Freud describe la psicosis como una perturbación entre el yo y el mundo exterior que resulta en una desgarradura en el vínculo con la realidad. El delirio se presenta como un parche para esta ruptura. Para que ocurra una psicosis, debe haber estado presente una frustración externa, incluso si la frustración se origina internamente. Freud analiza la psicosis en dos momentos: la pérdida de la realidad y la posterior reconstrucción a través de la sustitución de la realidad indeseada. La diferencia entre la neurosis