El documento discute técnicas de manipulación psicológica como la estimulación contradictoria y la disonancia cognitiva para controlar la mente de las personas. Estas técnicas funcionan creando emociones contradictorias que generan ansiedad e incomodidad, dejando a la víctima en un estado de credulidad para aceptar mensajes absurdos. La estimulación contradictoria se ha usado históricamente en campañas revolucionarias para intimidar a la población a través de actos terroristas.