El documento describe varios aspectos del paleocristianismo como las catacumbas, arcosolios, criptas y basílicas paleocristianas. Menciona catacumbas específicas como la de San Giovanni en Siracusa y la de Santa Domitila. También describe pinturas y relieves encontrados en las catacumbas que representan escenas bíblicas y del buen pastor. Finalmente, nombra edificios paleocristianos notables como las basílicas de Santa Sabina y San Clemente en Roma.