El documento argumenta que la educación debe orientarse al desarrollo de capacidades para permitir que los adolescentes integren la cultura tradicional con la innovación. También sostiene que las reformas educativas deben fomentar que los estudiantes sean los artífices de sus propios conocimientos vinculados a sus intereses, y que el uso de nuevas tecnologías puede favorecer el desarrollo de habilidades. Además, propone que la escuela debe ser un espacio para la producción y reflexión de experiencias de vida a través de un