El análisis morfológico es una técnica de ideación creativa que descompone un concepto en sus elementos básicos para generar nuevas ideas mediante la combinación sistemática de dichos elementos. El proceso implica especificar el objetivo, seleccionar los parámetros clave, generar variaciones y probar diferentes combinaciones con el fin de encontrar soluciones innovadoras a problemas o mejoras a productos y servicios existentes.