Los factores como los nutrientes, pH, actividad de agua y temperatura influyen en el crecimiento microbiano en los alimentos. Las bacterias y hongos pueden dividirse rápidamente en condiciones adecuadas. La contaminación microbiana en los alimentos depende de su calidad y puede causar enfermedades, y si es muy elevada la refrigeración no será efectiva para prevenir el deterioro.