El docente utiliza métodos interactivos como lecturas pausadas con comentarios y preguntas a los estudiantes para enseñar historia. Luego de la lectura, los estudiantes resaltan lo más importante y copian resúmenes ilustrados en sus cuadernos. Estos métodos son similares a los que usaron sus maestros y han resultado en que los estudiantes muestren interés y comenten sobre los hechos históricos. El docente considera que necesita involucrarse más en la materia para mejorar su enseñanza.