El documento define el Estado de derecho como aquel en que el Estado está sometido a un ordenamiento jurídico expresado en la Constitución y leyes. Este implica el imperio de la ley, distribución del poder estatal en diferentes órganos, legalidad de la administración y respeto a los derechos humanos. La Constitución chilena incorpora estos principios al someter a los órganos del Estado a la Constitución y leyes, distribuir el poder, y condenar el terrorismo.