Este documento discute el sacerdocio único de Jesucristo. Señala que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres debido a su naturaleza divina y humana. Todas las prefiguraciones del sacerdocio en el Antiguo Testamento llegan a su plenitud en Jesucristo. A través de la Eucaristía, el sacrificio redentor único de Jesucristo se actualiza y se hace presente hasta el fin de los tiempos.