Sócrates dedicó su vida a filosofar y enseñar a través de conversaciones en las que hacía preguntas para hacer pensar a la gente y ayudarles a descubrir la verdad por sí mismos. Creía que la sabiduría se obtenía mediante el razonamiento y la búsqueda en común de respuestas. Fue condenado a muerte por corromper a la juventud a través de sus enseñanzas.