El documento discute la posición del Consejo Gremial frente al TLC, la cual apoya a los gremios agropecuarios y no aceptará el tratado a menos que se satisfagan sus aspiraciones. Esto contrasta con la visión de Rudolf Hommes, quien cree que los beneficiados renunciarían a sus propios beneficios. Sin embargo, los industriales entienden que la paz requiere de un campo fuerte, y que las ganancias a corto plazo del TLC no valen la pena si se debilita el campo y la seguridad