Antropología biblica, Prof carlos Furmento

1. Algunas claves antropológicas desde la
Sagrada Escritura y los Padres de la
Iglesia

2. Pensar la antropología desde
la vulnerabilidad

3. • Desde el planteo de una reflexión antropológica desde Cristo, “el
hombre”.
• Contemplando la “debilidad de Dios” como su fortaleza, su “necedad”
como la mayor sabiduría.
• A partir de la situación del hombre en el mundo, llamado a lo más
grande: ser imagen y semejanza de Dios, sin dejar de venir del barro.
• Descubriendo en esa situación humana de precariedad, debilidad e
imposibilidad de alcanzar por sí solos la perfección a la que somos
llamados.

4. Pobreza y vulnerabilidad
desde la Sagrada Escritura

5. A partir del mensaje de Gn 1 y 2
• En la concepción bíblica, el ser humano es:

6. • · una realidad unitaria (no es compuesto de dos cosas, cuerpo y
alma).
• · un ser complejo (basar, nefesh, ruaj) --no es materia simple.

7. un ser relacionado
• · Esto significa que es:
• -- un ser en el mundo;
• -- un ser social, relacionado con otros seres humanos;
• -- un ser relacionado con Dios:
• - creado y dependiente de Dios
• - bueno (ontológicamente)
• - abierto a la comunicación con Dios; es “oyente de la palabra”.

8. • El ser humano no puede existir sin mundo, sin comunidad, sin Dios.
• Como ser relacionado es capaz de trascenderse (salir de sí) hacia
otros seres y hacia Dios –en libertad responsable, conocimiento y
amor.

9. • Dios se revela cercano y salvador en la situación de opresión, pobreza
y humillación de un pueblo concreto.
• El mismo Dios se hace pobre y se identifica con toda situación de
marginación, exclusión e injusticia en Jesucristo, el que “siendo rico,
se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza.”

10. • En la Biblia hay varios niveles o concepciones de la pobreza.
• En primer lugar, la pobreza real y concreta de aquellos que sufren por
culpa de la exclusión, la falta de oportunidades y el pecado social.
• Por otro, lo que podríamos llamar pobreza en un sentido moral, es
decir, la humildad o mansedumbre.
• Un tercer nivel, profundamente relacionado con el otro, es la
confianza total en Dios y la fidelidad al Señor de los “pobres del
Señor”.

11. • En el Antiguo Testamento hay distintos grupos que viven en situación
de desamparo, de exclusión social.

12. • Son particularmente la viuda, el huérfano (fuera de la tutela del padre
de familia perdían muchas veces su fuente de trabajo, su posición
social),
• El extranjero que no posee tierras en Israel y está de paso,
• El esclavo (el israelita caía en esclavitud, muchas veces junto con su
familia, por deudas, una vez que perdía su tierra y ya no podía pagar;
los esclavos extranjeros habían caído en esta situación por guerras,
incursiones armadas, etc.), el asalariado pobre, el oprimido, el
prisionero.

13. • Los enfermos y las personas discapacitadas quedaban también
muchas veces fuera del mundo del trabajo, además de cargar un
prejuicio social, ya que se consideraba que la enfermedad,
especialmente la lepra, era la consecuencia de un pecado personal o
de los padres.
• También quedaban en gran parte fuera de la vida religiosa, ya que por
una prohibición atribuida a David no podían ingresar al templo y
muchos de ellos no podían ejercer el sacerdocio.

14. • En las leyes fundamentales, por un lado se restituyen las cosas a su
estado original según el derecho exclusivo de propiedad del Señor a la
propiedad de la tierra, por otro se garantiza la protección duradera de
los pobres, a diferencia de los dioses griegos.
• El Señor de Israel es el protector de los pobres, y esta conciencia
permanecerá a través de toda la historia de Israel.

15. • Un caso claro de abuso de los más débiles, en el que un rey se aprovecha
de su poder para asesinar impunemente y oprimir, es el episodio de David
y Betsabé.
• El rey David obliga con su autoridad a Betsabé a unirse con él, buscando
después borrar las huellas de su pecado asesinando a Urías el hitita, leal
oficial de su ejército.
• Cuando el profeta Natán denuncia en nombre de Dios el pecado de David,
cuenta para provocar la reacción del rey una parábola (2 Sam 12), en la que
una persona pobre, que posee sólo una oveja, es despojado de ella por el
capricho de un rico, que tenía ganado en abundancia.
• El profeta denuncia la prepotencia del rey en perjuicio del pobre.

16. • Otro ejemplo del abuso de los reyes frente a los campesinos pobres
es el episodio de la viña de Nabot (1 Re 21), en el que un agricultor se
niega a ceder al capricho del rey, que pretende quedarse con la
propiedad familiar heredada, y por esto es asesinado en un complot a
través de la corrupción de la justicia, organizado por Jezabel, esposa
del rey de Samaría, Ajab.
• Este hecho de sangre es duramente denunciado por el profeta Elías.
• Luego de la división de los reinos, se dejó de lado especialmente a las
personas más débiles, especialmente a los que vivían en el campo.

17. Pentateuco

18. • El Dios de Israel se identifica con el Dios que sacó a Israel de Egipto,
de la situación de opresión, pobreza y esclavitud extremas.
• Dios actúa siendo fiel a las promesas hechas a los patriarcas y por
pura compasión, frente a la realidad del pueblo cuya vida está
amenazada.
• Adorar al Señor significa reconocerse parte de ese pueblo liberado de
la esclavitud en Egipto, establece una relación de dependencia
exclusiva.

19. • El reconocimiento de la liberación y la protección de Dios, la Alianza
sellada con El y la memoria de la situación de la que fue liberado el
pueblo, significa fidelidad a esa Alianza en los mandamientos, que se
presentan como preceptos que vienen directamente y personalmente
de Dios.
• Esta exigencia de respuesta al obrar de Dios se revela particularmente
en la solidaridad con el pobre, el oprimido, el esclavo, el extranjero,
las viudas y huérfanos.

20. • Así como Dios se presenta en el Éxodo como defensor de los pobres,
el pueblo tendrá que asumir esta misma actitud para ser fiel a la
alianza sellada en el Sinaí, que les ha dado origen como tal.
• Recordando que fue esclavo y extranjero, Israel deberá cultivar la
justicia y la solidaridad con estos grupos humanos menos favorecidos,
evitando repetir en su vida social la situación de opresión que vivió
bajo el Faraón.

21. • En el relato del Éxodo se deja suficientemente claro que el justicia
exige que se tome posición del lado del oprimido, porque el Señor lo
ha hecho antes con el pueblo.
• La imparcialidad de Dios lo hace amar con preferencia al huérfano y a
la viuda, y consiguientemente no hacer acepción de personas.
• En una situación de opresión, esto significa hacer una opción
preferencial por los oprimidos.
• Dios no es indiferente al clamor del pobre y del oprimido, y obra con
justicia para liberarlo.

22. “Fragilidad” en otros libros
del AT

23. • 1 Sam 2,1-11: Una de las formas más fuertes de exclusión era la que
sufría la mujer en Israel es la esterilidad.
• Cuando luego de su oración en el santuario de Siló, Ana logra
concebir a Samuel con la ayuda del Señor, entona un canto de
alabanza al Dios que no mira a los arrogantes, los altaneros o los
fuertes, sino que se compadece particularmente de los humildes,
pobres, hambrientos e indigentes.
• El mismo Señor es el que da la muerte y la vida, el que enriquece y
despoja, abate y ensalza.

24. • Los profetas criticaron duramente las políticas discriminatorias de los
gobernantes y estuvieron atentos a denunciar los atropellos
cometidos contra los débiles.
• Los débiles, los humildes y sencillos son sinónimos para hablar de los
pobres y estos son los campesinos marginados de las ciudades de los
reinos del sur y del norte, que se empobrecen paulatinamente a
causa de los pesados impuestos.
• Los profetas anuncian a los pobres la Buena Noticia gozosa de que el
Señor está de su parte, que los va a sacar de su situación de
estrechez, y que nuevamente vivirán la experiencia de libertad y
unidad como pueblo elegido.

25. • Dios se revela en la historia, y especialmente en la historia de los
pobres.

26. Isaías
• La conexión entre vida religiosa – cultual y solidaridad con los pobres
y sufrientes vuelve a aparecer en el tercer Isaías, Is 58,1-12.
• El ayuno que quiere el Señor consiste en:
• “romper las cadenas injustas, soltar las coyundas del yugo, dejar
libres a los maltratados, y arrancar todo yugo; compartir el pan con el
hambriento, acoger en tu hogar a los pobres sin techo; vestir a los que
veas desnudos y no abandonar a tus semejantes” (Is 58,6-7).

27. DeuteroIsaías
• Los “pobres” se identifican con los que regresan del exilio.
• En este marco, los cánticos del Siervo presentan la figura enigmática
de un personaje, a veces designado como el pueblo y otras veces
anónimo, que experimenta inocentemente toda clase de sufrimientos
y humillaciones para cargar la iniquidad de los hombres y mujeres y
así intervenir en su salvación.

28. Jeremías
• Se identifica a sí mismo con la situación del pobre y del indigente.
• En 5,26-31 se pronuncia contra las clases dirigentes que no hacen
justicia a los pobres, indigentes, huérfanos.

29. Ezequiel
• Una de las causas principales de la caída del reino de Judá para
Ezequiel fue injusticia constante contra los pobres y desvalidos.
• La experiencia del exilio hizo que durante algún tiempo los conceptos
de pobre y desvalido se convirtieran en autodenominación del pueblo
que se encontraba exiliado, con las promesas escatológicas para los
deportados como telón de fondo.

30. Libros sapienciales

31. • Job 29,12-17 expresa la convicción de Job: Recuerda su vida antes de
que las distintas desgracias que presenta el libro cayeran sobre él.
• Job está seguro de que ha obrado bien, procediendo con justicia y
atendiendo a las necesidades de los pobres, brindando consuelo a los
afligidos, alimento para el hambriento, guía para el huérfano, vestido
y hogar para el desvalido.
• En el libro de Proverbios, el verdadero sabio es el que es solidario,
respeta la justicia, ayuda a los más pobres.
• Se proclama dichoso al que tiene compasión por los humildes y los
socorre (Prov 14,20-21.31.34).

32. Salmos
• El derecho y la justicia de los pobres y sufrientes es el mismo derecho
de Dios, por eso El está siempre atento a su clamor y a salir en su
defensa (Sal 140,12).
• El dolor de los necesitados y afligidos es el mismo dolor de Dios.
• El Salmo 146,7 habla del Dios “que hace justicia a los oprimidos, que
da pan a los hambrientos, sostiene al huérfano y a la viuda.

33. Nuevo Testamento

34. Jesús frágil/pobre/vulnerable

35. • Jesús mismo se presenta como pobre, humilde.
• Cristo es el pobre perfecto, de corazón manso y humilde, como él
mismo declarará a los discípulos al invitarles a ir a El.
• Realiza las profecías que hablaban del Mesías pobre (Zac 9,9).
• Es el modelo de la pobreza más absoluta y más radical en todas sus
dimensiones. Hijo de Dios, creador omnipotente, rey de reyes, elige
sin embargo nacer de pobres pobrísimos, y además en un establo en
el campo, cerca de Belén.

36. • Luego vive en Nazaret, una aldea no demasiado grande en su época,
en Galilea, una zona alejada del gran centro de Jerusalén, considerada
incluso por los judíos más observantes una tierra marginal, de
paganos, sin las posibilidades de formación que se daban en
Jerusalén.
• Durante su ministerio vivió la pobreza más completa, sin tener ni
siquiera “donde reclinar la cabeza” (cf. Mt 8,18-20).

37. • En su predicación habla de la gente sencilla, los campesinos, pastores,
pescadores, amas de casa de las aldeas de Galilea.
• Los signos por los que Jesús anuncia la llegada del Reino, como las
curaciones, exorcismos, y la misma multiplicación de los panes,
muetran la predilección del Señor por las situaciones de pobreza,
sufrimiento y dolor del hombre.

38. • La llegada del Reino se manifiesta en el triunfo de Dios sobre todo lo
que oprime al hombre en su dignidad de hijo de Dios,
particularmente de aquello que lo empobrece.
• Jesús cumple así las promesas hechas por los profetas, como lo
manifiesta en la sinagoga de Nazaret en Lc 4 y a los discípulos de Juan
el Bautista en Mt 11,2-5: a los pobres se anuncia la Buena Noticia.

39. • Con la crucifixión Jesús fue despojado también de sus vestiduras,
muriendo en la pobreza más total.
• Vive además en la actitud religiosa del “pobre del Señor”,
abandonándose completamente al amor del Padre, hasta la entrega
final en la cruz.

40. • En la cruz, Jesús se presenta como el pobre abandonado totalmente
en las manos de Dios, como lo anticipó el Sal 22.
• Todo el camino de Jesús, tal como lo presenta el himno de Fil 2,6-11,
es un camino de pobreza, marcado por el despojo de la naturaleza
divina, para asumir la condición de esclavo, llegando a la humillación
suprema de la crucifixión, punto en que su camino de anonadamiento
(kenosis) llega incluso hasta la muerte de cruz.
• En esta perspectiva la encarnación y la redención forman parte del
estado de pobreza radical, que toca la esencia misma del Hijo de Dios.

41. • En el relato del juicio final, de Mt 25,31-46, Cristo mismo se identifica
con la persona hambrienta, sedienta, desnuda, enferma, prisionera.
• La pauta para poder compartir el reino reservado por el Padre a los
verdaderos discípulos de Cristo es la capacidad de servir al Señor
presente en cada uno de estos hermanos, de amar a Jesús en cada
uno de ellos, en su situación concreta de pobreza, carencia, escasez.

42. Debilidad “constitutiva” en san
Pablo y el deber de la caridad

43. • Pablo aportó a los términos de este grupo una profunda reflexión
teológica y los desarrolló en un aspecto antropológico-
hamartiológico, cristológico y ético.

44. Debilidad como impotencia
humana

45. • a) En Rom 6, 19 con la expresión “la debilidad de la carne” (como
indica el contexto “hablo humanamente”), se menciona la debilidad
del hombre.

46. • Rom 8,26 precisa la debilidad como la impotencia humana frente a
Dios, a la cual debe socorrer el poder (dynamis) del espíritu.
• 1 Cor 15,43 amplifica estas afirmaciones antropológicas refiriéndolas
a la creación, mientras que, por una parte, se hace un paralelo de la
debilidad con caducidad, y, por otra, se relaciona el concepto
contrario, poder de Dios, con lo imperecedero y no caduco.

47. • Pablo desarrolla todavía más en Rom 8,3 el concepto de debilidad,
poniéndola en relación con la ley: «lo que le resultaba imposible a la
ley, reducida a la impotencia por los bajos instintos, lo ha hecho
Dios...».

48. La dependencia fundamental entre carne,
debilidad y ley:
• «La imposibilidad del hombre de realizar el bien hace asimismo
necesariamente evidente una debilidad de la ley».

49. • La relación explicativa de “era débil”, “se mostró débil”, con
“impotente”, refleja a las claras que Pablo por debilidad no entiende
nada relativo, sino una dimensión absoluta: la impotencia (cf. las
afirmaciones correspondientes sobre la debilidad de la ley en Heb 7,
18).

50. • Eso lo formula Pablo con mayor fuerza en Rom 5, 6, donde equipara a
los débiles, con los los pecadores y los impíos (v. 6) (cf. asimismo Heb
4,15 y 7, 28: contraposición entre los débiles, esto es, los hombres
pecadores, y el Hijo perfecto).

51. La debilidad como el lugar donde
se patentice el poder de Dios

52. • b) Así Pablo, por una parte, presentó la debilidad como el dominio
propio de la caducidad de lo creado, de la impotencia legal y de la
incapacidad humana frente a Dios,
• mientras que, por otra, en un segundo momento, la entiende como el
lugar propicio para que se patentice el poder de Dios.

53. • Enfrentándose con sus enemigos de Corinto, para los cuales la cruz de
Cristo no desempeña ningún papel decisivo, el apóstol desarrolla con
toda claridad su teología de la cruz.
• En este contexto interpreta Pablo la debilidad como la pasión y
muerte de Cristo y de sus seguidores.
• Cristo fue crucificado por debilidad (2 Cor 13,4; cf. Heb 5,2), y en ese
crucificado se muestra la debilidad divina que aparece a los ojos de
los hombres como flaqueza y locura (1 Cor 1, 25.27).

54. • Pero puesto que en la flaqueza, es decir, en la muerte de Cristo,
mostró Dios su poder por la resurrección de los muertos (2 Cor 13,4),
por eso precisamente se hace patente el poder vitalizador de Dios en
la pasión de sus seguidores.

55. • Pablo entiende su debilidad, que sus adversarios de Corinto atacan
duramente, como un distintivo de su seguimiento y de su
comunicación con la pasión de Cristo (1 Cor 2,2.3; 4,10; 2 Cor 13,4).
• Pero al mismo tiempo es en la debilidad de los seguidores de la cruz,
que tienen ante sí la resurrección, donde opera ya ahora el poder
divino (dynamis) bajo las condiciones de la pasión y de la
enajenación.
• Así llega Pablo a las paradójicas afirmaciones de que prefiere gloriarse
en la debilidad (2 Cor 11, 30; 12, 5.9 s; 13, 9),
• puesto que «en la debilidad (humana) llega a su máximo rendimiento
el poder (divino)» (2 Cor 12,9).

56. Fuertes y débiles: la caridad

57. • c) En un tercer nivel de tipo parenético, distingue Pablo entre los
fuertes (Rom 15,1, dynatoí) y los débiles (Rom 14,1, asthenón y
asthenoüntes), en la fe.

58. • En este contexto con la idea de debilidad no se alude ni a la
incapacidad humana frente a Dios (a), ni a la pasión de Cristo o la de
sus seguidores (b),
• sino que más bien (c) el uso tópico inmediato de los términos fuerte y
débil permite deducir que Pablo recoge aquí los nombres distintivos
bien conocidos que designaban claramente a distintos grupos, que
formaban parte de las comunidades de Corinto y Roma (cf. el
contexto de 1 Cor 8-10; Rom 14,1-15,13).

59. • El grupo de los débiles se caracteriza por el hecho de que su
conciencia es débil (1 Cor 8, 7) y todavía no ha conseguido el
conocimiento pleno de la fe (1 Cor 8, 11).
• Esto se manifiesta en su negativa a gustar de la carne (¿y del vino?)
(Rom 14, 2), especialmente de la carne sacrificada a los ídolos (1 Cor
8, 11), así como en la observancia de determinados días (¿el sábado?,
¿días de ayuno? Rom 14, 5), y en determinadas tendencias ascéticas y
legales.

60. • Frente a ellos, los fuertes han tomado conciencia de que nada hay en
ellos ni para ellos impuro (Rom 14, 14), puesto que ellos sólo conocen
a un Señor, del que proceden todas las cosas (1 Cor 8, 6);
• así pues, ellos comen de todo (Rom 14, 2), incluso de lo sacrificado a
los ídolos (1 Cor 8, 10), y consideran todos los días iguales (Rom 14,
5).

61. Responsabilidad ante los ´”débiles” como
caridad
• Aunque Pablo se sitúa en el grupo de los fuertes (1 Cor 8, 4; Rom 14,
14; 15, 1), en este caso no se detiene en discutir el contenido del -»
conocimiento ([gnósis]) de ambos grupos,
• sino que carga el acento en la reciprocidad en el amor entre los
débiles y los fuertes (1 Cor 8,1 ss) ante un Señor común a unos y otros
(Rom 14, 6 ss).

62. • Lo que procede es que los fuertes no ofrezcan a los débiles una
ocasión de tropiezo, 1 Cor 8,9; Rom 14,13.20), ni un escándalo
([skándalon], Rom 14,13),
• con lo cual sufra perjuicio la conciencia de los débiles (1 Cor 8, 13), o
se vea inducida a pecado (1 Cor 8, 10; Rom 14, 23), o se le haga caer
(Rom 14, 21) y finalmente perezca (1 Cor 8,11; Rom 14, 15).

63. • En la vinculación que se hace de “debilidad” con “poner un tropiezo”,
y ([skandalízó], hacer caer, encontramos una semejanza con el uso
profético de “debilidad” (asthéneia).
• Por encima del diverso conocimiento de los fuertes y de los débiles
sitúa Pablo el amor que une a ambos grupos

64. Fragilidad/debilidad en la
Primera Carta de Juan

65. Encarnación y opción por los
vulnerables/pobres
• Esta visión arranca ya de los escritos neotestamentarios y, más en
concreto, de las llamadas cartas de Juan, que corrigen los posibles
peligros docetas del cuarto evangelio, y han de hacer frente a la
irrupción de las primeras herejías docetas:
• quien no crea de veras que Jesús ha venido en nuestra misma carne
(y no en una carne «celestial» o aparente), difícilmente podrá creer
en la presencia de Dios en los pobres, o en el amor de Dios a los
hombres.

66. • Espiritualismo piadoso e insolidaridad anticristiana están, pues,
íntimamente vinculados.
• Decir que «el que no confiese que Jesucristo ha venido en la carne, es
el anticristo» (2 Jn, 7), es lo mismo que decir que quien no profese
una opción real por los pobres es el anticristo.

67. Fragilidad/pobreza en los
Santos Padres

68. • Las ideas de los santos Padres nacen en un marco teológico que se ha
ido creando a partir del Nuevo Testamento.
• La centralidad cristiana de la opción por los pobres forma parte del
legado de la Iglesia apostólica.
• La Iglesia del siglo I dejará a la historia futura este mensaje bien
sencillo y decisivo: encarnación implica opción por los pobres.
• Y, si la fe en la encarnación es el centro del cristianismo, ya se adivina
la consecuencia.
• En este punto ortodoxia y ortopraxis coinciden.

69. Ignacio de Antioquía a los cristianos de
Esmirna
• Noten cómo todas esas heterodoxias relativas a la venida de la gracia
de Jesucristo hasta nosotros, son contrarias al sentir del mismo Dios:
no se preocupan de la caridad,
• ni de la viuda ni del huérfano, ni del atribulado, ni de si uno está
encadenado o libre, hambriento o sediento (6,2).
• Es decir: ¡negar la realidad de la encarnación es negar la presencia de
Dios en el dolor humano!

70. San Jerónimo, carta 77:Ante la repugnancia
que nos produce la pobreza
• De acuerdo con el sentido práctico que atribuíamos en la Introducían
a los Padres latinos, Jerónimo es muy consciente de que el problema
de los pobres es difícil de resolver no sólo por el apego de los
hombres a la riqueza, sino también por la repugnancia que nos
produce la miseria.
• Por eso no quiere imponer heroísmos, pero sí que enaltece el
ejemplo de Fabiola, dama convertida al cristianismo, que acababa de
morir cuando san Jerónimo escribe esta carta, y que se había
distinguido por su impresionante caridad.

71. • Ya sé que hay muchos ricos a quienes la pobreza les revuelve las
tripas, aunque sean piadosos, y por eso suelen recurrir a la mediación
de otros para practicar la solidaridad, y son misericordiosos con el
bolsillo más que con las manos.

72. • No quiero atacar a éstos ni interpretar su debilidad temperamental
como falta de fe
• Pero si soy comprensivo con la sensibilidad de éstos, no puedo menos
de empeñarme en ensalzar hasta los cielos la calidad y la fuerza del
amor.
• La grandeza de su fe sobrepasaba todas estas repugnancias...

73. • Aquel al que despreciamos y no podemos mirar porque su vista nos da
náuseas, es un semejante nuestro, hecho del mismo barro y los
mismos materiales que nosotros.
• Todo lo que sufre él podemos sufrirlo nosotros. Por eso debemos mirar
sus heridas como nuestras, y esta mirada misericordiosa hacia
nosotros mismos reblandecerá la dureza de nuestro corazón hacia los
demás.

74. • Ni aunque supiera cien lenguas y tuviera cien bocas y una voz de
hierro, no llegaría a poder citar todas las enfermedades a las que
Fabiola convirtió en otros tantos alivios de los enfermos.
• Tanto, que los pobres que tenían buena salud llegaban a envidiar la
condición de sus enfermos.

75. • Apuntes varios: pobreza en la Biblia.
• González Faus, Vicarios de Cristo. Los pobres en la teología y la
espiritualidad cristiana,
• Link, H.G., “Debilidad” en Conen-Beyreuther-Bietenhard, Diccionario
Teológico del Nuevo Testamento, volumen II, Sígueme, Salamanca
1990.