La UNESCO proclamó en 1990 la Declaración Mundial sobre Educación para Todos para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje de todas las personas. En 1996, una comisión identificó cuatro pilares fundamentales del aprendizaje: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Para 2015, la ONU se enfocó en lograr la enseñanza primaria universal y estableció cinco principios para garantizar la calidad educativa, incluyendo ser flexible y responder a las necesidades de cada estudian