El documento discute los propósitos y enfoques de la evaluación de altas capacidades. Señala que una evaluación debe ser contextual, integral, orientadora y descriptiva para definir el funcionamiento cognitivo. También destaca que las evaluaciones deben moverse más allá de enfoques puramente cuantitativos hacia enfoques que sean pronósticos, orientadores, equitativos y con un propósito final de apoyo educativo.