2. Autobiografía: Magdalena Lujan Tavera
Desde que era pequeña tenía muchos intereses diversos, en aquellos años no tenía
una idea en específico de lo que quería ser. En estos años jugaba a ser maestra, y
hacía actividades para mis ‘’alumnos’’, pero también jugaba a ser veterinaria, y hasta
policía.
Cuando me encontraba en la primaria quería ser veterinaria sólo por el hecho de que
amaba a los animales, pero más tarde me daría cuenta que no soportaba la idea de la
sangre.
En la secundaria, encontré una de mis aficiones más grandes; la fotografía. En esta
etapa hubo una tarea de la escuela de hacer un proyecto de vida y me decidí a que
sería fotógrafa. Pero al pasar a la preparatoria, olvidé mi proyecto de vida porque mi
familia no lo veía como una profesión, pero aun así nunca he dejado la fotografía de
lado.
En la preparatoria estuve en la especialidad de electrónica, y me gustaba, por lo que
un tiempo pensé en estudiar una ingeniería, pero casi al terminar la preparatoria me
di cuenta que no me gustaba tanto como para decidirme por esa profesión.
Cuando me encontraba en esta etapa, debido a asuntos familiares tuvimos que
cuidar de uno de mis sobrinos por un largo período de tiempo. Mi sobrino tenía
entre año y medio y dos años, debido a su estilo de vida con su madre, era un niño
consentido y mala conducta. Poco a poco yo noté que su comportamiento era
diferente al estar conmigo que al estar con su madre, y fue cuando comencé a
acercarme a él un poco más, y darle atenciones que necesitaba. Yo me di cuenta la
gran diferencia que pude hacer para él con tan solo acciones, demostraciones de
afecto, atención y disciplina. Aprendí que uno puede ayudar para bien (en mi caso) a
un pequeño, porque aún no está resuelta por completo su forma de ser. Esta
experiencia me marcó muchísimo, pero aun así con esta experiencia yo no pensaba
en ser educadora.
Casi al término de la preparatoria, no sabía lo que iba a estudiar, y después de
mucho reflexionar me di cuenta de que lo que más me apasiona son los libros