Este documento discute la teología del Antiguo Testamento como un proceso dinámico que se desarrolla a través del tiempo. Analiza los primeros capítulos del Génesis como relatos míticos que recogen la sabiduría de Israel. Explica que hay una estrecha unión entre Génesis 1-11 y la historia de Israel, con cinco etapas narrativas similares entre el relato del Edén y la historia deuteronomista. Finalmente, concluye que los relatos de Génesis no son propiamente mitos sino

1. ELEMENTOS PRELIMINARES

2. La teología de Israel era algo que se
desarrollaba, un proceso dinámico que se
desarrolla a través del tiempo.
No es sólo una recolección de ideas del AT,
es la historia del desarrollo del Kerigma de
la fe de Israel.

3. GÉNERO LITERARIO
En general se puede decir que los capítulos 1-4 del
Génesis son relatos de tipo mítico.
Los relatos míticos del Génesis recogen la sabiduría
de Israel.

4. UNIÓN ESTRECHA ENTRE GN 1-11
Y LA HISTORIA
La primera unión es clara: hay una ruptura con la
historia después del capítulo 4 y regresa en el capítulo
12. Estos relatos son presentados como los inicios del
mundo y después se desarrollan en la historia de
Abraham.
La idea de Dios hace eco de aquello que Israel
recuenta de la propia historia. L. Alonso Schökel
demuestra que hay una trama narrativa en 5 etapas:

5. Gn 2-3
1. El humano es creado en el
desierto
2. Viene introducido en el jardín
Historia Deuteronomista
1. Israel creado en el desierto
2. Viene introducido en la tierra
prometida
3. Recibe una ley, un precepto 3. Recibe una ley, Vida/muerte (Dt
(Vida/muerte)
30,15)
4. Transgresión
4. Trasgresión (Jueces – Reyes)
5. Castigo
5. Castigo (exilio)

6. L. Alonso Schökel hace varias comparaciones:
1) El Ser humano, sustraído de la tierra y creado en un lugar desierto; del
mismo modo Israel es sustraído de Egipto y hecho surgir como pueblo
en el desierto, así se lee Dt 32,10-12.
2) Adán es introducido por Dios en el Jardín y da sus frutos a Adán quien
llega a ser el guardián del jardín; Israel es introducido en la tierra
prometida donde puede gozar de los frutos, toma posesión y lo debe
también defender, ver Jos 1,10; 5,10; 24,13, etc.
3) Con el Jardín el Señor le da a Adán una ley que debe llevarlo a la vida
(Gen 2,16-17); del mismo modo para Israel. Cuando se le da la tierra
Josué recuerda las palabras de Moisés, la ley que Dios ha dado para
que Israel pueda vivir y disfrutar de la tierra, una ley de la que
depende la vida del hombre. En Jos 23,5-16 se dice que si Israel no
obedece la ley morirá, perderá la tierra recibida, lo mismo en Dt 28;
30, 15-20.

7. El relato del Edén continúa contando el pecado. Este pecado es de
idolatría, pues la serpiente se presenta como un Dios ya que cuando
habla a la mujer dice que la superioridad de Dios es la del
conocimiento que sabe del bien y del mal, pero la serpiente conoce lo
que Dios conoce, es decir, la serpiente se considera superior o igual a
Dios. Así cuando Adán y Eva creen en la serpiente, confían en otro
dios: uno ha dicho «morirán» y el otro dice «no morirán», ellos han
escogido un ídolo.
Después del pecado viene el juicio de Dios y los expulsa del jardín,
pero antes de hacerlo les manifiesta una cierta bondad pues promete
luchar contra la serpiente (3,15) y le da un vestido (3,20).
Este
esquema narrativo se puede reconocer en la historia Dt. Hay una
obligación de la ley; como Adán, Israel olvida tal ley y va detrás de
otros dioses. La violación de la ley lleva al pueblo a su ruina pues
pierde la tierra.
La trama de Gen 2-3 es la misma que la de la historia
Deuteronomística: de la fundación de Israel hasta el exilio. En el
fondo es la misma historia contada en un modo diverso.

8. Reflexión:
Muchos puntos comunes acercan el relato de Edén a la obra
deuteronomística o a la historiografía de la alianza. Esto quiere
decir, que un relato de tipo mítico, es cercano a relatos
historiográficos, lo cual hace que los relatos de Gen no sean
propiamente mitos, sino un relato sobre la historia de Israel.
Es la interpretación teológica de su propia experiencia
histórica, de su propia historia, que el autor de Gen 2-3 proyecta
a los orígenes. Esto quiere decir que reconoce el valor universal
de la experiencia particular de Israel. Porque en Gen 1-3 no se
trata sólo de Israel sino de la humanidad entera, «Adam», según
él, cada hombre, cada pueblo puede reconocerse en esta historia
de un pueblo particular.