1. Bondades del agua Por: Janina Fernandez

2. Bondades del agua

3. Bondades del agua El agua pura es buena para el organismo, pero por momentos se olvida que nadie puede vivir sin ella. Las virtudes del agua son conocidas por casi todo mundo

4. Bondades del agua Es aconsejable beber mucha agua sin sed para nuestra salud, nuestro estado físico e incluso para la belleza. Representa el 65% del peso de un adulto –33 litros en una mujer de 55 kilos– y dos terceras partes del líquido están repartidas por las células, los tejidos y diversos órganos. Entre sus funciones fisiológicas destaca su labor de transporte por todo el organismo los diferentes nutrimentos esenciales (vitaminas, minerales y los oligoelementos).

5. Bondades del agua Especialistas en el tema de la hidratación dicen que lo mejor es tomar dos litros diarios de agua, ya que los que no beben suficiente pueden sufrir dolor de cabeza, fatiga, calambres y dolores musculares.

6. Bondades del agua Una buena cantidad de agua nos llega a través de los alimentos (el pan está compuesto de este fluido en un 35%, carnes y pescados contienen del 60% al 75%, las frutas llegan al 80%, mientras que los aceites y el azúcar no llevan nada).

7. Bondades del agua La mayoría de las personas bebemos cuando tenemos la boca seca, consumimos fruta en verano y nos untamos el cuerpo con cremas y aceites cuando observamos que nuestra piel presenta un aspecto escamoso.

8. Bondades del agua Sin embargo, todos estos signos son el último indicador de una necesidad extrema. Para evitar que nuestro organismo se muera de sed ofrecemos a continuación una pequeña información sobre las bondades del agua y algunos consejos para hidratar idóneamente la piel.

9. Bondades del agua

10. Bondades del agua Sin agua no existe la vida. Esta simple máxima bastaría para obligarnos a tomar en serio la cuestión de beber agua. Y si, además, comprobamos que muchas enfermedades podrían evitarse bebiendo agua pura, cuidaríamos con mayor mimo el planeta en que vivimos, ya que el 70 por ciento de la Tierra contiene este poderoso elemento y, puesto que es la fuente de nuestra existencia, no convendría contaminarla