La Edad Media abarcó desde la caída del Imperio Romano en el siglo V d.C. hasta el siglo XV d.C. Fue un período de transición entre la Antigüedad y la era moderna, caracterizado por la consolidación de la Iglesia como autoridad central, el surgimiento de reinos germánicos y el desarrollo del feudalismo en Europa Occidental. Aunque tradicionalmente se ha visto como un período oscuro, la Edad Media también trajo avances culturales y el florecimiento de nuevas identidades regionales.