El documento describe los primeros símbolos cristianos como el crismón y el pez, y explica cómo se propagó el cristianismo en los primeros siglos desde Roma hasta el norte de Europa. Luego describe varias basílicas paleocristianas romanas como San Pedro, Santa María la Mayor y Santa Sabina, incluidos sus planos y detalles arquitectónicos. Finalmente, muestra mosaicos y sarcófagos paleocristianos de los siglos IV y V.