veces alcanzan
una fuerza suficiente para despertar al durmiente; la memoria, incluso de los muy
vívidos, es tenue y tiende a desvanecerse rápidamente después de despertarse a
no ser que se tomen medidas especiales para retenerlo” (Hobson, 2000)
3. Fases del Sueño
En el adulto, el sueño nocturno de unas 8 horas se organiza en 4-5 ciclos de unos 90-120 minutos, durante los cuales se pasa de la vigilia al sueño ligero
(estadio o fase I), de allí a la somnolencia (fase II), de allí al sueño lento o profundo (fase III) y finalmente al sueño MOR (fase IV). Su distribución estándar
en un adulto sano es aproximadamente la siguiente: Fase I, el 5 %; Fase II, el 25 %; Fase III, el 45 % y Fase MOR, el 25 %.
La Etapa 1 de transición de la vigilia al sueño, ocupa cerca del 5% del tiempo de sueño en adultos sanos, desaparecen las ondas alfa que en el EEG
corresponden a la vigilia y son substituidas por ondas más lentas (ondas theta) propias del sueño NREM. También aparece un enlentecimiento del latido
cardíaco. Durante esta fase, el sueño es fácilmente interrumpible. Esta etapa dura pocos minutos.
La Etapa 2 aparece a continuación de la 1 y representa más del 50% del tiempo de sueño. Se caracteriza por ondas electroencefalicas, con una
frecuencia mayor, que las theta. El tono muscular se hace algo más débil y se eleva el umbral del despertar. Corresponde al principio del sueño
propiamente dicho.
Las Etapas 3 y 4 se corresponden al sueño más profundo porque durante ellas aparecen las ondas delta, que son muy lentas. El tono muscular es débil y
la frecuencia cardiaca y respiratoria disminuyen. Durante ellas ocurren los sueños, así como los episodios de terror nocturno en el niño y los episodios de
sonambulismo. Los movimientos oculares, si existen, son lentos.
Después de pasar por estas etapas, durante unos 70 a 120 minutos, suele presentarse la primera fase MOR (Movimiento Rápido de Ojos). El tiempo que
se tarda en iniciar esta fase nos dará la latencia MOR. El sueño MOR ocupa el 20% del tiempo total del sueño en el adulto, aunque varía con la edad,
siendo mayor en los niños y en él se observan descargas de movimientos oculares rápidos y una abolición completa del tono muscular, la frecuencia
respiratoria y el pulso se hacen más rápidos e irregulares.
4. Diferencias entre las distintas fases de
sueño
Los sueños que se reportan cuando uno se despierta en la fase MOR del sueño son típicamente más largos, más nítidos perceptivamente (llegando a tomar la forma de
alucinaciones), más animados motóricamente, que cambian rápidamente de escena y son más raros y estrafalarios, más cargados emocionalmente y menos relacionados con
nuestra vida normal que los que se narran cuando nos despertamos en las fases 1,2,3,4 (NMOR). Por el contrario los que surgen del despertar en las fases NMOR contienen más
representaciones de nuestras preocupaciones cotidianas y son más de tipo pensamiento y menos como imágenes (Hobson et al., 2000).
El mismo autor menciona las siguientes características de los sueños MOR, que se dan en ellos casi siempre y raramente en los sueños NMOR:
Contienen percepciones alucinatorias.
Las imágenes cambian rápidamente y son raras y estrafalarias, aunque también se refieren a nuestra vida cotidiana.
Son tan vívidos que a veces nos hacen dudar si estamos dormidos o despiertos.
La reflexión racional en los sueños está ausente o muy reducida, aunque actualmente se piensa que la reflexión, el autocontrol y otras formas metacognitivas son más comunes
de lo que se pensaba.
A los sueños les falta estabilidad en la orientación, así los lugares, las épocas y las personas se fusionan de forma plástica incongruente y discontinua.
Los sueños crean historias para integrar todos los elementos del sueño en una narrativa más lógica.
Los sueños incrementan e intensifican las emociones, especialmente el miedo y la ansiedad, que parecen integrarse en las características más raras del sueño y pueden incluso
marcar la narrativa del sueño.
Los sueños muestran una incorporación incrementada de programas instintivos, especialmente los relacionados con luchar o huir que pueden actuar también como
organizadores de la cognición en el sueño.
El control voluntario está muy atenuado. El soñador raramente considera la posibilidad de controlar realmente el flujo de los sucesos del sueño y en las pocas ocasiones en las
que esto ocurre, el que sueña solo lo puede ganar en lucidez y por pocos segundos. Sin embargo otras formas de control más corrientes pueden ser más comunes en el sueño.
Una de las razones de que las descripciones de los sueños MOR sean más largos es que tienen que explicarse las imágenes raras que lo componen.
5. Características Fisiológicas
Los estudios sobre la fisiología del sueño han avanzado de forma muy importante
en los últimos años basándose en las nuevas tecnologías de neuroimagen, entre
otras.
Las características fisiológicas de la actividad onírica varía a lo largo de las
distintas etapas del sueño. Durante el sueño MOR aparecen imágenes más raras y
estrafalarias, los reportes de los sueños son más largos, más emocionales que en
las etapas 1,2,3 y 4 lo que correlaciona con la diferente fisiología de estas fases.
6. Necesidades de Sueño en Edades
El niño recién nacido duerme casi todo el día, con una proporción próxima al 50 % del denominado sueño
«activo», que es el equivalente del sueño MOR. A lo largo de la lactancia los períodos de vigilia son
progresivamente más prolongados y se consolida el sueño de la noche; además, la proporción de sueño
MOR desciende al 25-30 %, que se mantendrá durante toda la vida. A la edad de 1-3 años el niño ya sólo
duerme una o dos siestas. Entre los 4-5 años y la adolescencia los niños son hipervigilantes, muy pocos
duermen siesta pero tienen un sueño nocturno de 9-10 horas bien estructurado en 5 ciclos o más. En los
individuos jóvenes reaparece en muchos casos la necesidad fisiológica de una siesta a mitad del día. La
necesidad de sueño en un adulto puede oscilar entre 5 y 9 horas. Asimismo, varía notablemente el horario
de sueño entre noctámbulos y madrugadores. En épocas de mucha actividad intelectual o de crecimiento o
durante los meses del embarazo, puede aumentar la necesidad de sueño, mientras que el estrés, la
ansiedad o el ejercicio físico practicado por la tarde pueden disminuir la cantidad de sueño. Los estudios
efectuados en individuos aislados de influencias exteriores han mostrado que la tendencia fisiológica
general es a retrasar ligeramente la fase de sueño con respecto al ciclo convencional de 24 horas y a dormir
una corta siesta «de mediodía» (Vallejo, 2006,). En los ancianos se va fragmentando el sueño nocturno con
frecuentes episodios de despertar y se reduce mucho el porcentaje de sueño en fase IV y no tanto el de
sueño MOR, que se mantiene más constante a lo largo de la vida. Las personas de edad avanzada tienden a
aumentar el tiempo de permanencia en la cama. Muchas de ellas dormitan fácilmente durante el día varias
siestas cortas.
7. Funciones Biológicas del Sueño
Hobson (2000) establece un modelo de estas relaciones en el que concluye:
Las alucinaciones visuales intensas se deben a la auto activación del cerebro visual por el proceso
de activación del pontine que afecta inicialmente al córtex visual.
Las emociones intensas, especialmente ansiedad, regocijo, y rabia se deben a la auto activación
de la amígdala y otras estructuras del sistema límbico. La relevancia de las imágenes del sueño es
debida a la activación del córtex paralímbico por la amígdala.
La ilusión de que estamos despiertos, la falta de pensamiento dirigido, la pérdida de la conciencia
reflexiva y la falta de insight relativa a las experiencias, ilógicas e imposibles del sueño, se deben
a la combinación, y posiblemente efectos relacionados de la demodulación aminérgica y la
desactivación selectiva de la corteza frontal.
Las cogniciones raras y estrafalarias del sueño se deben a la inestabilidad orientativa causada por
la naturaleza caótica del proceso de auto activación del tronco cerebral y a la ausencia del control
frontal y de la memoria episódica, debidos en parte a los fallos en la modulación aminérgica.
8. Funciones Psicológicas del Sueño
La principal función del sueño es reparar el organismo para poder seguir la vida en condiciones
óptimas. Es una función fisiológica, pero en el sueño aparecen materiales cognitivos de difícil
interpretación y con un alto contenido emocional, a los que se muchas veces se les da muy
diversas interpretaciones. Algunos autores como Hobson lo consideran como un producto
fisiológico que debería ser olvidado cuanto antes, como así sucede en realidad (Hobson, 1997).
Otros autores siguen manteniendo y fundamentando fisiológicamente la teoría de Freud de que
son deseos reprimidos que surgen en momentos en los que baja la censura (ver modelo de Solms
(1997)).
La función psicológica que más consenso ha despertado ha sido que el sueño MOR consolida
nuestra memoria y que la recuperación de nuestros recuerdos es más efectiva después de un buen
sueño. Sin embargo, ni siquiera esta función es aceptada de forma universal (ver por ejemplo
Vertes, 2000) Este autor propone que la función primaria del sueño MOR es puramente fisiológica
y consiste en proporcionar al cerebro una estimulación que necesita para recuperarse del sueño
profundo.
9. Postura Seligman
Lo que si es cierto es que en el sueño las actividades cognitivas tienen una organización
caótica y que nuestro cerebro no está dispuesto a admitir el caos. En esta línea Seligman
(1987) describe un experimento en el que simultáneamente a la emisión de una melodía se
mostraba a los sujetos unas luces que se encendían y apagaban de forma totalmente
aleatoria, la gran mayoría de los sujetos afirmaban que el comportamiento de las luces seguía
a la melodía. La conclusión de este experimento es que nuestro cerebro está tan entrenado
para dar significado a lo que percibe que no puede aceptar las percepciones sin orden ni
sentido y que si lo que ve o siente no lo tiene, nuestro cerebro lo crea.
Siguiendo este razonamiento, la interpretación que da Seligman (1987) de los sueños es que
son una elaboración cognitiva que intenta dar coherencia a los estímulos caóticos que
generan las funciones fisiológicas que se han descrito en los puntos anteriores. El intento de
racionalizar el sueño comienza en el mismo momento en que se produce y continúa cuando
se narra o se escribe para consolidar su recuerdo. Seligman distingue dos tipos de contenidos
en el sueño aquellos que tienen una alta definición visual o contenido emocional que
corresponden a estímulos muy concretos e identificables y aquellas otras fases que son más
borrosas y verbales que correspondería ya a un intento de explicar la transición entre dos
estímulos visuales o emocionales nítidos.
10. Enfermedades del Sueño
Apnea del sueño. Trastorno en que la persona deja de respirar durante 10s o más,
en forma repetitiva, mientras está dormida, Lo más frecuente es que se deba a
pérdida del tono en los músculos de la faringe, lo cual permite que ocurra el
colapso de las vías respiratorias.
Insomnio. Dificultad para conciliar el sueño y quedarse dormido.
Narcolepsia. Estado en que no se puede inhibir el sueño MOR durante los
períodos de vigilia. En consecuencia, sobrevienen durante el día episodios de
sueño involuntarios con duración de unos 15 minutos cada uno.
Insomnio familiar fatal. Enfermedad hereditaria muy poco frecuente.
11. Sueño en Animales
El acto de soñar ha sido sólo confirmado en el Homo sapiens. Algunos animales también pasan
por la fase MOR del sueño, pero su experiencia subjetiva es difícil de determinar. Parece que
los mamíferos son los animales con mayor probabilidad de soñar debido a su ciclo del sueño
similar al humano. En el primer lugar de las estadísticas en términos de sueño se encuentra el
gato, que pasa un 70 % de su vida durmiendo y, a medida que envejece, su etapa de vigilia
disminuye ostensiblemente.
Los caballos, los patos y las ovejas pueden dormir de pie o echados. Sin embargo, no pueden
experimentar sueño MOR mientras están de pie. El animal que más tiempo pasa en fase MOR
durante el sueño es el armadillo. Las ballenas y los delfines son diferentes al resto de los
mamíferos: siempre tienen que estar conscientes, ya que necesitan salir a la superficie a
respirar, solo una parte de su cerebro duerme cada vez