Este documento define los tipos de conflictos que pueden surgir en una organización, incluyendo conflictos de información, intereses, estructurales y valores. Explica que los conflictos funcionales pueden ser positivos al mejorar procesos y lograr objetivos, mientras que los conflictos excesivos afectan negativamente el rendimiento. También describe cinco estilos para manejar conflictos: evasión, acomodación, competición, negociación y colaboración.