La religión dominó la Edad Media, con una fe cristiana universal bajo el Papa. La Iglesia organizó la sociedad y aplicó la justicia a través del clero secular y regular, como monjes. La Inquisición combatió herejías con torturas. Las Cruzadas intentaron recuperar Tierra Santa de los musulmanes entre los siglos XI y XIII. Los monasterios preservaron conocimiento a través de copias de libros.