1. Tareas de reflexión y análisis crítico
de un proyecto
Introducción:
Hace unos cuantos años, llevé a cabo una
experiencia de aprendizaje colaborativo con un
grupo de alumnos de 1º de bachillerato. Quiero
aprovechar la oportunidad del curso para volver a
reflexionar sobre él porque sí que pretendía
seguir los principios de un aprendizaje activo
aunque más centrado en la parte colaborativa.
2. Breve explicación del proyecto
● El proyecto consistía en ofrecer a los alumnos la
posibilidad de realizar una tarea en lugar de un examen
correspondiente a una lección del curso a un grupo de 1º
bachillerato (unos 26 alumnos) No me acuerdo mucho de
los detalles pero creo que eran los verbos modales en
inglés: CAN, MUST, SHOULD, OUGHT TO...
● Implicaba familiarizarse con el “aprendizaje colaborativo y
por tareas” siguiendo un plan establecido de trabajo en
grupo y ofrecer un producto final consistente en “un juego”
en sentido amplio que sirviese para aprender y practicar
los contenidos de la lección.
3. Preparación del proyecto
Los objetivos estaban bien definidos, tanto para
los alumnos como para mí. Era una experiencia
piloto y se le daba tanta importancia al proceso
como al producto del aprendizaje. Yo quería
aprender sobre aprendizaje en grupos
colaborativos como docente y que los alumnos lo
conociesen también y además aprendiesen los
contenidos de la lección.
Me documenté mediante un artículo de
Cuadernos de Pedagogía y buscando en internet
información teórica de autores americanos y
plantillas en inglés para llevarlo a cabo.
4. Creación de grupos de trabajo
● Fue un proceso algo complejo pero necesario y que salió bien.
Los alumnos con mejores conocimientos de inglés eran
propuestos como líderes de grupo. El resto de alumnos escribían
un mensaje a la profesora (todavía eran tiempos del papel) en el
que indicaban su preferencia por uno o dos líderes y también
podían indicar con quién les gustaría estar en el grupo y con
quién sería mejor no compartir grupo.
Teniendo en cuenta esta información se hicieron los grupos de
unas cinco personas intentando crear grupos heterogéneos en
que los componentes estuviesen a gusto y compuestos en la
medida de lo posible por un alumno de rendimiento alto, dos-tres
de rendimiento medio y uno-dos de rendimiento bajo.
5. Descripción del proyecto
● La profesora explicaba a todo el grupo en qué consistía el proyecto y lo que se esperaba de los
alumnos y cómo se iba a evaluar.
● La teoría era explicada a los líderes de grupo (mientras el resto del grupo realizaban
actividades de organización y lluvia de ideas) para que luego ellos a su vez la explicaran al
resto del grupo y de alguna manera guiasen las prácticas (los ejercicios y la libreta del resto)
según las indicaciones de la profesora para ver que lo habían entendido.
● Una vez entendida y aprendida la lección, elaboraban un producto creativo, un juego que
sirviese para fijar los contenidos y presentar ante el resto de la clase.
● Tenían que rellenar unas plantillas durante el proceso y sobre todo al final una hoja firmada por
todos los componentes del grupo en la que se detallaba las aportaciones y el trabajo de cada
miembro (hubo que explicar que se tenía que poner hasta quién había ido a hacer la compra de
material en su caso o pasar al ordenador las ideas, etc...)
●
EVALUACIÓN: La realizaba la profesora y la nota correspondía a la mitad de la nota de la
evaluación, teniendo en cuenta el proceso y el producto final. Los alumnos que no querían
participar de la experiencia hacían un examen de la lección equivalente. La nota del trabajo no
era la misma para todo el grupo, la profesora tenía en cuenta mediante la observación en el
aula y la hoja entregada el trabajo de cada uno.
6. Análisis
Cada paso estaba estructurado y el tiempo del que disponían que era algo más del tiempo
que habitualmente dedicábamos a una lección.
Los alumnos además de las clases de inglés pidieron hacer uso de la hora de tutoría, viernes
a última hora que habitualmente era un suplicio.
En general trabajaron muy a gusto y la valoración de la experiencia fue muy positiva. Algunos
dijeron que era la primera vez que la experiencia de trabajo en grupo les había gustado.
Tenían malas experiencias anteriores de sólo unos pocos trabajan en el grupo.
Los alumnos que habían elegido el examen, una minoría, dijeron que la próxima vez les
gustaría unirse al trabajo colaborativo ahora que lo conocían.
Los productos finales fueron muy creativos, con juegos de tablero, de fichas, narración con
fotos...Los alumnos quedaron satisfechos y yo también.
Sin embargo no me quedaron ganas de repetirla inmediatamente por el exceso de trabajo que
suponía. Lo más difícil para mi era que yo nunca había aprendido de esa manera, es decir,
todo mi aprendizaje estaba basado en aprendizaje memorístico y más competitivo y tenía que
enseñar a los alumnos en algo en lo que creía pero no había experimentado como estudiante.
7. Valoración final
● Con el paso del tiempo y visto desde la perspectiva del curso de ABP no era un
verdadero proyecto ya que seguía en cierto modo el aprendizaje directo, al menos
dos Ps: presentación y práctica. Un proyecto muy pobre.
● La finalidad y la relevancia para los alumnos era por un lado muy limitada,
basándose únicamente en la lección del curso pero por otra parte, la idea de
aprender de forma diferente era muy atractiva y motivadora para ellos.
● Su punto fuerte era el aprendizaje cooperativo puesto que era donde se había
puesto el énfasis pero desde el punto de vista de estrategias de aprendizaje era
muy deficitario. Los aspectos socioculturales y de socialización tampoco está
reflejados.
● Eran otros tiempos y tampoco se aprovechan las TICs por eso falta el compartir y
conectar a través de la red.
● Los materiales ofrecidos eran escasos y se limitaban a los del libro para los
contenidos teóricos y la práctica de las estructuras y a los proporcionados por la
profesora para el desarrollo de la experiencia de aprendizaje.
● También es muy mejorable todo lo relativo a la evaluación.