El documento presenta los argumentos de Juan Ginés de Sepúlveda y Fray Bartolomé de Las Casas sobre la esclavitud indígena. Sepúlveda defendía que los indígenas eran seres inferiores que podían ser sometidos, mientras que Las Casas argumentaba que los indígenas eran iguales a los españoles y merecían un trato más humano.