El documento describe cómo algunos arquitectos europeos se inspiraron en detalles de la arquitectura oriental como las columnas en forma de palmera y los tejados con curvas leves para hacer sus edificaciones más atractivas. Menciona el Pabellón Real de Brighton y el Salón de Té de Federico II como ejemplos de arquitectura orientalista. También explica que a finales del siglo XVIII surgió un movimiento religioso que concluyó que la restauración de templos debía hacerse en estilo gótico para devolverles su