El documento describe varias herramientas y estilos de gestión para mejorar la calidad educativa, incluyendo la participación de los profesores, el liderazgo compartido, y la supervisión. También analiza cómo el mal manejo de los recursos financieros en las escuelas puede afectar negativamente la educación, y propone un enfoque de presupuesto participativo para mejorar la distribución de los fondos.