La capacitación proporciona numerosos beneficios tanto para las instituciones como para los empleados individuales. Para las instituciones, la capacitación mejora la rentabilidad, la moral, la imagen pública y la productividad, al tiempo que reduce los costos. Los beneficios para los individuos incluyen un mayor desarrollo personal y profesional, así como una mayor satisfacción laboral. Sin embargo, para obtener estos beneficios es fundamental que los programas de capacitación aborden necesidades específicas identificadas previamente y que se evalúe su efectiv