Este documento describe las normas dietéticas de la cocina kosher en la religión judía. Solo se permiten ciertos animales como la vaca, oveja y aves, mientras que está prohibido comer cerdo, carnívoros u otros animales sin pezuñas. También se prohíbe mezclar carne y lácteos. Las festividades judías incluyen comidas especiales como el adafina para el Sabbat o pollo y dulces para Yom Kipur.
1. Cocina Kosher: Todo sobre la
Cocina Judía
Eva Celada
Publicado el Sábado, 31 de octubre de 2009 en El Articulo del Mes
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La mayoría de las religiones tienen sus condicionantes alimenticios
La mayoría de las religiones tienen sus condicionantes alimenticios, algunos procedentes
de sus propios libros sagrados y otros de la interpretación que de los mismos han hecho
los estudiosos o expertos dentro de cada creencia. Es posiblemente en la Comunidad
Judía donde estas normas culinarias son más estrictas y estan más definidas.
Independientemente de las ventajas que, en muchos casos, puedan tener a nivel
nutricional estas normas, los miembros de la Comunidad que las siguen lo hacen por una
cuestión de “santidad”, de acercarse a Dios, por ello además de respetarlas es interesante
que las conozcamos, ya que aunque puedan parecer algo enrevesadas son sencillas si
conocemos algunos aspectos básicos. Desde el punto de vista puramente gastronómico
resultan muy interesantes, ya que se trata de platos muy antiguos, algunos deliciosos, que
podemos hacer en casa con facilidad, incluso sin seguir, en el caso de no pertenecer a
esta religión, los preceptos judíos.
Conceptos generales
2. La comida aceptada para el consumo en el judaísmo se llama Caser, que significa apto o adecuado
La comida aceptada para el consumo en el judaísmo se llama Caser(que significa apto o
adecuado). Casrut es el termino para designal al conjunto de las leyes y costumbres
aplicables a la comida autorizada. En ingles se dice Kosher, que significa adecuado,
válido y correcto. Muchas veces es esta palabra la que se utiliza y no la
castellanaCaser, que es la apropiada. Lo contrario de Kosher es Terefá: Impropio.
Las principales leyes dietéticas del judaísmo proceden de la Torá (Pentateuco), de ella se
derivan las normas desarrolladas en la Msná (ley oral) y en el Talmud: el tradado Hulín del
Talmud se centra en las leyes dietéticas, de ahí se saca todo lo que ahora se cree y que
se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos con muy pocas variaciones.
¿Cuáles son los alimentos prohibidos por la Comunidad Judia?
•
Cualquier tipo de animal invertebrado, por eso alimentos suceptibles de tener
gusanos deben de ser escrupulosamente lavados antes de ser cocinados: la lechuga, la
coliflor, el perejil, algunos cereales, frutos secos, legumbres o frutas, como manzanas o
peras.
•
Los animales rumiantes que no tienen la pezuña partida como el camello, la
llama.
•
Animales que tienen la pezuña partida, pero que no son rumiantes: cerdo, jabali,
hipopótamo.
•
Los que no son rumiantes, ni tienen la uña partida tampoco: roedores, mamíferos
marinos, los carnívoros… Hay 42 especies prohibidas, entre ellas hay que
destacar: cerdo, caballo, camello, conejo, perro, león, ballena, oso. La leche de los
animales prohibidos, así como sus derivados, también está prohibida.
•
De las Aves, según Isaac ben Meir: el buitre, el cuervo, el halcón, la lechuza, el
avestruz, la garza, la grulla, la gaviota, el vencejo, la cigüeña y el águila. Los huevos
de estas especies también están prohibidos.
•
Huevos fecundados que tengan una mancha en la clara o algo de sangre.
•
Peces que no tengan aletas y escamas: pez espada, esturión, tiburones, rayas,
anguila, congrio, rodaballo. Aceite y huevas de estas especies.
•
Mariscos, moluscos cefalópodos y demás invertebrados marinos.
•
Anfibios, reptiles, invertebrados.
Alimentos permitidos
3. •
Las frutas, verduras, legumbres y, en general, productos de la tierra:
•
Animales rumiantes que además tienen la pezuña partida: vaca, buey, cabra,
oveja, cordero, ciervo, búfalo.
•
Aves: hay cierta disparidad, segun el rabino Isaac ben Meir Hacohén en su libro
Zibhé Cohén (liorna 1832): la gallina, el pavo, el ganso, el pato, la codorniz, la perdiz,
el gorrión, la tórtola y la paloma.
•
Huevos sin fecundar.
•
Peces que tengan aletas y escamas: escamas que deben superponerse unas con
otras y ser de origen óseo (si son diminutas no sirven), como la merluza, mero, atún,
bonito, salmón, bacalao, truca, carpa, dorada, lubina.
•
Miel: aunque los derivados de los alimentos prohibidos también estan prohibidos,
la miel no lo está, porque se interpreta que la abeja, que sí es un animal prohibido para el
consumo, sólo es el intrumento y no la creadora del producto.
Técnicas de la cocina Caser:
La sehitá es el conjunto de normas por el cual deben ser sacrificados los animales
permitidos. Debe matarlo un mararife judío especializado: sohet. No se permite comer un
animal que ha muerto de muerte natural.
Procedimiento para sacrificar los animales:
1.
Se degüella al animal con un ritual para que cause el menor dolor y a la vez para
que de él salga la mayor cantidad de sangre, se le aplica un corte hecho en la
garganta de forma rápida por medio de un cuchillo muy afilado, con la longitud
adecuada que debe seccionar rápidamente la tráquea, el esófago, los dos nervios
vagos, las dos arterias carótidas y las venas yugulares: es el método más rápido e
indoloro. Para los judíos el respeto al animal es prioritario, de ello se deriva la
prohibición de comer un miembro o un órgano arrancados a un animal vivo, la
prohibición de la caza, comer animales vivos…
2.
Tras matar al animal, el sohet le realiza un examen (bedicá). Si todos sus órganos
están bien, el sohet declara caser a la res y se pone el animal boca abajo para que
pierda la mayor cantidad posible de sangre, ya que está prohibido ingerir la sangre
del animal.
3.
Una vez cortado, deben retirarse algunas partes de la animal, como ciertas
grasas, venas y nervios . A este proceso se le denomina “nicur” (purgado).
4.
Retirar la sangre de las carnes: caserización. El método más frecuente es el de
salar: primero se mete la carne en agua fría para abrir los poros, después se cubre la
carne con sal, se mantiene una hora y se enjuaga varias veces con agua corriente,
todo ello antes de 72 horas del sacrificio. El otro método consiste en poner la carne
directamente al fuego.
Los peces no requieren un tipo de sacrificio especial y sí se puede tomar su sangre.
No mezclar la carne y la leche, ni al cocinar, ni en la misma comida
4. La carne no puede mezclarse con los lácteos
Este precepto, que se sigue rigurosamente, tiene su base en repudiar el concepto de no
cocer al cabrito en la leche de su madre, que se repite tres veces en el Torá, una norma
que se ha extendido a no comer la carne con la leche en la misma comida, e incluso la
carne con cualquier derivado de la leche: queso, mantequilla, nata, crema, yogur. Esto
excluye preparaciones tan comunes como la lasaña de carne, ya que lleva bechamel, los
macarrones con salsa boloñesa y queso, las croquetas de carne, etc. También hay que
utilizar utensilios diferentes para cocinar productos cárnicos y lácteos: se deben
tener dos vajillas, una para carne y otra para lácteos, y despues de tomar carne se deben
esperar varias horas para tomar leche. El resto de los alimentos pueden mezclarse con
ambos: a los alimentos que pueden cocinarse con leche o carne se les denominan
alimentos neutros. Entre ellos se incluye todos los productos de la tierra: los pescados,
los huevos, la sal… Aunque los rabinos consideran que no es bueno mezclar carne y
pescado, algo a lo que los cristianos primitivos llamaban “promiscuar”, y que tampoco era
aceptado.
El pan y el vino
Plato caser: Paquetito de brick con juliana de verduras y pollo, con salsa de tomate y pimiento rojo
El pan y el vino no tienen en las costumbres judías el mismo simbolismo que en la
cristiana, ya que en la cristiana ambos alimentos forman parte de su liturgía. Sin embargo
sí tienen su especial tratamiento en el caso del vino u otras bebidas producidas por uva: el
coñac, el brandy, el oporto, el vermú… Todos ellos tienen que producirse bajo la
supervisión rabínica, aunque su elaboración es similar a la habitual, al igual que mostos y
zumos.
5. Durante la festividad de Pésah, la pascua judía, está prohibido comer pan con
levadura, también tenerlo en casa, aunque no se coma, o venderlo. No está permitido
tomar ninguna bebida que haya podido ser fermentada con trigo, cebada, centeno, avena
o trigo sarraceno. Igualmente, cualquier alimento elaborado con granos o harinas de estos
cereales que hayan estado en contacto con el agua más de 18 minutos, está prohibido, por
considerarse que se ha iniciado el proceso de fermentación. Durante los 8 días del Pésah
no pueden tomarse pan, pastas, bollos pasteles, cerveza, whisky, así como cualquier
alimento elaborado a base de cereales que no haya sido producido bajo supervisión
rabínica y cuente con un certificado de “caser lapésah” (acto para pascua). Es tan riguroso
ésto, que se obliga a disponer de una vajilla especial para estos días.
La razón de tener que comer pan ácimo esos días es recuerdo de los panes cuya masa no
llegó a fermentar al echar el Faraón a los Judios. La obligación de comer masa es sólo en
las dos primeras noches, una en Israel durante la celebración del Séder.
En la cocina:
Receta caser: Ensalada de tomates con frutos secos
Lo básico es limpiar muchísimo las frutas y verduras, para asegurarse de que no tienen
insectos o gusanos. También disponer de enseres dobles para carnes y leches y
derivados, así como de utilizar productos Caser.
En la mesa:
Antes de comer hay que lavarse las manos y recitar la correspondiente “berajá”, después
el “hamosí”: la bendición sobre el pan. Cuando se termina la comida se dice la “bircat
hamazón”, una oración de Acción de Gracias. Los sábados y los festivos, antes de la
bendición sobre los panes, se canta “el quindús”: la santificación sobre el vino.
Celebraciones Judías y su Gastronomía
La mayoría de sus festividades se celebran con una comida especial: la circuncisión, la bar
misvá, el final de los estudios… Todo se celebra con un banquete, e incluso los duelos
tienen su propia gastronomía.
6. El Sabat
Durante este día festivo para la comunidad judía no se puede encender el fuego ni ningún
otro aparato eléctrico, sin embargo sí puede hacerse el viernes antes de las doce de la
noche y mantener ese fuego con una cazuela y comida desde ese momento hasta
terminar el sábado, por eso los únicos alimentos calientes que se pueden tomar son los
que se han puesto antes a cocinar, o los que se pongan en un termo que también estan
permitidos, quizá por esta razón la comida del sábado por excelencia para los judios, sobre
todo en el estrecho de Gibraltar, es la adafina: un tipo de puchero medieval hispano,
cuyos ingredientes son garbanzos, patatas, boniatos, carne, huevos, huesos, cebollas y
especias variadas. Obviamente es un plato que tiene sus versiones según zonas. Sobre el
puchero se colocaba una tapa de masa de harina para que no le entraran impurezas. Otro
plato típico en Marruecos en Sabat es la Orisa, un guiso elaborado a base de trigo, judias
blancas, carne, huevos duros y especias. En la cena del Sabat el alimento oficial es el
pescado: la carpa con salsa de rábano picante y remolacha, un plato que se suele
servir frío, también bolas de pescado amasadas con cebolla, perejil, huevos batidos y
harina, cocidas con caldo de pescado con zanahorias, cebolla y apio; pescados
escabechados, pescado al horno con tomate… También las ensaladas de vegetales:
cabeza de apio a la turca (en salsa de limón y azúcar), esparraguito (ensalada de
zanahoria y tallos de acelga cocidas y rehogadas con ñora), varios tipos de ensalada de
berenjena, hoja de parra rellena de arroz… La halá es el pan típico del Sabat, cuya masa
se prepara con harina, agua, huevo, levadura, sal azúcar y aceite; es un pan blanco
trenzado con semillas de sésamo o amapola sobre la corteza.
Año Nuevo: el pasado 19 y 20 de septiembre celebraron el año 5.770
Cada alimento en esta época del año tiene una simbología: el datil se toma con el ruego
de que concluyan los males que inflingen los enemigos, la manzana simboliza el
deseo de un año dulce, y algunos la bañan con miel o azúcar; la cebolla o puerro, la
calabaza, granos de hinojo, la granada y la cabeza de cordero, en recuerdo del episodio
del sacrificio del patriarca Isaac. Los judios asquenasíes acostumbran a tomar sólo
manzana con miel y granada. La hodra o sopa de las siete verduras, el cordero asado, el
pollo en distintas variantes, el cuscús dulce (norte de África), los pastelillos de patata, el
róbalo al horno (Grecia), los mazapanes y los dulces de almendras son algunos de los
platos típicos sefardíes para el Año Nuevo.
Yom Quipur, “Día del perdón o de la expiación”
El pollo y los dulces son los elementos más frecuentes en las cenas anterior y
posterior al ayuno del Yom Qupur: caldo de pollo con fideos, pollo asados, la almoronia:
pollo al horno con berenjenas, las tortillas y souflés de patata suelen ser la base de esa
cocina, algo más ligera para preparar al estómago y para recuperarlo. Los dulces, que
siempre son alivio, se toman al concluir el ayuno y antes de comenzar la cena
7. “salada”. Los habituales son el letuario de membrillo o mosto, las fijuelas y el pan dulce,
sobre todo entre los sefardíes de Marruecos; entre los del Mediterrráneo oriental hay
algunas bebidas como el Ayran (con yogur), la granadina, la pepitada, la limonada…
Pésah (Pacua)
¡Dulce lo vivas! es la frase que se dice en la comunidad hebrea cuando se regala un dulce
Durante la ceremonía de celebración preside la mesa unabandeja donde se colocan
manjares simbólicos: tres panes ácimos o masot, hierbas amargas (maror), que
simbolizan las amarguras de los judíos en la esclavitud de Egipto, un hueso con
carne asado (zeroa) , en recuerdo del cordero que se sacrificaba en el Templo, el
haróset, pasta dulce que rememora la argamasa que los judíos debían fabricar para
hacer los ladrillos de las ciudades del Faraón, un huevo duro y algunas otras
verduras, se debe beber además cuatro copas de vino. Pan ácimo, ya que no se puede
comer ninguna masa fermentada, como ya hemos comentado. Una de las comidas típicas
de este día es la sopa de bolas de masá: la base suele ser caldo de pollo a la que se le
añaden bolas elaboradas con huevo y harina de masá. Entre los dulces, bizcocho de
nueces o almendras, sin fermentar, palebes, letuario de limón, flan de narnaja,
buñuelos…
Timimona
Es el octavo día tras el Pésah, en el que es tradicional visitar las casas de familiares y
amigos. Se pone una mesa, que simboliza la entrada del pan en casa, la cuál se adorna
con espigas y flores. En su centro se pone una fuente con harina y 5 vaínas de habas a las
que rodean un pescado entero crudo, un recipiente lleno de levadura, un vaso de leche,
bandejas con pasteles y merengues y un plato de lechuga. Antes de salir de una casa, los
anfitriones ofrecen a sus huéspedes una hoja de lechuga mojada en miel, en contraste con
las hierbas amargas del séder de Pésah, deseándose una “buena salida de Pascua”.
8. Purim (Conmemoración de la salvación milagrosa de los judíos en Pesia)
En la fiesta más alegre del calendario judio, se celebra un banquete y hay obligación
de regalar bandejas de dulces a familiares y amigos. La costumbre es tomar menú sin
carne y están permitidos los excesos en el comer y beber. En Marruecos la sopa de
letrea (una pasta típica de Marruecos), las orejas de Amán y muchos dulces son las
recetas más extendidas.
Sabuot (Pentecostés:la rebelación de la Ley de Moisés en el Sinaí)
Shalom Kadosh prepara en el Hotel Palace de Madrid su cocina Caser
Se realizan comidas elaboradas con leche, entre los asquenasíes destacan los blintzes –
crespes rellenos- y el kreplach de queso o pastel de queso; y entre los sefardíes, los
jarabullos: dulce de almendra, masá y huevo, los pastelillos de queso,las burecas de
queso, las fritadas de puerro o berenjena, la musaca de beerenjana y queso, las
albóndigas de pescado en salsa de limón y huevo.
En los duelos
La halajá regula como deben ser las comidas durante los 7 días de duelo, en los primeros
días los familiares y amigos son los encargados de preparar las comidas de las personas
de luto, cuando se regresa del entierro es tradicional comer huevos duros y lentejas
como signo de humildad, durante el resto de los siete días (excepto el sabat), está
prohibido comer carne.
Recetas Caser o Khoser
(Recetas de Ana Bensadon, experta conocedora de la cocina Sefardí)
Adafina
Ingredientes
2 kilos de carne de pecho (o bien uno de pecho y uno de jarrete; una mano de ternera;
medio kilo de garbanzos; 24 patatas medianas, peladas y torneadas; 10 huevos
haminados (hervidos con 5 pieles de cebollas para que se oscurezcan); Una cebolla entera
9. con piel; un tercio de litro de aceite de oliva de 0,4 grados; Macís (cáscara de nuez
moscada); Sal, pimienta y agua fría
Elaboración
Poner la víspera los garbanzos en remojo, hervir los huevos junto con la piel de la cebolla
para conseguir un color oscuro (huevos haminados).
En una cacerola de acero inoxidable, poner en este orden: aceite, garbanzos remojados,
carne atada con cuerda, la mano de ternera, los huevos duros con cáscara, las patatas
peladas enteras y torneadas.
Preparar el relleno: medio kilo de carne picada con 100 gramos de arroz poco hervido y 3
huevos batidos. Salpimentar, agregar nuez moscada. Este relleno se envuelve en una tela
muy fina, atando los bordes en forma de salchicha.
Condimentar y cubrir con agua fría. Cocer, en cuanto salga la espuma, retirarla. Agregar el
relleno. Enchar encima un poco de caramelo oscuro, hecho con azúcar en una sartén
antiadherente.
Tapar y dejar cocinar toda la noche, a fuego muy lento.
Arisa
Ingredientes
Para la carne guisada: 1 kilo de jarrete; 1 kilo de carne jugosa sin hueso; 2 huesos de
rodilla; 1 hueso de caña; 1 cebolla grande; 2 hojas de laurel; 4 dientes de ajo
laminados. Para la Orisa: 1 paquete y medio de cebada perlada; medio litro de aceite de
oliva 0,4 grados; 3 cebollas grandes fileteadas; 4 piezas de batatas rojas (boniatos) y 2
cabezas de ajos tiernos; 1 cabeza de ajos pelados; 8 huevos duros; pimentón con ñoras;
sal, pimienta negra molida, azúcar moreno.
Elaboración
La carne guisada se puede hacer la víspera. En una cacerola, refreír la cebolla y los
dientes de ajo en tercio de litro de aceite. Cuando la cebolla esté blanda y dorada, agregar
la carne cortada en trozos pequeños, los huesos y las dos hojas de laurel. Salpimentar.
Cubrir con agua y tapar. Dejar reducir, conservando un poco la salsa líquida que va a
servir para la orisa (la carne tiene que estar blanda).
Para la preparación de la orisa: en una cacerola freír la cebolla hasta que adquiera un
color bien dorado. Añadir los ojos sin pelar y los pelados, cuando todo este bien refrito
añadir los boniatos troceados, la carne guisada, la cebada y el pimentón de ñoras.
Rehogar todo antes de echar el agua. Por cada paquete de cebada es necesario echar 3
vasos de agua (se puede reemplazar un vaso de agua por uno de caldo de carne guisada).
Agregar 2 ó 3 cucharadas de azúcar moreno, sal, pimienta y los huevos hervidos. Dejar
10. cocer durante 15 minutos a fuego y pasar luego al horno hasta que el grano esté blando.
Mantener en placa de calor hasta el día siguiente.
Albóndigas de Pescado con Salsa de Limón y Huevo
Ingredientes
Kilo y medio de merluza o pescadilla gorda; 1 huevo; 1 cucharada de pan rallado, perejil
fresco, Mejorana seca, sal, pimienta negra molida. Para la salsa: 1 decilitro de aceite de
oliva de 0,4 grados, 3 dientes de ajo laminados, hebras de azafrán en rama, un vaso de
agua, 1 cucharada colmada de harina, zumo de un limón, 2 yemas de huevo, sal.
Elaboración
Picar el pescado (bien triturado), añadir el huevo batido, el pan rallado, el prejil y la
mejorana, mezclar bien la masa, formar las albóndigas, procurando que queden lisas y
reservarlas.
En una cacerola, freír los ajos laminados en el aceite y, cuando estén dorados, retirar la
cacerola del fuego. Echar la harina, el agua, el azafrán. Volver a poner la cacerola en el
fuego. En cuanto empiece el agua a hervir, echar las albóndigas. Cocinar unos minutos.
Una vez que están hechas, apartarlas del calor y en ese momento se agrega a la salsa la
mezcla del limón y huevo. Se baten las yemas y se agrega zumo de limón, con un poco de
sal. Esta preparación se echa muy despacio sobre las albóndigas, para evitar que se
“corte” la salsa. Hacer unos movimientos en redondo con la cacerola. Una vez que se echa
la mezcla del limón y huevo NO se pueden volver a calentar las albóndigas.
Orejas de Amán
Un libro recomendado para conocer más: La cocina judía de Uriel Macías Kapón (Ediciones Alymar)
Ingredientes
Masa: 4 huevos, un tercio de taza de aceite, 2 cucharaditas de levadura Royal, pizca de
sal, ralladura de naranja o limón, 4 tazas de harina. Relleno: 1 taza de pasas, media taza
de nueces ralladura de naranja, un tercio de taza de azúcar moreno, 2 cucharadas de
margarina.
11. Elaboración
Mezclar todos los ingredientes secos, añadir los huevos, el aceite y la ralladura de limón.
Extender la masa, recortar redondeles de unos 8 centímetros y colocar una cucharadita de
relleno. Cerrar los bordes de los redondeles (para esto, recoger el redondel con las yemas
de tres dedos formando así un triángulo en alto). Hornear a 180 grados.
Nota: Las fotografías que ilustran este artículo proceden de la Red de Juderías de
España y de las recetas realizadas el pasado 29 de Octubre en la presentación de los
Banquetes Kosher en el Hotel Westin Palace de Madrid
Ahora que tenemos nuevo papa y parece que el mundo se vuelve un poco para mirar hacia
el vaticano se me ocurrió que por qué no hablar un poco de lo que la religión marca en
la alimentación de sus fieles.
Quizá en esta época que estamos viviendo se noten menos las restricciones que marca la
religión, pues según yo lo veo, cada vez se toman menos al pie de la letra los dictados
religiosos no sólo en cuanto a alimentación, sino en general. La mayoría del mundo
moderno se adscribe a una religión casi por tradición, sin pensar mucho en si es lo que
realmente cree o no, y eso se extiende a la forma de vivir la religión escogida, sin
demasiada pasión .
Pero como la religión es uno de los temas más polémicos que existe y yo no soy de
entrar en polémicas, intentaré centrarme en el tema de la Alimentación, como siempre.
Quizá una de las religiones más exigentes con el tema de la comida sea el Budismo, que
prohíbe tomar carne por la muerte animal que supone. El Budismo no sólo propone
un vegetarianismo extremo, sino que habla también de la gula por la comida y la mesura
en la mesa como una forma de acercarse más al ideal budista. Lo cierto es que los monjes
budistas son muy longevos, y seguro que su alimentación es una pieza fundamental en
este aspecto, aunque también hay que incluir la disciplina física, la ausencia de estrés, el
clima… Una filosofía alimentaria más que interesante, aunque quizás en las ciudades donde
vivimos sea un ideal inalcanzable.
Los judíos no se escapan a las restricciones alimenticias, pues a todos nos sonará la
comida Kosher . El judaísmo prohíbe el consumo de
carnes
de animales que no tengan la pezuña
hendida y rumien, es decir, no pueden tomar cerdo, liebre… Además la Torá prohíbe el
consumo de sangre, por lo que los animales se deben sacrificar de forma que se
12. desangren totalmente. El pescado está exento de esto, pero un judío no podría, por
ejemplo, comer un huevo si tiene una pizca de sangre en su interior (a veces pasa y son
huevos consumibles).
Pero seguramente la restricción alimentaria más conocida sea la del Ramadán del islam ,
que es un mes de ayunodiario desde el alba hasta que se pone el sol. Esto del Ramadán
tiene sus excepciones y sus concesiones, pero no entraremos en detalles, pues no es mi
intención hacer un estudio completo de cada religión. Aparte de este mes especial, los
musulmanes no tienen más limitación que la de no comer carne de cerdo, sangre,
alcohol…
Lo más importante para los musulmanes es que la comida sea Halal , que es el término
utilizado para designar a la comida que se ha procesado según una serie de pautas que
marca el Corán.
Los cristianos también tenemos nuestro propio periodo
de “ayuno”, que es la cuaresma , durante la cual no se puede consumir carne, aunque en
ese sentido el cristianismo es mucho más permisivo, pues no prohíbe nada el resto del
año.
Los ayunos existen en todas las religiones, y tiene su sentido. Para la mayoría de los
religiosos es una forma de purificar el cuerpo, y efectivamente lo es. Al eliminar
simplemente la carne y sus derivados eliminamos muchos tóxicos del cuerpo, de manera
que con un tiempo el organismo realiza su limpieza y eso lo ayuda a sanar.
También tiene su sentido las restricciones con la carne, pues a lo largo de los siglos han
sido varios los periodos de hambruna , y si pensamos en el cerdo, por ejemplo, es un
animal caro desde el punto de vista de la ganadería, por lo que no es de extrañar que se
prohíba, religión aparte, cuando los medios escasean.
Con todo esto lo que quería deciros es que somos tradición , y aunque no lo sepamos,
cuando consumimos determinados alimentos lo hacemos porque se viene haciendo así
desde hace muchísimo tiempo, y porque un día fue importante para alguien seguir
determinadas reglas. Somos evolución , y de vez en cuando está bien echar la vista atrás
y preguntarnos por qué son las cosas ahora como son.
13. e Humanidades
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El alimento en las religiones
09AGO
Resulta atrayente cómo el alimento ha sido en numerosas ocasiones razón de disputas o de
adoración en unas y en otras religiones. Según los estudios que he realizado, he podido
averiguar y aprender que no sólo afecta en este sentido un alimento en concreto u otro, sino
que es el comienzo, es la razón por la que el ser humano en un momento preciso de su larga
vida, cree en algo superior. Es el hecho de sentirse dependiente y débil lo que le hace valorar
un determinado objeto hasta el punto de adorarlo.
Son ya muchos los autores que se han preocupado por la alimentación como estudio
antropológico y sin embargo no desde hace mucho tiempo. Richards fue uno de los primeros
antropólogos que incluyó en dos de sus obras publicadas en 1932 y 1939, respectivamente, la
relación de la alimentación con la vida económica y social de los Bemba (situados en lo que por
entonces se denominaba Rhodesia del Norte, actual Zambia).Tras este autor le siguen otros
como Bronislaw o Malinowski, considerado padre de la antropología social basada en la
experiencia personas y el trabajo de campo, o como Margaret Mead, que junto con Guthe
escribió el primer manual de referencia en cuanto a la alimentación. [1]
¿Alguien se ha preguntado alguna vez por qué comenzó el hombre a creer en alguien o algo
superior? Desde luego que sí, pero pocos han llegado a la conclusión de que fue la necesidad
y la dependencia lo que le llevó a ello. Por este motivo el presente ensayo comienza con una
breve explicación de este hecho en concreto, para partir hacia un mundo lleno de curiosidades
muy dispares con un punto en común.
14. En la evolución desde los prosimios al homo sapiens-sapiens se produjeron numerosos
cambios; los primeros tenían un esqueleto más frágil, sus huesos eran más redondeandos.
Pero no se originaron únicamente evoluciones biológicas, es a partir de este momento cuando
se ocasionan cambios culturales entre el homo y el resto de los animales:
La cultura definida como; todo lo que es hecho o intervenido por el hombre, en cuanto a
materiales, a creencias, a ideas y, entre los aspectos más importantes, la comunicación, pues
es aquello que hace posible diferenciar entre lo natural y lo cultural, puesto que aunque todo
animal, por muy reducida que sea la comunicación, ya sea emitiendo un sonido, ya sea
efectuando unos determinados movimientos, es capaz de informar, el hombre es el único apto
para comunicar sus deseos, para hablar de su historia, de sus sentimientos e ideas. Su
lenguaje será el más complejo porque está condicionado tanto por su idioma como por su
educación, sus valores, sus hábitos y por supuestos sus creencias. [2]
A lo largo de la historia han aparecido y desaparecido numerosas religiones, de las cuales
algunas conocemos, aunque continúen o no practicándose, como por ejemplo el Islam o el
politeísmo clásico y muchas otras seguramente se han dejado atrás y por tanto se desconoce
su posible existencia, y esto puede ocurrir tanto sobre religiones del pasado, porque no hayan
llegado a nosotros ni siquiera el polvo de sus vidas, como religiones en el presente, aunque
esto último es menos esperado debido a que en general la comunicación global ha facilitado
enormemente la posibilidad de conocimiento de cualquier cosa casi para cualquier persona.
Se conoce que el ser humano desde sus orígenes ha creído en la existencia de fuerzas
sobrenaturales que le hacían posible la vida en la tierra. De esta forma desde que el hombre es
hombre, ya en el paleolítico y en el neolítico, pensaba en la existencia de uno o varios dioses,
en forma de fuerzas divinas que se encontraban en la naturaleza. ¿Pero que le ha llevado al
hombre a creer en algo superior a él, y por qué siempre ha creado ceremonias religiosas
alrededor de ese ser?
En el momento en el que poblaban la Tierra aquellas sociedades, lo verdaderamente
importante era la naturaleza, pues se dieron cuenta de que era de ella de la que podían vivir;
tanto por los frutos que crecían de la tierra, como por las aguas que bajaban de las montañas,
como por los animales que por allí se encontraban. Al considerarse a ellos mismo como una
vida más que poblaba la tierra, nadie se sentía superior a nada, y se veían en el deber de
respetar la naturaleza y de cuidarla como ella hacía con los hombres. Creían en la existía de
una fuerza superior en todo aquello que les daba vida, algunos hablaban de que la mayor
fuerza era en sí la naturaleza, pero la mayoría creía que existían fuerzas diversas, una fuerza
en el agua, otra en los árboles. Pensaban que el número de animales que mataban tenía que
ser el necesario para su abastecimiento, así como el número de frutos que recogían, de esta
forma existía conexión con la tierra y ellos mismos creaban un hábito sostenible pues
entendían que en el momento en el que derrochasen y cazasen más de lo que necesitaban, en
un futuro aquella fuerza les castigaría. (Es complejo pero no hay que entender el término fuerza
como lo conocemos actualmente en física, es decir, como una resistencia o una capacidad,
sino como un ente superior. Ellos se referían a una fuerza divina).
Es evidente que actualmente somos capaces de diferenciar con claridad entre lo religioso y lo
profano, pero en un principio no se distinguía con tal nitidez. Las ceremonias religiosas tenían
la finalidad de que mejorase la caza, o de que lloviese y facilitase la agricultura, etc. A estas
15. religiones no se las conoce exactamente como tales, sino con el nombre de sociedades de
cazadores-recolectores y sociedades de agricultores.
Esta reacción del hombre, no es más que el puro instinto animal pero sobre un ser
verdaderamente más complejo, en primer lugar por lo que hemos dicho, por su gran capacidad
y necesidad de comunicación. Este comienzo de la vida, es como ya he expresado
anteriormente, el reflejo del instinto más básico, el de la alimentación. Eran conscientes ya
entonces, debido a la experiencia, de que aquello de lo que se alimentaban no podía faltarles,
y no debían malgastarlo, de lo contrario, llamémosle lógica, llamémosle Dios… en un futuro
podían sufrir las consecuencias faltándoles.
A medida que el hombre se da cuenta del valor que tiene algo para su subsistencia, lo protege
cada vez más, se produce un comienzo de adoración hacia aquello que aprecian, en algunos
casos la vaca, en otros el cerdo, fuere lo que fuere, les posibilitaba la supervivencia y por ello
se consideraba por encima a todo aquello que perteneciese a la naturaleza y les diese la vida.
Además debe apuntarse que el hombre cazador comienza a experimentar que los resultados
tras varias jornadas de caza variaban constantemente, esto fue lo que provocó el origen de lo
que el hombre interpreta por buena y mala suerte. Este concepto de suerte es de gran
importancia porque es lo que hace pensar al hombre que no depende de sus propios actos
sino de la voluntad de alguien superior que controla esa suerte. A fin de conseguir que ese ser
superior otorgue suerte para el día posterior, inician sacrificios de forma que creen satisfacer al
ser.
Aunque parezca extraño es aquí, en ésta época de la historia cuando comienza a pensarse en
la existencia de algo sagrado, así poco a poco se van creando los ritos y se habla de creencias.
Ya por entonces tuvieron lugar la aparición de sacerdotes, cuya labor era en un primer
momento acrecentar y transmitir los conocimientos de su comunidad. La función es parecida a
la que le otorgamos hoy día a esta misma palabra, pues al fin y al cabo, es quien transmite los
conocimientos que posee sobre una materia, la religión. En un primer momento, el sacerdote,
y estudia las constelaciones, debe transmitir el saber aprendido por la experiencia etc. deber
que si nos damos cuenta hace con una intención más espiritual que física.
Existen ejemplos de numerosas sociedades en las que se ha dado este tipo de creencia en
fuerzas sobrenaturales, y lo extraño es que no hace tanto, ya no hablamos del paleolítico o del
neolítico, sino de sociedades que algunos venturosos antropólogos han podido observar y
estudiar. Citemos algunos ejemplos:
•
•
Ocurría por ejemplo entre los melanesios de Oceanía, los cuales creían en el mana,
una fuerza sagrada que existía en el universo y que podía residir en las personas, en los
animales, las plantas o los objetos. Sin embargo esta misma fuerza para los Polinesios no
estaba al alcance de todos, estaba vinculada a los cargos políticos.[3]
Una creencia que guarda relación con el reconocimiento de la sacralidad de animales y
plantas, es eltotemismo. Se trata de un hecho que algunos antropólogos consideran
también como una religión. El tótem es según contempla el diccionario de la Real Academia
de la Lengua, un objeto de la naturaleza, generalmente un animal, que en la mitología de
algunas sociedades se toma como emblema protector de la tribu o del individuo, y a veces
como ascendiente o progenitor. Cada persona tiene su propio tótem, pero no tiene por qué
16. ser el mismo a lo largo de toda su vida, es cambiante según las necesidades del propio
individuo.
•
Un ejemplo más, de una religión que aun actualmente vive, es el sintoísmo, la religión
oficial de Japón. Los espíritus son los kami, seres que pueden residir en cuerpos inertes o
vivos, con un poder superior al de los hombres. Los kami pueden ser divididos en tres y
curiosamente los kami de la naturaleza son los más añejos. En general las religiones
orientales valoran y aprecian de una forma especial la naturaleza.
Pero estas costumbres de adorar la naturaleza y de creerla con poder, no es única y exclusiva
de religiones generalmente ajenas a nosotros. Son numerosas las religiones que valoran más
un alimento o un ser que otro, y son muchas las que desvalorizan otros tantos.
En la religión cristiana llueven los momentos citados en la Biblia en los que la comida es el
pretexto de un milagro, por ejemplo en “Las Bodas de Caná”, milagro en el que Jesús convierte
el agua en vino porque durante el banquete de una boda se había agotado, o en “La
multiplicación de los panes y los peces”, en el que profeta multiplica cinco panes y dos peces
para dar de comer a cientos de personas. [4]
La parte más importante de la ceremonia cristiana está constituida por la consagración, el
recuerdo de la última cena de Jesucristo en compañía de sus doce apóstoles. Este hecho es
denominado transustanciación; durante la ceremonia, el sacerdote que pronuncia la misa, parte
el pan y el vino, sustancias que según los creyentes se transforman en cuerpo y sangre de
Cristo. Este acto es el culmen de la celebración, el momento más importante durante la misa,
en el que los creyentes se postran unánimemente.
Una vez más apreciamos el valor del alimento, pues para las personas aquello que
simplemente nos sustenta, pueden transformarse en cosas, pueden ser fuerzas
sagradas. [5] Esto es algo que destaca Igor de Garine durante su conferencia, comenta que
aunque existen costumbres muy dispares entre todas la culturas (también en la alimentación)
coincide en todas ellas que al menos hay un alimento básico que normalmente son
carbohidratos y glúcidos, proporcionando la gran parte del valor calórico de las dietas. Y
destaca que este alimento básico es al que se le da grandes cargas simbólicas.
Así expone:
Estos alimentos centrales con fuerte carga simbólica proporcionan la mayor parte del valor
calórico de la dieta (…) y dan el ritmo de los eventos sociales y religiosos del ciclo anual.”
Esto es lo que el médico y psicoanalista Smith Ely Jelliffe denomina “súper alimento
cultural” (cultural superfood.) Y si nos damos cuenta, el pan de cada día es el que se reparte
durante la consagración en la ceremonia cristiana, siendo este alimento el fundamental en la
Europa occidental. El arroz en Asia, el maíz en México…
Pero no solo se le han dado connotaciones positivas a los alimentos, en esta misma religión
también la comida es el síntoma de un hecho negativo; para las religiones judía y cristiana, los
primeros pobladores de la tierra, Adán y Eva, incumplen el mandato de Dios comiendo una
pieza de fruta, concretamente una manzana. Tras desobedecer a Dios, Éste decide echarles
del paraíso terrenal y llevarles al mundo en el que no solo existe el placer, la diversión y la
felicidad, sino también la responsabilidad, lo difícil y lo doloroso.
En el caso de los musulmanes, los creyentes del Islam, su religión se sustenta en los cinco
pilares de la fe, entre los que se incluye el ayuno y la reflexión durante el mes de ramadán.
17. Durante este mes lunar no pueden beber, ni comer, desde que sale el sol hasta que se postra.
Pero además de estos cinco pilares fundamentales mantienen una serie de reglas debido a la
tradición de éstas. Algunas de ellas determinan lo que está o no permitido comer y beber y
entre ellas figura la prohibición de comer carne de cerdo y beber bebidas alcohólicas, o tomar
sangre o alimentos que la contengan, por ello toda la carne que ingieren tiene que haber sido
desangrada con un rito específico.
¿Existen razones lógicas por las que sus antepasados tomaron las decisiones de que no
podían tomar carne de cerdo? Algunos musulmanes opinan que es porque Alá ya sabía que el
cerdo podía transmitir diversas enfermedades, y que Él no les iba a dejar tomar algo que podía
ser perjudicial. Otros musulmanes piensan, según he podido comprobar tras mis estudios, que
fue por razones de escasez de este animal en tiempos de Mahoma, así para que perdurase
este animal se prohibió su consumo.
En la religión judía son aún más las restricciones alimenticias que nos encontramos. En la Torá,
uno de los tres libros que comprenden la Tanak, el libro sagrado de los judíos, se expone que
animales como el cerdo y el conejo no pueden ser consumidos a causa de su impureza.
Tampoco pueden tomar sangre y por ello deben matar a los animales mediante el
rito Kasher, ni pueden comer carne a la vez que leche o sus derivados. Todas estas
condiciones impuestas para su correcta alimentación pueden suponer problemas a la hora de
la expansión de una religión.
Pero no son las únicas controversias que podemos encontrar a la hora de determinar el
alimento tabú, o costumbres que se tienen sobre ellos al manipularlos o al comerlos.
Antropólogos como Igor de Garine, opinan que esas creencias son en ocasiones las causantes
de la deficiencia nutricional, evidentemente esto se debe al desconocimiento de la población.
Por lo tanto todas aquellas costumbres que tienen que ver con el cuidado o la prohibición de
alimentos no tienen porqué estar sujetas a razones lógicas, pueden ser simplemente
costumbres, tradiciones de la población que han ido tomando a lo largo de la historia.
Así la antropóloga expone por ejemplo que algunas poblaciones africanas hierven las verduras
que cosechan, durante mucho tiempo. Esto lo que conlleva es una considerable disminución de
su aporte vitamínico, en una sociedad escasa de recursos.
Expone también que los Masa, habitantes de norte de Camerún, cuya alimentación se basa en
la harina de sorgo (una planta con la que hacen una especie de pan) se negaban a tomar una
variedad de sogo que cultivaba una tribu cercana, los Tupuri, sabiendo que les podía salvar la
vida en tiempos de escasez, y lo hacían por motivos mágico-religiosos.
Queda demostrado pues, que no todas las costumbres alimenticias tienen una razón lógica, y
es más, algunas de ellas pueden perjudicar gravemente la salud. Pero quizás el fallo puede
hallarse al intentar darle una razón lógica a todo, porque el ser humano actúa a veces en
función de lo que cree, de su fe, y sabe que no siempre se trata de decisiones convenientes
para su cuerpo, sabe que en ocasiones va en contra de lo que la biología o la física ha
demostrado, pero es que, que el ser humano sea el único animal capaz de razonar, no quiere
decir que todo lo que haga o crea esté llevado a cabo por la razón.
ligión y alimentación
18. 26 julio 2013
Celia Rodríguez
El día 8 de este mes de julio, dio comienzo el Ramadán, mes sagrado para
los musulmanes durante el cual tienen la obligación de ayunar desde la primera luz del
alba hasta el atardecer, así como tienen prohibido mantener relaciones sexuales. Es
considerado como un método de autopurificación cuyo propósito es hacer que las
personas sean más conscientes de las necesidades de los demás —valorando más los
alimentos que tienen y viendo por las dificultades que pasan las personas que carecen de
ellos— y tengan un mayor autocontrol sobre sí mismas.
Independientemente de este mes de ayuno, de todos es sabido que los musulmanes no
pueden comer carne de cerdo, lo mismo ocurre con los judíos ortodoxos. Los cristianos
católicos también tienen prohibido el consumo de carne durante cuaresma, adviento, y
algunos viernes y sábados. La religión judía es muy estricta en cuanto al consumo de
alimentos, por ejemplo no pueden comer queso, cerdo o mariscos. Cada una tiene sus
prohibiciones, pero… ¿Por qué prohibir alimentos? ¿Cuál es la finalidad? ¿Qué
simbolizan estas prohibiciones?
Dime de qué religión eres y te diré lo que comes
La alimentación es un acto voluntario e influenciable. Como se ha dicho anteriormente,
la religión que se profesa es uno de los factores que más condiciona el consumo de
ciertos alimentos. Por lo general en todas las religiones se busca eliminar el alimento y
el placer de consumirlo. Generalmente los alimentos prohibidos son de origen animal.
Se cree que puede existir un paralelismo entre alimentación-sexualidad al prohibir el
consumo de carne. El origen de las prohibiciones es muy antiguo y precisamente por
eso se desconoce si muchas de las prácticas llevadas a cabo se deben a costumbres ya
existentes, a una consecuencia de la observación consumo de alimento-aparición de
enfermedad o a un origen divino —origen sagrado—.
Aunque algunas de las religiones tienen “tradiciones de restricción” similares, cada una
es característica por la fecha o modo en la que se celebra. En este artículo hablaremos
sólo del Islam, Cristianismo y Judaísmo, puesto que si no, se haría muy extenso.
19. Religiones en el mundo. Infografía de El Economista (México) – Fuente Reuters con datos de Pewforum.com
Islamismo
Como se dijo inicialmente, en este mes de julio han iniciado el Ramadán, su mes de
ayuno, un mes en el que no pueden comer ni beber absolutamente nada hasta la puesta
del sol. Enfermos, embarazadas y niños están exentos de ponerlo en práctica. Por un
módico precio —dinero que se destina a las personas más desfavorecidas—, los
musulmanes pueden no llevar a la práctica el ayuno.
De manera general, lo más característico de la religión islámica es el abstenerse de
consumir cerdo. Existen varias creencias diferentes que bien podrían estar bastante
relacionadas entre sí.
Por un lado, está creencia divina, en la que se cree a rajatabla lo que está escrito en el
Corán:
“[Dios] os ha prohibido sólo la carne mortecina, la sangre, la carne de cerdo y la de
todo animal sobre el que se haya invocado un nombre diferente del de Dios. Pero si
alguien se ve compelido por la necesidad, —no por deseo ni por afán de contravenir—
no peca. Dios es indulgente, misericordioso” (C. 2, 173).
Por otro lado, está la opinión de aquellos que no creen en el origen divino de las leyes
Islámicas, que dicen que la prohibición vino a consecuencia de diversas epidemias
20. de triquinosis, causa de un gran número de muertes. También se piensa que el cerdo es
el animal más sucio de todos, por lo que si lo consumes, te ensuciarás.
Además, otras teorías se basan en lo dañino que es para la salud. En general, el cerdo se
ha considerado siempre como un animal nocivo, con una genética parecida al de los
humanos (por eso se utiliza en diversos estudios biomédicos) e incluso se han
identificado en el animal un cierto número de mutaciones que influyen en las
enfermedades humanas, como la obesidad, la diabetes o las enfermedades de Parkison y
Alzheimer. Lo cierto es que es complicado creer que en aquella época se tuviera ningún
conocimiento al respecto.
Esta religión, al igual que ocurre en la religión judía, emplea una técnica específica a la
hora de sacrificar a los animales, básicamente y simplificando, el animal tiene que ser
sacrificado mirando a la Meca y recibiendo un golpe limpio por medio de personas
autorhizadas. La Organización Mundial de la Salud (FAO) explica las distintas
directrices a llevar a cabo para que un alimento sea considerado Halal.
Otra de las prohibiciones más conocidas de esta religión está relacionada con
el consumo de alcohol, puesto que es ilícito e impuro y te impide distinguir lo bueno de
lo malo. Su consumo es considerado un pecado grande, si bien, cada vez menos gente lo
cumple a rajatabla.
Judaísmo
El judaísmo es una de las religiones que más prohibiciones alimentarias contiene,
siendo a su vez una de las religiones más estrictas en cuanto a la alimentación.
El Kashrut es el conjunto de leyes dietéticas que constan en el Levítico, uno de los
libros bíblicos del Antiguo Testamento y del Tanaj (la Biblia hebrea).
2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Estos son los animales que comereis entre
todos los animales que hay sobre la tierra. 3 De entre los animales, todo el que tiene
pezuña hendida y que rumia, éste comeréis. 4 Pero de los que rumian o que tienen
pezuña, no comereis éstos: el camello, porque rumia pero no tiene pezuña hendida, lo
tendréis por inmundo. 5 También el conejo, porque rumia pero no tiene pezuña
hendida, lo tendréis por inmundo. 6 Asimismo la liebre, porque rumia, pero no tiene
pezuña, la tendréis por inmunda. 7 También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de
pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo. 8 De la carne de ellos no
comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto; lo tendréis por inmundos. (Levítico 11:2)
Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que
comen carne de cerdoy abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová.
(Isaías 66:17)
21. Ninguna cosa mortecina (animal que está por morirse o medio enfermo) comeréis; al
extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él la comerá; o véndela al
extranjero; porque tú eres pueblo santo al SEÑOR tu Dios… (Deuteronomio 14:21)
Las restricciones judías se orientan más hacia un origen divino. Así, en el Kashrut se
definen una serie de alimentos kosher (aptos), entre los que encontramos los animales
terrestres con pezuñas partidas y rumiantes. Un animal debe cumplir ambos
requisitos para ser kosher, por ejemplo, las vacas, las ovejas, las cabras y los ciervos
son kosher, mientras que no lo son los cerdos, los conejos, las ardillas, los osos, los
perros, los gatos, los camellos y los caballos. En cuanto a las aves, tienen prohibido el
consumo de alrededor de 20 especies entre las que se incluyen carroñeras y rapaces.
Llama la atención también la prohibición del consumo de marisco.
En el Levítico no sólo se prohibía el consumo de estos alimentos, sino que existe, al
igual que en el Islam, un proceso de santificación para sacrificar a los animales —
la shejitá—. Para realizarlo el animal tendrá que ser sangrado entero ya que la sangre es
vida y representa el espíritu.
En general los vegetales están permitidos, siempre y cuando estén libres de insectos y
nunca se deberá mezclar la carne con la leche, así como los utensilios que se utilicen
para cada grupo, puesto que la carne representa la muerte y la leche representa la vida.
El tema de no mezclar la carne con la leche me resulta bastante curioso, puesto que
conlleva una serie de restricciones tales como:
Hay que esperar 6 horas entre el consumo de los dos grupos de alimentos
•
Después de tomar la leche, se deben lavar los dientes así como cambiar de
vajilla y mantel para tomar la carne.
•
Si se ha consumido queso, hay que esperar una hora para consumir la carne.
•
Si hay dos personas comiendo en la misma mesa o mantel no pueden tomar
carne una de ellas y leche la otra.
Todos los alimentos procesados tienen que ser kosher, es decir, certificados por un
rabino o por una agencia de kashrut.
•
Cristianismo
Es la religión mayoritaria en España. No se queda atrás en cuanto a prohibiciones en
alimentación, aunque más que restricciones totales, como las que hemos visto en las
religiones anteriormente expuestas, se trata de restricciones aplicables a distintos
periodos de tiempo; si bien, como todos sabréis, uno de los 7 pecados capitales es
la gula —comer y beber desordenadamente y en exceso—, que se contrapone al ayuno,
que representa la virtud.
Al igual que ocurre con las demás religiones, la carne es el principal alimento que se
suele dejar de comer, sobre todo durante determinadas festividades: Adviento,
22. Navidad, Epifanía, Cuaresma y Pascua. A diferencia de lo que sucede en el Islam hoy
día, en el cristianismo existía lo que se conocía como Bula de la Santa Cruz, privilegio
consistente en que, mediante un donativo, estaba permitido el consumo de carne durante
todos los viernes del año. En España fue eliminado por el Concilio Vaticano II.
Al hablar del judaísmo, he mencionado el Levítico. Estas escrituras, incluidas en
el Antiguo Testamento de la Biblia, también iban dirigidas a los cristianos. Entonces
¿por qué en esta religión no se aplican las prohibiciones allí recogidas?
El motivo es que estas prohibiciones desaparecieron de la forma que se explica en
el Libro de los Hechos:
Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, subió
Pedro a la terraza, sobre la hora sexta, para hacer oración. Sintió hambre y quiso
comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis, y vio el cielo abierto y que
bajaba hacia la tierra una cosa así como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas.
Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. Y
una voz le dijo: «Levántate, Pedro, sacrifica y come.» Pedro replicó: «De ninguna
manera, Señor; porque jamás he comido nada profano e impuro.» La voz le dijo por
segunda vez: «Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano.» Esto se repitió tres
veces, e inmediatamente la cosa aquella fue elevada hacia el cielo (Hch. 10, 9-16).
En otras palabras, según las Escrituras, Dios rectificó y eliminó la restricción de su
consumo.
Como curiosidad, me gustaría hacer referencia a la importancia de la sal en la cultura
judeocristiana, tal como menciona el Dr. Jesús Contreras en su artículo Alimentación y
religión. La sal se entiende como algo inalterable y simboliza la alianza de Dios y los
hombres, por ello el salero volcado en el cuadro de La Última Cena de Leonardo da
Vinci, delante de Judas, implica la ruptura de esa alianza.
23. Detalle de la copia de La Última Cena de Leonardo Da Vinci realizada por Giacomo Raffaelli (1809). En primer plano Judas
derrama el salero con el codo. Foto: Alberto Fernández Fernández.
La mayor parte de las tradiciones alimenticias ligadas a las religiones no tienen un
origen divino. Esto sucede con el consumo en Navidad de polvorones,
mantecados y mazapanes elaborados con manteca de cerdo, miel, almendras y azúcar
o el de pestiños y buñuelos, entre otros dulces elaborados principalmente con huevo, en
Semana Santa. El principal motivo de esta tradición tiene que ver con la disponibilidad
que antiguamente se tenía de las distintas materias primas.
Existen muchos más alimentos simbólicos de cada religión, pero nos llevaría bastante
más espacio y tiempo describirlos.
Para terminar, me gustaría concluir indicando que las restricciones alimenticias ligadas
a las religiones no suponen ningún problema para salud. Incluso las prácticas llevadas a
cabo durante el Ramadán, más allá de que puedan causar alguna molestia, sobre todo
cuando se celebra durante los meses de verano, no son nocivas, e incluso pueden servir
para depurar el organismo de quienes las observan.
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