La organización de obras implica planificar, programar y controlar los diferentes elementos y agentes que intervienen en una construcción para asegurar la calidad, rapidez y economía del proyecto. Se debe organizar el trabajo de la mano de obra, establecer los plazos y métodos constructivos, y coordinar a promotores, técnicos, contratistas y subcontratistas para ejecutar el proyecto de forma ordenada y eficiente.