La ataxia puede definirse como “pérdida de coordinación
de la marcha” y la marcha a su vez puede definirse
como “los movimientos que realiza un animal cuando
se desplaza de un lugar a otro, o los cambios de postura
continuos que intervienen en el movimiento” (1). Desde
un punto de vista neurológico, la ataxia se refiere únicamente
a la disfunción de las vías sensitivas, mientras
que la paresia (que se presenta como un cuadro clínico
muy similar) implica una disfunción de las vías motoras
eferentes. La ataxia y la paresia suelen confundirse....
musculos y partes del tronco clase de medicina.pdf
El perro atáxico: ¿es neurológico u ortopédico?
1. CÓMO ABORDAR...
El perro atáxico:
¿es neurológico u
ortopédico?
Alejandro Artiles,
DVM
Hospital veterinario
Los Tarahales, Las Palmas
de Gran Canaria, España
El Dr. Artiles se licenció por la Facultad de Veterinaria de Córdoba en 1992
y siguió su formación en Hannover,
Alicante y Madrid. Es director de los Departamentos de
Neurología y Traumatología en el Hospital Veterinario Los
Tarahales, en donde introdujo la primera instalación de
resonancia magnética para Pequeños Animales en Canarias
en 2010. Graduado ESAVS en Neurología, es autor de muchos
artículos y ponente en conferencias de este tema.
Introducción
La ataxia puede definirse como “pérdida de coordinación de la marcha” y la marcha a su vez puede definirse
como “los movimientos que realiza un animal cuando
se desplaza de un lugar a otro, o los cambios de postura
continuos que intervienen en el movimiento” (1). Desde
un punto de vista neurológico, la ataxia se refiere únicamente a la disfunción de las vías sensitivas, mientras
que la paresia (que se presenta como un cuadro clínico
muy similar) implica una disfunción de las vías motoras
eferentes. La ataxia y la paresia suelen confundirse; la
PUNTOS CLAVE
La ataxia es un síntoma, no una enfermedad
La alteración de la locomoción puede deberse a
defectos en las vías sensitivas, en las motoras,
o en ambas
Un enfoque sistemático combinado con una
exploración clínica meticulosa debe permitir
diferenciar entre problemas neurológicos y
ortopédicos
Suele ser necesario realizar pruebas complementarias
para obtener un diagnóstico final
32 / Veterinary Focus / Vol 21 No 2 / 2011
alteración de la locomoción puede implicar en realidad
cambios en ambas vías, sensitivas y motoras (2). Las
neuronas propioceptivas forman el sistema sensorial
que recoge información del estado en posición y en
movimiento de los músculos y articulaciones (3). Un
déficit propioceptivo indica daño neurológico, aunque
es inespecífico con respecto al lugar donde se encuentre
la lesión. La ataxia es un síntoma, más que una enfermedad, y puede clasificarse en: propioceptiva, vestibular
y cerebelar.
Presentación clínica y abordaje
Los signos clínicos dependen del tipo de ataxia, aunque
la presentación más común es una falta de coordinación
de movimientos combinada con una estancia de base
amplia, extremidades que se cruzan al caminar o pasos
muy cortos o exagerados (4). El movimiento requiere
que los sistemas esquelético, neurológico, cardiovascular
y endocrino sean completamente funcionales y estén
coordinados. Aunque las anomalías de la marcha se
pueden producir por problemas en cualquiera de estos
sistemas, son las patologías neurológicas y ortopédicas
las principales causas de cojera y de movimiento anómalo en gatos y perros (Figura 1). La mayor longevidad de
los animales de compañía implica que el veterinario se
enfrente a menudo a pacientes de edad avanzada con
trastornos de la marcha y cambios en uno o más de los
principales sistemas indicados antes. Puede ser difícil
identificar qué alteración está causando los signos que se
presentan. Por ejemplo, una radiografía puede mostrar
una displasia de cadera severa, que lleve a suponer que
ésta debe ser la causa del problema y por tanto debería
tratarse. Sin embargo, es obligatorio decidir si la displasia
de cadera es en realidad la causa de la locomoción anómala, ya que de lo contrario el tratamiento no resolverá
los problemas. Con la naturaleza interrelacionada de los
sistemas corporales, las decisiones deben estar basadas
en la fisiopatología para obtener el diagnóstico más
preciso con un enfoque uniforme y sistemático de la
exploración clínica. En los pacientes de urgencias con
2. EL PERRO ATÁXICO: ¿ES NEUROLÓGICO U ORTOPÉDICO?
traumatismos se puede alterar este enfoque, teniendo
como prioridad estabilizar al paciente y también a la
vez conseguir una evaluación neurológica/ortopédica
simultánea.
¿Cómo abordar al paciente
atáxico?
El método preferido por el autor es seguir un protocolo
sistemático, como el siguiente:
• Antecedentes médicos
• Anamnesis de la enfermedad actual
• Exploración física
• Examen ortopédico
• Examen neurológico
• Localización de la lesión o lesiones
• Diagnóstico diferencial
• Pruebas auxiliares
• Diagnóstico
• Pronóstico, tratamiento y seguimiento
La historia clínica debe ser lo más completa posible. Los
tres primeros puntos son cruciales para establecer las
prioridades del diagnóstico, ya que a veces la anamnesis y la exploración física orientan el diagnóstico final.
Dado que los principales sistemas afectados en los trastornos de la marcha son el neurológico y el ortopédico, la
primera prueba, y la más fiable, es la exploración física.
Pueden realizarse otras pruebas complementarias
después de responder a estas preguntas:
• ¿Dónde está la lesión? Las lesiones pueden ser focales,
multifocales o difusas. Si sabemos que nuestro paciente
tiene ataxia, necesitamos establecer la localización
neurológica de la lesión.
• ¿Cuáles son los posibles diagnósticos diferenciales?
La regla nemotécnica VITAMIN D es útil como
recordatorio para considerar las causas vasculares,
inflamatorias, traumáticas, de anomalías, metabólicas/tóxicas, idiopáticas, neoplásicas y degenerativas.
El desarrollo completo de estos dos puntos indicará
qué pruebas diagnósticas complementarias son las
preferidas y, en última instancia, ayudará a establecer
un diagnóstico exacto.
¿Cómo realizo una exploración
ortopédica?
La exploración física ortopédica se inicia observando
cómo camina el paciente. Debemos evaluar la marcha
del paciente desde diferentes perspectivas, sobre superficies planas y moderadamente inclinadas no deslizantes.
Si se sospecha una lesión neurológica, la marcha debe
examinarse sobre una superficie plana seguida de una
rampa o escaleras. Las lesiones ortopédicas se ven mejor
cuando el perro se mueve deprisa, ya que la cojera suele
ser más obvia. Un perro con un problema neurológico
quizá tienda a andar despacio porque intenta compensar
el desequilibrio o la debilidad. La longitud del paso puede
ser normal o estar aumentada en las lesiones de las
neuronas motoras superiores (NMS) (vías raquídeas
motrices eferentes), mientras que en las lesiones ortopédicas o musculares normalmente los pasos son cortos.
Para los pacientes que no cooperan, se pide al propietario
que grabe a su perro en casa.
La marcha anómala puede presentarse de varias formas.
La anquilosis y rigidez articulares normalmente se presenta como pasos cortos y, aunque no de manera exclusiva, esto es típico de la patología no neurológica. La
cojera es fundamentalmente un signo de problemas
ortopédicos (artrosis, tendinitis, etc.), pero debe tenerse
cuidado, ya que una enfermedad de las raíces nerviosas
(por ejemplo, compresión discal, enfermedades degenerativas de columna, tumores de las raíces nerviosas),
puede producir a veces cojera manifiesta de origen no
ortopédico. Hay que vigilar la distribución inadecuada
de la carga al caminar. Normalmente se soporta más
peso (~60%) en las extremidades anteriores, pero
algunas patologías pueden alterar esto; por ejemplo,
después de una caída, un perro puede tener una lesión
bilateral del ligamento del carpo y mostrar hiperextensión de ambos carpos, y caminar con una postura
compensatoria del dorso, flexionando las extremidades
posteriores para soportar más cantidad de carga (Figura
2). La debilidad muscular puede tener diversos orígenes
y puede resultar difícil decidir si es de origen neurológico
o no. La miositis puede presentarse con dolor y debilidad
de la marcha. Los trastornos endocrinometabólicos que
pueden causar debilidad muscular son: hipotiroidismo,
hipoadrenocorticismo o hiperadrenocorticismo, hipoglucemia e hiper/hipopotasemia.
Para los pacientes que permanecen sentados o tumbados, es obligatorio establecer si no están de pie porque
tienen dolor (rotura bilateral de los ligamentos cruzados,
miositis) o porque no pueden permanecer de pie (tetraplejía, lesión vestibular).
Después de evaluar la marcha, palpamos las extremidades en un orden establecido, de distal a proximal. Si
Vol 21 No 2 / 2011 / Veterinary Focus / 33
5. CÓMO ABORDAR...
Ataxia/paresia
Marcha normal/
comportamiento normal/
reacción postural anómala
Cerebro
NMS en extremidades
torácicas y pélvicas
Nervios craneales afectados
Marcha anómala y reacciones
posturales anómalas en todas las
extremidades
NMI extremidades torácicas
NMS extremidades pélvicas
Nervios craneales normales
Signos NMI
generalizados
C6-T2
Sistema nervioso
periférico
No hay paresia
C1-C5
Paresia
Ataxia asimétrica,
inclinación de cabeza,
estrabismo ventral, nistagmo
Ataxia, hipermetría, temblor de intención,
hipertonicidad, estancia amplia, amenaza
anómala, nistagmo pendular
Apatía/coma, déficit de los
nervios craneales, signos
vestibulares
Síndrome vestibular
Cerebelo
Tronco del encéfalo
Figura 4.
Diagrama de actuación para el abordaje del perro atáxico.
bastante sutiles. Obsérvese que esta exploración se
hace después de comprobar reacciones de la marcha y
posturales; tiene poco sentido estudiar reflejos si no hay
pruebas de carencias propioceptivas, posturales o de la
marcha. La exploración de los reflejos medulares
debería permitir la neurolocalización de las lesiones
de la médula espinal (en ausencia de afectación del
nervio craneal) como sigue:
• Ataxia/ tetraparesia y signos NMS: lesión en C1-C5.
• Ataxia/tetraparesia, con signos de NMI de las extremidades anteriores y de NMS de las extremidades
posteriores: lesión en C6-T2.
• Ataxia/paraparesia de las extremidades posteriores
con signos de NMS: lesión en T3-L3
• Ataxia/paraparesia de las extremidades posteriores
con signos de NMI: lesión en L4-S1.
Otra prueba añadida consiste en evaluar el grado de
sensibilidad de las extremidades, apretando los dedos
o las almohadillas entre el pulgar y el índice; si el
paciente no muestra signos de dolor, utilice un mosquito
atraumático para aumentar la presión. Nótese que el
paciente puede retirar la pata sin mostrar movimientos de la cabeza, vocalización, dilatación pupilar
u otros signos obvios de malestar; esto puede ser tan
sólo un arco reflejo y no necesariamente indica una
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sensación consciente. La presencia o ausencia de sensibilidad no es un signo localizador, pero puede contribuir
a establecer el pronóstico (7).
Conclusión
La exploración física demostrará si un paciente con
ataxia e incoordinación es un caso ortopédico o neurológico. En la Figura 4 se muestra cómo una exploración
neurológica meticulosa puede ayudar a localizar el
problema. Se necesitan pruebas complementarias
para el diagnóstico final, como pueden ser: análisis de
orina y de sangre, análisis del líquido cefalorraquídeo,
radiología, mielografía, resonancia magnética, tomografía computerizada, electromiografía y biopsias
musculares y nerviosas (8). La resonancia magnética es
actualmente el patrón de oro para detectar y caracterizar las lesiones morfológicas o estructurales del sistema
nervioso central: enfermedad cerebrovascular (9) (isquemia, ictus…), enfermedad inflamatoria (meningitis,
encefalitis…), traumatismo, malformaciones congénitas
(hidrocefalia, hidromielia…), neoplasias, enfermedad
comprensiva y degenerativa de la médula espinal y las
raíces nerviosas, e incluso enfermedad neurodegenerativa (enfermedad de almacenamiento lisosómico y
otros problemas metabólicos) (10). El veterinario debe
elegir de forma objetiva las pruebas diagnósticas basándose en una exploración física exhaustiva.