1. 1.1.3 Dimensiones de la práctica docente
Para profundizar con la investigación de la práctica docente fue necesario darse
cuenta qué fue lo que estaba sucediendo en el aula, para lo cual fue necesario
hacer una introspección de lo que sucede en el aula y en el centro escolar, visto
desde dentro y desde fuera, para que se clarificara la función de las acciones,
pero de una manera más focalizada.
Para sistematizar el análisis de la práctica educativa Fierro, Fortoul y Rosas
(1999) proponen se analicen las siguientes dimensiones como forma de investigar
el quehacer desde un punto externo al campo de acción. Las dimensiones son la
institucional, interpersonal, didáctica, valoral, social, personal y pedagógica, las
cuales se explicaran a continuación.
La dimensión personal hace referencia a que “…el docente debe ser entendido
como un individuo con cualidades, características y dificultades” (Fierro et al.,
1999: 23) es decir, la práctica educativa tiene distintas aplicaciones en las aulas,
debido a la variedad de docentes y de esta manera la variedad de prácticas que
cada uno realiza dentro de los salones de clase. Es necesario puntualizar que
cada docente tiene diferente forma de impartir su clase porque como humano
tienen cualidades, características y dificultades; con ideales, motivaciones,
proyectos e imperfecciones que los distinguen de los demás por lo tanto tiene un
impacto real en el aula.
Y como docente fue de vital importancia saber cómo se decidió escoger este
camino, entre los que se encuentran algunos motivos relacionados con hechos
familiares, ya que los padres son docentes y de cierta forma ejercieron una
influencia en la decisión, sin embargo la decisión fue personal ya que desde
pequeño hubo inquietudes que generaron el gusto a este oficio y se propuso la
meta de llegar a serlo, primeramente preparándose para el oficio y posteriormente
para ejercerlo; esta meta se logró al paso de los años y la perseverancia, lo cual
no quiere decir que se esté satisfecho, sino que cada día existen motivaciones
2. profesionales y laborales por las que se luchan día a día donde la
profesionalización docente es algo que constantemente se buscaba.
Para elegir el camino de la docencia fue necesario poner en la mesa las diferentes
opciones que existieron en el momento preciso, para poder seleccionar la
correcta, a la que más afinidad se tenía. La decisión fue personal, tomando en
cuenta los gustos, la simpatía que se sentía por la profesión que se eligió.
Actualmente existe mucho ego de satisfacción por los logros que se han obtenido
y la huella que se ha dejado en los alumnos.
Respecto a la dimensión institucional tiene que ver en como “… la escuela es una
construcción cultural en la que cada maestro aporta sus intereses, habilidades,
proyectos personales y saberes a una acción educativa común” (Fierro et al.,
1999:23); esto quiere decir que está conformada a través de una organización en
donde se permite practicar y llevar a cabo la labor docente a través de un trabajo
colaborativo.
Dentro de la institución donde se ubicaba el objeto de estudio, existían diferentes
rutinas que se han enfrentado y en ocasiones omitido, como lo son las
administrativas y las pedagógicas, en las que también se incluía algunos roces
con la autoridad inmediata por la visión diferente, lo cual se ha aprovechado como
una oportunidad de crecimiento, ya que de estos desacuerdos surgen ideas
compartidas que dan lugar a un mejoramiento. En cuanto a las condiciones
laborales existen algunas limitaciones en cuanto a organizaciones sindicales y de
otra índole como acciones administrativas, que merman la atención y el tiempo
que está dedicado puramente al aprendizaje y que en momentos entorpecen la
labor, por las decisiones que afectan directamente a la institución y al docente
como parte de la misma.
En la escuela donde se laboraba, existían 12 maestros frente a grupo, dos
auxiliares y un director encargado, así como una persona encargada de la
limpieza de las instalaciones. En la escuela se cuenta con dos grupos de cada
3. grado y en promedio en cada grupo hay 35 alumnos. La institución donde se
labora trabaja en el turno matutino con un horario de 8:00 am a 1:00 pm. En donde
se otorgan 30 minutos de receso que inicia a las 10:30 am. Además de estos
horarios, también se le dedican horas a cumplir con la materia de educación física
fuera del aula cuando así lo ameriten las actividades a realizar como son
actividades al aire libre, sin que se vean afectadas las demás aulas; evitando la
distracción de los alumnos por el ruido.
La escuela, como institución, al inicio del año daba a conocer a los padres de
familia y a los alumnos el reglamento interno de la escuela, el cual debían de
firmar de conformidad, en donde estaban establecidas todas las normas de
disciplina que se aplican en el centro, así como las obligaciones que se tienen que
cumplir por parte de los Padres de Familia.
En cuanto a la dimensión interpersonal se menciona que “…la labor docente se
fundamenta en las relaciones de los actores que interviene en el quehacer
educativo como lo son: alumnos, docentes, directores y padres de familia” (Fierro
et al., 1999:33). Por lo tanto la acción del maestro está estrechamente vinculada
con las relaciones interpersonales, para un buen funcionamiento de la escuela.
Cada uno de los elementos que existen en la relación interpersonal, juegan un
papel muy importante, desde los padres de familia hasta los agentes externos
como autoridades educativas, que no tienen presencia física en la escuela, pero
que su función tiene reacción en la escuela.
Dentro de la institución se dieron relaciones favorables, ya que predominó la
comunicación docente-docente y docente-alumno, lo que no sucede en la relación
docente-padre de familia, tomando en cuenta las características personales de
cada uno de los individuos. Pero existieron muestras de colaboración por parte de
los padres de familia en algunas actividades, pero falta ese compromiso hacia las
actividades escolares. Por parte de la institución se había situado en un punto de
inclusión para un mejor funcionamiento, partiendo de docentes, directivos y
4. personal hacia los padres de familia, favoreciendo las relaciones interpersonales y
sociales.
En la escuela las relaciones existentes entre los directivos y docentes hacia los
padres de familia y la Asociación de Padres de Familia eran buenas, ya que se
trabajo en conjunto siempre buscando el benéfico de la escuela. Para la toma de
decisiones, se tomaron en cuenta al director y la mesa directiva, quién a su vez
uno informa a los docentes y el otro a los padres de familia. Las gestiones que se
hicieron, se hacen pensando en el bienestar de la escuela. En donde se
evidencian acción como la construcción de aula, construcción de bodega, enrejado
de salones para la seguridad, compra de equipo de cómputo, contratación de
maestros para banda y pintado de la escuela.
A su vez, la dimensión social se refiere a “… el conjunto de relaciones que se
refiere a la forma en que cada docente percibe y expresa su tarea como agente
educativo cuyos destinatarios son diversos sectores sociales” (Fierro et al.,
1999:33). Y como docente se está expuesto a enfrentar diferentes situaciones
sociales, que son factor de estrés; ya que como docente se está preparado para
actuar de cierta forma y cuando se enfrenta la práctica del día a día se topa con
distintas culturas sociales a las que tiene que hacer frente. Según la región es el
papel del docente, partiendo de la premisa: en algunos lugares la imagen del
maestro es intachable y tiene autoridad, mientras que en otras, la imagen del
maestro no tiene voz ni voto, lo cual demerita la función dentro y fuera de la
escuela.
El trabajo de docente ejerce ciertos compromisos con la sociedad ya que quien lo
ejerce es una figura pública, implícitamente se tuvo que cumplir con ciertos
requisitos y normas sociales, las cuales se vuelven exigencias sociales.
Parcialmente se fue partícipe de cometario desacreditadores que han formado
opiniones falsas sobre la labor, porque existe una estructura educativa que se
escusa con la base, no tomando su responsabilidad con compromiso.
5. En la institución donde se desarrolló la investigación se veía todavía al maestro
con un grado alto de respeto y de cierta forma este ejerce su autoridad, tomando
en cuenta que la misma institución es quien se ha encargado de que así sea. Para
conservar esta imagen del magisterio, la institución impartía actividades en donde
conviven los agentes educativos en una misma sociedad escolar. Cada año se
realizar quermes por parte de la Asociación de Padres de Familia para cooperar,
en donde la entrada es libre y los docentes fungen como organizadores. Además
se realizaban para el 10 de mayo el festejo a las mamás en donde son atendidas
con un evento cultural y una cena organizada por los profesores; buscando
siempre que persistan estas relaciones de padres hacia maestros.
En cuanto a la dimensión didáctica el docente tiene una participación esencial
porque actúa como “… agente que, a través de los procesos de enseñanzas,
orienta, facilita, dirige y guía la interacción de los alumnos con el saber colectivo
culturalmente organizado para ellos, los alumnos, construyan su propio
conocimiento” (Fierro et al., 1999: 33). En este sentido, su función en lugar de solo
trasmitir fue la de facilitar los aprendizajes que los mismos estudiantes construyen
en las aulas.
Dentro del salón de clases se utilizaban varios métodos de enseñanza, ya que no
se es experto en uno solo, dependiendo de los alumnos y del contexto en que se
desarrollen las actividades, pues el trabajo estuvo organizado de manera que ellos
construyan su propio conocimiento con la misión de enseñarlos a aprender, para
que logren los objetivos planteados, evidenciando sus productos a través de
exposiciones, situaciones problematizadoras y evaluaciones continuas por parte
de los involucrados donde se rescatan valores cuantitativos y cualitativos de los
aprendizajes, intentando considerar la evaluación como retroalimentación y no
como el fin de un proceso además de buscar hacerlo en un espacio armónico y de
confianza.
Considerando la dimensión valorar, esta se refiere a que “…la práctica educativa
no es ajena a los valores, ya que cada docente en su práctica educativa manifiesta
6. sus valores, creencias, juicios y actitudes” (Fierro et al., 1999: 33). Lo que en
general crea una visión que el docente tiene acerca del mundo y lo transmite a sus
alumnos, dejando ver a los demás los valores y actitudes que han de influenciar a
los alumnos.
Dentro del aula se trató de ser lo más neutral que se puedo, pero fue evidente que
algunos alumnos se identifican hacía las inclinaciones y las visiones que cada
quien tiene sobre los valores. Las creencias que el docente tiene, están ajenas a
la labor ya que son llevadas al aula como los valores religiosos; en cuanto las
actitudinales, siempre están presentes, ya que se pretende que los alumnos las
adquieran y las pongan práctica como: el respeto, la responsabilidad, el
agradecimiento, la convicción, la perseverancia, la paciencia, entre otras, así como
las convicciones y las ideologías que en parte son implantadas por el sistema y
otras tantas por el docente, todos en función de la creación del individuo íntegro y
competente, que sepa resolver problemas conflicto y opine sobre distintos temas
como lo propone el Plan de Estudios 2011 sobre el perfil de egreso.
En el salón de clases los valores se promovieron principalmente con el ejemplo,
pero para reafirmar se utilizaron estrategias como la lectura de situaciones en
donde los alumnos entienden ciertas situaciones injustas, en donde ellos opinan
qué harían, y es aquí en donde se crea esa conciencia de los valores y cada
alumno lleva la convicción a casa de qué acciones de las que realiza son buenas y
cuáles no. Se logra crear juicios críticos en los alumnos mediante la participación
en debates sobre situaciones planteadas.
Cabe mencionar que dentro de la práctica estás dimensiones se encuentran
interrelacionadas a través de la relación pedagógica que habla de “…el análisis de
todas las dimensiones, y de cuya integración armónica dependerá, el tipo de
relación que el docente establezca con sus alumnos, pudiendo caracterizarse
ésta, por la opresión, el dominio y la imposición o por la libertad, el respeto y la
colaboración.” (Fierro et al., 1999: 33). Es decir cada docente es responsable de
su acción frente a los alumnos, partiendo de la relación que existe entre todas las
7. dimensiones que ayudan a evidenciar cual es el actuar del docente frente a los
alumnos.
La relación existente entre las dimensiones, envuelve la imagen del docente frente
a la sociedad, incluye su quehacer, el impacto que tiene y las consecuencias de su
actuar, manifestándolo a través de la vivencia de los valores, las formas de llevar a
cabo los procesos de enseñanza y aprendizaje, y como se responde a las
necesidades administrativas de cómo ejercer la labor educativa, quedando claro
de esta manera que aunque la práctica se analizó por dimensiones, todas éstas se
encuentran vinculadas estrechamente.
Para complementar la información personal es necesario hablar sobre la historia
de vida que daba una pauta de cómo se formó el docente, qué causas fueron las
que lo llevaron formarse como docente y que actitudes están inmersas en la
investigación y que merecen ser investigables, tomando en cuenta las
características generales del docente.