Este documento ofrece consejos sobre cómo no arruinar un proyecto. Recomienda definir requerimientos completos, precisos, medibles y aceptables; comunicarse de manera clara y bidireccional sin olvidar a las personas involucradas; formar un buen equipo con roles y responsabilidades definidos; mantener la calidad en todos los componentes del proyecto; aprender tanto de los éxitos como de los fracasos mediante retrospectivas; y evitar parálisis por análisis excesivo o descuidar la planificación, costes y objetivos.