La investigación-acción (I-A) se originó en el trabajo de Lewin después de la Segunda Guerra Mundial y consiste en cuatro fases: planificar, actuar, observar y reflexionar. A lo largo del tiempo ha habido diversas concepciones de la I-A pero comparten rasgos como la acción como elemento definitorio, la implicación de los sujetos en la investigación de problemas de la práctica educativa y el carácter democrático y comunitario de la toma de decisiones. Dentro de la I-A existen modalidades como la investigación