El Yo-piel cumple una función psíquica similar a la función que cumple la piel para el cuerpo. Se desarrolla a través de la interiorización del contacto y la contención de la madre, especialmente a través de sus manos. Representa una estructura que mantiene el funcionamiento del psiquismo y emerge de la interacción entre el cuerpo de la madre y el niño. Problemas en la función contenedora del Yo-piel pueden dar lugar a formas de autismo.
2. L o mismo que la piel cumple una función de sostenimiento del esqueleto y de los músculos, el yo-piel cumple la de mantenimiento del psiquismo. La función biológica se ejerce por lo que Winnicot llamó holding; es decir por la forma como la madre sostiene el cuerpo del bebé .
3. La función psíquica se desarrolla por la interiorización del holding materno. El Yo-piel es una parte de la madre especialmente sus manos, que ha sido interiorizada y que mantiene el funcionamiento del psiquismo.
4. El Yo-piel como representación psíquica emerge de los juegos entre el cuerpo de la madre y el cuerpo del niño, así como de las respuestas de la madre a las sensaciones y emociones del bebé; respuestas gestuales, y vocales.
5. Lo mismo que la piel envuelve todo el cuerpo, el Yo-piel pretende envolver todo el aparato psíquico. En este caso, el YO-piel sería una corteza y habría un núcleo de fuerzas pulsando por salir. Si hay una falla en la función contenedora del Yo-piel aparecen dos tipos de angustia . Una angustia difusa, que aparece como dolor físico o psíquico. La angustia de tener un interior que se vacía, como si fuera por los agujeros de un colador.
6. El yo-piel es una estructura virtual en el nacimiento, que se actualiza durante la relación del lactante con la madre en primera instancia y luego con el entorno primario. Excesos o déficits en estos relacionamientos podrían dar lugar a formas de autismo: primario y secundario Autismo primario cuando ninguna de las funciones del Yo-piel han sido adquiridas, ni las de soporte, ni las de continente Autismo secundario, el Yo- crustáceo que reemplaza al contenedor del niño que está ausente y que impide el engranaje de las funciones del Yo-piel.
7. La piel humana presenta diferencias individuales. El yo- piel a través de estas diferencias asegura la individuación, aporta el sentimiento de ser único y es un límite entre el mundo externo y el interior del niño.
8. El Yo-piel, posee una primacía sobre todos los sentidos, pues contiene en sí mismo además del tacto distintos sentidos, calor, dolor, contacto, presión; registrando todos los estímulos recibidos del exterior e integrándolos.
9. El Yo-piel, es objeto de una serie de estímulos: con ocasión de baños, lavados, frotamientos ,traslados y cuidados. Las madres con sus caricias y sus juegos; provocan así de manera no consciente, las primeras excitaciones sexuales del niño despertando así su placer .
10. El Yo-piel permite a través de estas excitaciones externas que recibe el niño, una recarga de fuerzas que son la base de los impulsos de vida, de los sexuales, estímulo del pensamiento, y desarrollo del psiquismo.
11. El Yo-piel es una superficie de inscripción de huellas que se van dibujando a través de la comunicación, de las relaciones primarias con el entorno materno y luego social. Hay un primer dibujo biológico de la realidad que se imprime en la piel. La pertenencia a un grupo social también queda marcada por incisiones, escarificaciones, pinturas , maquillaje y tatuajes .
12. Todas las funciones precedentes están al servicio de desarrollo del APEGO . Este comprende el impulso instintivo del niño: a la succión, al abrazo, a la sonrisa, a la compañía y el bienestar proporcionado por el contacto piel a piel con la madre. Por los movimientos de esta cuando lo lleva, cuando lo tiene agarrado de ella. Es el estímulo primordial para propiciar la vida psíquica del niño.