Escuelas y docentes en la emergencia de la inundación de La Plata
1. Documento de Trabajo N° 3
Centro de Abordaje y Difusión de Problemáticas Educativas Gremiales e Históricas
Escuelas y docentes en la trama de la inundación
Emergencia, solidaridad y exteriorización del otro aprendizaje oculto
construido en el espacio escolar1
Tras la inundación en La Plata, una vez más la Escuela transcendió su rol de
centro de producción y circulación horizontal de conocimientos, para ponerse al
servicio de su población, configurándose en centro de articulación social comunitaria
frente a la emergencia. Así, los sujetos sociales que la atraviesan encontraron en el
espacio escolar un nuevo escenario en donde el proceso pedagógico transitó otros
carriles (propio de una currícula oculta, de una enseñanza invisivilizada, no valorada,
pero de cotidiano presente), generándose un lugar en donde el aprendizaje se relacionó
más con la identificación del “otro” en situación de emergencia y la posibilidad de
poner a su disposición el máximo de solidaridad y organización. Todo ello en una
institución caracterizada por la des-inversión (en infraestructura2
y personal3
) de un
Estado cuya política se visualiza día a día en el actual escenario de abandono escolar.
Por dicho temporal unas 30 escuelas se vieron afectadas directamente con
anegamiento de aulas, pérdidas de materiales pedagógicos, mobiliario, cortes de luz y
agua. Otras tantas se vieron afectadas indirectamente por los problemas de
infraestructura históricos (ver cita 2).
Aún en este contexto, escuelas, docentes y comunidad educativa, espacio y
sujetos, fueron esenciales en las tareas necesarias de articulación de solidaridad
comunitaria.
En lo inmediato, el primer rol de la escuela fue el de generar un centro de
evacuados a donde asistían las familias, de manera natural, frente al avance del agua.
Un vecino de la EP Nº 60 expresa en relación a la noche del 2 de abril: “Gracias a un
1
A los fines de esta nota fue muy importante el informe realizado por la docente Virna Quentrequeo en
función de su experiencia activa en la inundación.
2
Es gráfico y anecdótico que la EP Nº 52, por ejemplo, que funcionó como centro neurálgico comunitario
en el Barrio San Carlos, haya sufrido los efectos de la inundación no porque el agua haya entrado desde
abajo sino por las filtraciones en los techos.
3
6.000 cargos docentes deberían crearse, según lo establecido por resolución, en las escuelas de la
Región Educativa I, a lo cual el Estado provincial hace caso omiso.
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compañero que trabaja acá, pudimos abrir la escuela y socorrer a los vecinos que se
fueron inundando”. Enfatizando luego en la escuela como primer lugar proveedor de
alimentos: “La directora autorizó que rompamos los candados del comedor… para
hacerles el desayuno y la comida los chicos”.
En segundo lugar, se impuso la reconstrucción del propio espacio escolar. Acá
es significativo el compromiso de docente y auxiliares, que atravesados ellos mismos
por la inundación propia o de allegados, se acercaban a las escuelas, por ejemplo a la
EP 120 durante el fin de semana para realizar las tareas de limpieza.
En tercer lugar, el rol de los docentes/Equipos de Orientación Escolar (EOE)
en el fundamental ejercicio del relevamiento de la “situación de los chicos y familias
afectados”, ya sea “vía telefónica o visitas domiciliarias”, con el fin de identificar las
necesidades urgentes.
En cuarto lugar, y en intima relación con lo anterior, la escuela se transformó
en un centro de atracción/recepción y redistribución de mercaderías. Por ejemplo,
la EP 52, la EP 2 o ES Nº1, entre otras, producto de un complejo sistema de relaciones
sociales previamente construido por el personal docente, supo atraer donaciones de gran
cantidad de organizaciones sociales, de instituciones, agrupaciones políticas,
fundaciones, centros de estudiantes que, en virtud del relevamiento realizado, pudieron
hacer llegar lo disponible según las necesidades de las familias. Lo cual, al mismo
tiempo implicó gran capacidad de gestión de recursos humanos y materiales. Por
ejemplo, relata La Nación, que ante la voz de una directora “De manera sincronizada,
unas 30 personas se formaron en fila y comenzaron a pasar de mano en mano, la
donación que llegaba”.
Por último, una tarea esencial de las escuelas tuvo que ver con la contención
emocional de los alumnos, en un contexto en que los docentes a cargo tenían que
reprimir sus propias angustias, neutralizarse, para poder escuchar los relatos de los
alumnos, contribuir con sus procesos personales, sin generarles transferencias
emocionales negativas. El Estado provincial/municipal no proveyó a las escuelas con
asistencia psicológica, ni para alumnos ni para docentes, asumiendo un rol protagónico
en esta tarea los maestros y profesores, en especial los EOE (contra la legislación
vigente que expresamente determina la obligación de su nombramiento, las escuelas, en
particular en los niveles inicial y secundario, carecen de estos equipos y cuando los hay
están incompletos).
3. Documento de Trabajo N° 3
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Así, en un contexto de desfinanciamiento crónico del sistema educativo
caracterizado por la falta de personal en las escuelas (no designados), por condiciones
regulares de la infraestructura (malas o pésimas, según el caso) y con graves déficit en
el material administrativo y pedagógico necesario; el espacio escolar y los docentes, en
conjunto con la comunidad, estuvieron a las alturas de las circunstancias frente a la
emergencia. Su rol fue fundamental en determinados barrios para soslayar un problema
frente al cual el Estado no tenía plan de acción, inclusive existiendo advertencias sobre
esta posibilidad luego de las inundaciones en 2002 en zona norte4
. El Estado municial y
provincial, actúo con desidia e hipocresía; desidia porque llego a las familias pasado un
buen tiempo, cuando la escuela y las organizaciones sociales habían organizado una red.
Hipocrecia porque privilegiando su interés político escondió la cantidad de fallecidos
para tapar el crimen social.
En esta ocasión la escuela nuevamente, a través de sus actores sociales, fue
protagonista pedagógico en el aprendizaje sobre la necesidad de organizarse frente a los
problemas sociales, y los docentes fueron protagonistas directos en esta enseñanza
solidaria.
Abril 2015
Por Virna Quentrequeo y Lorenzo Labourdette, con aportes del grupo editorial de
Punto Docente (CAPEGH).
Nota: Agradecemos una devolución crítica de este material que pueda profundizar el
debate y enriquecer los argumentos ya sean a favor o en contra de lo expresado.
4
(Ver: http://argentinosalerta.org/content/inundaci%C3%B3n-en-la-plata-solidaridad-y-barbarie).