El documento resume las ideas de Walter Mignolo sobre la colonialidad del poder y el conocimiento. Mignolo argumenta que el cristianismo, el liberalismo y el marxismo son tres caras de la misma moneda y han subalternizado conocimientos en nombre de sus ideologías. También dice que la colonialidad abre las puertas a conocimientos subalternizados y que el conocimiento funciona como la economía sin centros ni periferias, pero siempre debe haber un punto de partida para la organización del conocimiento.