El documento discute estrategias para crear ambientes de convivencia pacífica en las escuelas. Propone resolver la problemática de la violencia transformando la convivencia a través de una educación inclusiva, cívica y democrática. Explica que la violencia se debe abordar de manera integral, considerando factores visibles como la fuerza física y factores invisibles como la desigualdad estructural y la violencia simbólica perpetuada por el patriarcado y los medios. El papel de la escuela es no ignorar problemas de violencia