1. ARTICULO N°2
La educación inclusiva está en proceso constante transformación de la escuela, especialmente
en la etapa de Educación Infantil, cuyo fin es conseguir una educación de calidad para todos sin
exclusiones y que necesita ir renovando las culturas, políticas educativas, de forma que los
centros educativos acepten la diversidad del alumnado (Fariña y Noriega, 2015). La diversidad
no existe sólo en las aulas, también la encontramos en los profesores, algunos con más
experiencia que otros, formación, especialización, actitudes, la encontramos en las familias con
diferentes estructuras, estilos de crianza, cultura, expectativas, idioma, nivel socio-cultural, en
los equipos directivos con su estilo, liderazgo, experiencia y también al resto de la comunidad
educativa. Por todo esto es muy difícil que en la primera infancia se hable de educación sin
ofrecer un sistema educativo con un enfoque inclusivo (Fariña y Noruega, 2015). Para llevar la
mirada fuera de las fronteras españolas, un estudio realizado por Iñiguez (2020), sobre la
realidad educativa y social, en los procesos educativos sobre la inclusión en Latino América,
indican que se enfocan desde una perspectiva transformadora dentro del ámbito escolar,
señalando que se necesitan políticas de integridad, por parte de los sectores más
desventajados también prácticas colaborativas y reconocimiento de los límites de la educación
escolar para eliminar las desigualdades. En base a esto se debe analizar en qué medida la
inclusión desde la escuela, cuestiona los modelos homogéneos, donde las necesidades están
predeterminadas y no consideradas las demandas de los que han permanecido al margen de
las decisiones educativas. Por lo que lo mencionado anteriormente, no es posible la inclusión
sin hacer una revisión de transformación. Un proceso de mejora escolar es inclusivo cuando se
apoya en las bases de los valores inclusivos, por lo que Booth y Ainscow ( 2015) destacan la
importancia de relacionar todas las acciones y prácticas que se realizan en la escuela con los
valores de la siguiente forma: - Actuar según valores inclusivos. 3 - Hacer sentir que todos
forman un mismo grupo. - Animar a la participación de tareas y las relaciones con las demás
comunidades educativas y locales. - Conseguir que aminore la discriminación, los obstáculos y
aumente la participación. - Cambio de prácticas, políticas y culturas para que se valore la
igualdad en el aprendizaje del alumnado. - Guiar la educación hacia un enfoque globalizador. -
Tomar ejemplo de cómo han vencido obstáculos algunos compañeros y este conocimiento sirva
para aprendizaje en igualdad para todos. - Promover las relaciones entre comunidades locales
y los centros educativos. - Tener conciencia de que la inclusión educativa forma parte de la
inclusiónsocial. - Fomentar el derecho a la educación del alumnado. - Valorar avances y
mejoras de las comunidades escolares. Para que la inclusión sea más real en la educación
escolar, hay que garantizar la equidad educativa, por lo que dentro y fuera de nuestro país,
hablar de “educación inclusiva” conlleva tener que analizar los desafíos de igualdad en la
educación escolar, lo cual está dentro de este principio general, por lo que está claro que no se
conseguirá sin que los países cumplan el mandato recibido, que sus sistemas educativos sean
inclusivos. (Ainscow, 2016, Echaita, Martín, Simón y Sandobal, 2016). 2.2. Antecedentes
legislativos que nos acercan a la inclusión.