El documento define el desarrollo sostenible como satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las del futuro, según la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de 1987. Se basa en tres pilares: progreso económico, justicia social y preservación ambiental. El objetivo es definir proyectos viables que concilien estos tres aspectos, obteniendo recursos de forma limitada y sin comprometer las capacidades de generaciones futuras.