1. MICRORRELATO ABP: “Un proyecto histórico memorable”
El proyecto sobre el que me gustaría hablar trata sobre una historia de hace tiempo, no
demasiado, en el que el mundo que conocemos era totalmente distinto. Y no es que fuera la
gente diferente, o la comida, o la ropa, si no que no se conocía el significado global de una
palabra no muy frecuente: Guerra.
Y es que a principios del siglo XX parecía impensable que pudiera desencadenarse un conflicto
de tal magnitud que involucrara a tantos y tan potentes países en una era que se creía ya
“civilizada”. Precisamente por esa creencia, los ciudadanos no lo vieron venir y resultó ser más
traumático todavía el ver la repetición unos cuantos años más tarde.
Hablando sobre este tema, y para hacer justa memoria y extender un poco el conocimiento
sobre sus causas y consecuencias, llegó un día una compañera de mi colegio a la sala de
profesores. Se le había ocurrido plantear en forma de proyecto de investigación este tema a
sus alumnos de bachillerato, ya que la II guerra mundial era el siguiente tema de su
programación.
Pensaba proponerles que esta vez, en lugar de explicar ella el contenido de forma magistral,
fueran ellos los que investigaran, los que buscaran información, datos, fechas, nombres,
lugares, etc. Y que luego eligieran algún medio original para enseñarles a sus compañeros
aquello que más les había llamado la atención y por qué precisamente eso era lo que habían
escogido.
La verdad que yo creo que ni ella se esperaba la respuesta que iba a tener esta propuesta por
parte del alumnado, pero resultó ser todo un éxito. Algunos eligieron una película, de las
muchas que hay sobre esa temática, y la analizaron en un cine-fórum que hicieron con sus
compañeros. Otros, se vistieron con ropa de la época, y contaron los aspectos más cotidianos
de la vida en varios países durante esos años (ausencia de tecnología, muy llamativo para ellos,
estilos de vida, conceptos y valores tradicionales, alternativas de ocio,…) No faltaron los que se
grabaron en vídeo explicando el tema como profesores a sus alumnos imaginarios. Y hubo
también los que no arriesgaron tanto y simplemente realizaron una presentación de
diapositivas con información interesante.
Con todo y con eso, resultó una experiencia inolvidable para ellos, que lo constataron en su
auto-evaluación y co-evaluación, y también para demás compañeros profesores de seminario,
que a partir de entonces lo incluyeron en la programación.